En un giro relevante dentro del panorama regulatorio de las criptomonedas, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) ha hecho pública una aclaración determinante sobre el estatus jurídico de los stablecoins más populares en el mercado: Tether (USDT) y USD Coin (USDC). Según una declaración oficial emitida el 4 de abril de 2025, estos activos digitales, respaldados por dólares estadounidenses en una proporción 1:1, no deben ser considerados valores financieros bajo la legislación estadounidense vigente. Este anuncio representa un cambio de tendencia notable porque hasta ahora, la SEC había adoptado una posición más rígida en cuanto a la clasificación y regulación de criptomonedas, lo cual generaba incertidumbre entre desarrolladores, inversores e instituciones financieras. La confirmación de que USDT y USDC quedan exentos de la categoría de “valores” dentro del marco regulatorio proporciona mayor claridad y estabilidad para una industria que busca integración con el sistema financiero tradicional. Los stablecoins, a diferencia de otras criptomonedas volátiles como Bitcoin o Ethereum, están diseñados para mantener un valor estable al estar respaldados por activos tangibles, en este caso principalmente por dólares estadounidenses y reservas líquidas.
Esto permite que los usuarios tengan una opción para realizar transacciones o almacenar valor con menor riesgo de fluctuaciones bruscas. Desde el punto de vista de la SEC, la decisión se fundamenta en el análisis de dos pruebas legales clave: el Howey Test y el Reves Test. El Howey Test se utiliza para determinar si un instrumento financiero constituye un contrato de inversión y, por lo tanto, debe ser regulado como un valor. Según esta prueba, un activo es considerado valor si implica una inversión de dinero en una empresa común con la expectativa razonable de ganancias derivadas de los esfuerzos de otros. Por otro lado, el Reves Test está enfocado en determinar si un instrumento financiero debe clasificarse como un valor deuda, lo que implica reglas específicas y obligaciones regulatorias.
La SEC concluyó que ni el Howey Test ni el Reves Test son aplicables a los stablecoins que están completamente respaldados por reservas líquidas y que mantienen un valor estable con el dólar estadounidense. Esta decisión define a estos activos como “Covered Stablecoins”, un término que establece un estatus regulatorio claro. Uno de los aspectos que impulsó esta aclaración fueron las preocupaciones sobre la transparencia y seguridad que los usuarios deben tener respecto a la capacidad de redención de estos tokens por parte de sus emisores. Para esto, la SEC señaló que solo aquellos stablecoins que cumplan con estrictos requisitos en cuanto a la proporción 1:1 con reservas accesibles, sin exposición a riesgos abusivos o especulativos, podrán gozar de esta exclusión de registro como valores. Este enfoque también responde a la necesidad de evitar una sobre-regulación que pueda inhibir la innovación tecnológica y el desarrollo del ecosistema blockchain.
La SEC busca equilibrar la protección de inversores con la promoción de un mercado financiero digital más eficiente y confiable. La importancia de la estabilidad financiera y el control regulatorio ha hecho que en las últimas semanas se haya avanzado a nivel legislativo en el Congreso estadounidense. Un proyecto de ley centrado en la regulación de los stablecoins ha pasado una votación en el comité de finanzas de la Cámara de Representantes. Entre sus principales propuestas, se destaca la obligatoriedad de que estas monedas digitales mantengan una reserva total en dólares o activos equivalentes, para asegurar su estabilidad y confiabilidad. Para los emisores y usuarios de USDT y USDC, esta noticia significa un fortalecimiento de la confianza y un incentivo para la adopción masiva.
Ambos stablecoins funcionan como herramientas fundamentales en intercambios cripto y en la vida cotidiana de miles de personas que buscan una alternativa anclada al dólar para realizar pagos, transferencias internacionales y gestión de activos. La exclusión de estos activos de la categoría de valores implica que sus emisores no están obligados a registrarse ante la SEC ni a cumplir con ciertos requisitos regulatorios estrictos que aplican a otras inversiones financieras. Sin embargo, deben cumplir con las normativas sobre transparencia y gobernanza que garanticen la protección de los usuarios. En términos prácticos, la regulación ahora apunta a establecer un marco que verifica la veracidad de las reservas y que supervisa la emisión y circulación de los stablecoins para que siempre se mantenga la paridad con el dólar estadounidense. Este enfoque busca evitar posibles fraudes, insolvencias o manipulación del mercado.
Aunque la decisión beneficia a los principales stablecoins, la SEC mantiene una postura vigilante sobre otros proyectos que no cumplan con los requisitos o que potencialmente puedan representar riesgos para los consumidores. De esta forma, la agencia reguladora continúa trabajando por definir un entorno seguro y confiable para todo el ecosistema cripto. Este movimiento de la SEC se percibe también como una señal positiva para inversionistas institucionales que durante años han esperado una regulación más clara para poder entrar en el mercado de criptomonedas con mayor confianza y respaldo legal. La clarificación fomenta un clima de certidumbre para el crecimiento y la difusión de las monedas digitales estables dentro del sistema financiero. Además, esta noticia tiene repercusiones globales, puesto que muchos países observan las decisiones tomadas por reguladores estadounidenses para configurar sus propias políticas.