El 18 de septiembre de 2024, el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, expresó su escepticismo ante la reciente reducción de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, que se sitúa en un recorte significativo de medio punto porcentual. Este movimiento, anunciado por el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, busca mantener la economía en una "buena forma", según sus palabras. Sin embargo, las reacciones de Trump y su compañero de campaña, el senador de Ohio, JD Vance, han puesto el foco en la fragilidad del estado económico del país en un contexto previo a las elecciones. Durante una visita a un bar temático de criptomonedas en Nueva York, Trump no dudó en hacer críticas al estado de la economía estadounidense. Comentó que esta fuerte reducción de las tasas de interés “demuestra que la economía es muy mala”, sugiriendo que la decisión de la Reserva Federal podría estar más influenciada por la política que por una necesidad económica genuina.
Esta afirmación es especialmente interesante dado que Trump fue quien eligió a Powell para liderar la Reserva Federal, lo que añade una capa de ironía a sus críticas. Por su parte, el senador Vance ofreció su perspectiva durante un mitin en Carolina del Norte. Cuando le preguntaron sobre el recorte, el público respondió con abucheos, reflejando un descontento que parece permea entre la base de los votantes de Trump. Vance, aludiendo a la dura realidad de las familias estadounidenses durante los últimos años, afirmó que una reducción de medio punto no es nada comparado con lo que han enfrentado los ciudadanos en la economía actual. El recorte de tasas se produce en un contexto donde la inflación todavía está por encima del objetivo a largo plazo del 2% establecido por la Reserva Federal; sin embargo, este mes de agosto se ha registrado un descenso al 2.
5%, el más bajo desde principios de 2021. En la rueda de prensa tras el anuncio, Powell enfatizó que la economía está "creciendo a un ritmo sólido" y que la decisión de reducir las tasas fue pensada para mantener a la economía "en buena forma". Además, mencionó que la inflación está disminuyendo y que el mercado laboral se mantiene en una posición robusta, características que contradicen las narrativas pesimistas de Trump y sus aliados. Un aspecto curioso de este movimiento es que, aunque Trump ha criticado públicamente el recorte, hace meses insinuó que la Reserva Federal podría hacer exactamente esto antes de las elecciones. En sus declaraciones a Bloomberg, sugirió que un recorte preelectoral podría ser una acción que la Reserva sabe que no debería realizar, lo que deja entrever que, en el fondo, la política también juega un papel en la toma de decisiones económicas.
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19 en marzo de 2020, la Reserva Federal no había implementado un recorte de tasas, y la última vez que las tasas estuvieron en niveles tan bajos fue antes de la serie de aumentos que se realizaron para combatir la inflación histórica que afectó a EE. UU. en los últimos años. El nuevo rango de la tasa de fondos federales se sitúa entre el 4.75% y el 5%, después de haber estado entre el 5.
25% y el 5.5% desde el año pasado. Este último ajuste se considera en la parte alta de las proyecciones y se tomó tras extensos debates en el seno del banco central. No obstante, mientras algunos en el Congreso applauden la medida, como el presidente de la Cámara Baja, Mike Johnson, quien se mostró cauteloso sobre el “timing” del recorte, el vicepresidente Kamala Harris calificó la reducción como “buenas noticias para los estadounidenses”. Estos comentarios reflejan la disparidad en las opiniones políticas sobre cómo la política monetaria debería interactuar con la realidad económica de la población.
La relación entre la política y las decisiones económicas ha sido un tema recurrente; muchos analistas aseguran que las decisiones de la Reserva Federal, aunque teóricamente independientes, a menudo se ven influenciadas por contextos políticos. Esto se hace especialmente relevante en un año electoral, donde los resultados económicos pueden determinar el rumbo de las campañas y, eventualmente, las caras que ocupen los puestos de poder. La crítica de Trump únicamente intensifica el debate en torno a la legitimidad de las decisiones económicas de la Reserva y su impacto potencial en las elecciones. La pregunta que muchos se hacen es si la reducción de tasas realmente beneficiará a la economía o si, por el contrario, será vista como un signo de debilidad en lugar de un estímulo. Para los consumidores, este recorte podría significar mejores condiciones de crédito y préstamos más asequibles, pero para los críticos, también puede ser un reflejo de que la economía no está tan fuerte como se había planteado.
La narrativa sobre la economía también juega un papel crucial en las campañas electorales. El hecho de que Trump y Vance se centren en criticar la decisión de la Reserva Federal sugiere que intentan capitalizar la incertidumbre económica como parte de su estrategia política. Al presentar la reducción de las tasas como un indicativo de una economía débil, podrían estar tratando de consolidar su base de apoyo al invocar un sentido de crisis que resuene con los votantes preocupados por sus finanzas personales. A medida que se acerca el día de las elecciones, la dinámica entre la política monetaria y las estrategias de campaña seguirá desarrollándose. Con la inflación en descenso y el desempleo en aumento, el cuadro económico es complejo y lleno de matices.