En un momento crucial para la política estadounidense, la Vicepresidenta Kamala Harris y el Gobernador de Minnesota, Tim Walz, han presentado su plan económico titulado "A New Way Forward" (Un Nuevo Camino por Delante). Este documento, que se publica en la página web de su campaña presidencial, esboza una visión ambiciosa para la economía de los Estados Unidos y destaca la importancia de los activos digitales en el futuro económico del país. El plan, que abarca 80 páginas, propone estrategias para abordar diversos sectores económicos incluyendo la manufactura, los impuestos y, notablemente, la industria de las criptomonedas. En una era caracterizada por el avance tecnológico y la transformación digital, la inclusión de los activos digitales en la agenda política refleja una creciente aceptación y un reconocimiento de su relevancia en la economía global. El plan Harris-Walz establece la intención de reforzar la posición de Estados Unidos en los sectores que son críticos para la seguridad económica y nacional.
A través de la estrategia "America Forward", el dúo demócrata busca despertar una nueva era para la industria estadounidense mediante la promoción del crecimiento en la manufactura y la implementación de tecnologías emergentes. La propuesta no solo se centra en la producción de “hierro y acero limpios”, sino que también aboga por la modernización de las industrias tradicionales mediante la inversión en tecnologías innovadoras como la inteligencia artificial y los activos digitales. Sin embargo, la mención de los activos digitales en el documento ha suscitado reacciones mixtas. Si bien algunos en la comunidad de criptomonedas han expresado su agrado por la inclusión de este sector en la narrativa económica, otros han criticado la falta de detalles específicos sobre cómo Harris y Walz planean fomentar esta industria. A pesar de que el documento menciona los activos digitales en un solo pasaje y proporciona escasa información sobre las medidas concretas que se implementarán, muchos defensores de las criptomonedas consideran que es un paso positivo hacia adelante.
Durante su discurso reciente en una recaudación de fondos en Manhattan, Harris enfatizó la necesidad de que Estados Unidos mantenga su posición dominante en el blockchain, destacando que el país debe ser un líder en tecnología emergente. No obstante, estas afirmaciones fueron recibidas con escepticismo por parte de algunos criptousuarios, quienes consideran que el camino hacia una regulación y apoyo efectivo para la industria aún está nebuloso y que se merecen más detalles sobre las propuestas reales que se pondrán en marcha. El ingeniero de software de Ripple, Neil Hartner, y otros miembros de la comunidad criptográfica han comentado sobre la ambigüedad de las declaraciones de Harris. Argumentan que si bien se pronuncian sobre el apoyo a tecnologías innovadoras como los activos digitales, la falta de claridad sobre qué implica realmente "fomentar" estas tecnologías genera confusión. Exigen una hoja de ruta más precisa y detallada que explique los pasos concretos que tomará una administración Harris-Walz para integrar los activos digitales en la economía nacional.
Desde otra perspectiva, algunos analistas han elogiado a Harris por su reconocimiento del potencial de las tecnologías emergentes. Adam Cochran, un analista prominente, subrayó que mencionar el blockchain es un avance significativo y muestra que el equipo está comenzando a prestar atención a las demandas de la comunidad tecnológica y criptográfica. Kristin Smith, la CEO de la Blockchain Association, también aplaudió la inclusión de activos digitales en el plan, considerándolo un paso alentador hacia el reconocimiento e integración de estas tecnologías en las políticas gubernamentales. La falta de información específica sobre la intencionalidad de las políticas de Harris-Walz deja un vacío que muchos votantes esperan se aborde en los próximos meses, a medida que se aproximan las elecciones. Con menos de dos meses para el día de las elecciones, los votantes en el ámbito de las criptomonedas están pidiendo claridad y una postura más definida respecto a cómo una potencial administración de Harris podría manejar los activos digitales y la regulación sobre el uso de criptomonedas.
Además de abordar la infraestructura económica del país, el plan "A New Way Forward" busca trazar un camino que no solo beneficie a la clase media, sino que también asegure la competitividad de Estados Unidos en el escenario global. En este sentido, la inclusión de activos digitales y el compromiso hacia la modernización son vistos como factores cruciales para establecer una economía robusta capaz de enfrentar los desafíos del futuro. A medida que el diálogo sobre la importancia de los activos digitales y el blockchain se intensifica, es esencial que los líderes políticos no solo reconozcan su valor, sino que también desarrollen políticas que los integren efectivamente en el tejido económico del país. Los activos digitales, si se manejan adecuadamente, tienen el potencial de revolucionar la economía, atraer inversiones y fomentar la innovación. Sin embargo, esto requiere de un compromiso real y de un marco regulatorio que no solo promueva su desarrollo, sino que también garantice la protección del consumidor y fomente la confianza en el sistema.
En conclusión, el plan económico de Harris-Walz, a pesar de su falta de precisión en la propuesta concreta sobre activos digitales, representa una oportunidad para que Estados Unidos lidere en la revolución tecnológica. A medida que los votantes y los entusiastas de la criptografía continúan evaluando el plan, la necesidad de una mayor claridad y un compromiso real se vuelve cada vez más urgente. La inclusión de este sector en la agenda económica podría ser el primer paso hacia un futuro en el que Estados Unidos pueda, efectivamente, sacar provecho de las tecnologías emergentes y los activos digitales, asegurando su lugar como un jugador clave en la economía global del siglo XXI.