El mercado global de criptomonedas ha alcanzado un hito histórico al superar la barrera de los 3 billones de dólares en valor total, un hecho que está siendo atribuido principalmente a las expectativas generadas por la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. Esta cifra no solo marca un renacimiento del interés en los activos digitales, sino que también pone en evidencia el impacto que las decisiones políticas y regulatorias pueden tener en la evolución de esta industria emergente. Durante el pasado 14 de noviembre de 2024, el valor total de las criptomonedas alcanzó alrededor de 3,2 billones de dólares, según datos del agregador CoinGecko. Este nivel se posiciona por encima de los días álgidos del 2021, época en que los estímulos económicos por la pandemia habían provocado un aumento significativo en las inversiones especulativas. La recuperación actual es notable luego de un período de estancamiento, conocido comúnmente como "invierno cripto", durante el cual los precios y el volumen de operaciones se mantuvieron planos o en descenso.
Bitcoin continúa siendo el protagonista indiscutible del sector, y su precio ha llegado a cifras récord, superando los 93,000 dólares por unidad. La subida de Bitcoin impulsa a otras criptomonedas alternativas, conocidas como altcoins, a seguir una tendencia ascendente similar, lo que contribuye a la ampliación del valor total del mercado. Expertos en el ámbito de las inversiones digitales, como Matthew Dibb, CIO de Astronaut Capital, señalan que el comportamiento típico de esta clase de activos comienza con un breakout de Bitcoin, lo que posteriormente motiva una redistribución gradual de capital hacia otras monedas digitales, aumentando así la capitalización total. La elección de Donald Trump y la incorporación de legisladores favorables a las criptomonedas en el Congreso estadounidense han sido factores clave en la euforia reciente. Se espera que estas figuras políticas promuevan un entorno regulatorio más amigable, disminuyendo las incertidumbres que han frenado el crecimiento del sector en años anteriores.
Es importante resaltar que Trump ha mencionado la posibilidad de establecer una "reserva estratégica de bitcoin" para los Estados Unidos, un concepto similar a las reservas de oro que mantiene el gobierno, aunque los detalles específicos aún no han sido clarificados. Este anuncio ha sido recibido con optimismo por parte de la comunidad cripto y ha reforzado la creencia de que el mercado digital podría convertirse en una parte más formal y estable del sistema financiero tradicional. Durante el año 2024, el precio de Bitcoin se ha duplicado, y solamente desde las elecciones del 5 de noviembre ha aumentado en un 30%, alcanzando niveles cercanos a los 90,000 dólares. Otras criptomonedas como Ether han visto incrementos similares, con aumentos del 33% después de la votación, mientras que monedas más volátiles y populares como Dogecoin, que cuenta con el respaldo de aliados de Trump como Elon Musk, han experimentado ganancias espectaculares, del 140%. Asimismo, los fondos cotizados en bolsa (ETF) dedicados a las criptomonedas han ganado popularidad, especialmente los que invierten en Bitcoin al contado.
Se estima que desde el 6 de noviembre han recibido flujos netos de aproximadamente 4,050 millones de dólares, lo cual indica que las instituciones financieras, que tradicionalmente evitan la posesión directa de criptomonedas, están comenzando a aproximarse al sector a través de estos instrumentos más regulados. La percepción general entre analistas como David Glass, estratega de activos digitales en Citi, es que la presidencia de Trump genera un interés renovado en activos de mayor riesgo y criptoactivos. Se combina tanto la narrativa de eliminación de obstáculos regulatorios como la posibilidad de que el Bitcoin se convierta en una especie de reserva estratégica de valor para el país, lo cual podría aumentar considerablemente la demanda y la aceptación institucional. Analistas y entusiastas no descartan la posibilidad de que Bitcoin alcance los 100,000 dólares antes de que finalice el año, lo que representaría un salto significativo y un nuevo récord histórico. Este potencial rally se suma a la dinámica de boom y caída que caracteriza a este mercado, especialmente tras tocar precios inferiores a los 20,000 dólares a comienzos del año anterior, consecuencia de crisis como la quiebra de intermediarios clave y proyectos fallidos que provocaron un amplio "invierno cripto".
Sin embargo, pese al crecimiento vertiginoso en el mercado principal de criptomonedas, otros segmentos relacionados con el ecosistema digital no muestran señales definitivas de recuperación. Por ejemplo, los precios medios de venta de tokens no fungibles (NFT) se han mantenido relativamente estables y modestos, con valores que giran alrededor de los 2,000 a 2,700 dólares desde mediados de 2024. Las plataformas de intercambio digital y casas de cambio también han observado un aumento considerable en los volúmenes de transacciones. En Singapur, DBS Bank reportó que durante los primeros diez días de noviembre se ejecutó más de un tercio del volumen total de operaciones realizadas durante todo el año anterior. Sin embargo, advierten que los inversores aún no están moviendo sus fondos hacia plataformas menos convencionales o descentralizadas.
Este comportamiento conservador puede interpretarse como una estrategia de precaución ante la volatilidad y la incertidumbre todavía presentes en ciertos sectores del mercado cripto. Pero a pesar de la cautela, la atención renovada en la industria está atrayendo un interés creciente hacia nuevas oportunidades y desarrollos tecnológicos. La descentralización financiera (DeFi) y la tokenización de activos del mundo real, junto con servicios de pago basados en blockchain, se presentan como áreas con gran potencial de expansión. Estos avances podrían evolucionar hasta convertirse en componentes esenciales de la economía digital global. La integración de la tecnología blockchain en soluciones financieras, logísticas y comerciales representa un cambio paradigmático que va más allá de la simple especulación con monedas digitales.
A medida que las regulaciones se flexibilicen y los inversores institucionales continúen incorporándose, el mercado de las criptomonedas podría alcanzar niveles de madurez y estabilidad mayores a los observados hasta ahora. En conclusión, la superación de los 3 billones de dólares en valor las criptomonedas no solo refleja una recuperación financiera, sino también un cambio en la percepción y la aceptación del ecosistema digital, impulsado decididamente por las expectativas vinculadas a la administración Trump. La combinación de condiciones políticas favorables, innovaciones tecnológicas y la creciente participación de inversores institucionales podría marcar el inicio de una nueva era para las criptomonedas, en la que su impacto en la economía global sea cada vez más significativo y extendido.