El 26 de septiembre de 2024, el mundo de las criptomonedas se presentó volátil y lleno de expectación, con Bitcoin resistiendo por encima de los 63,600 dólares justo antes de una esperada intervención del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell. Esta situación refleja no solo la naturaleza impredecible de los mercados de criptomonedas, sino también la creciente interconexión entre el mercado de divisas digitales y las decisiones de política monetaria en Estados Unidos. El enfoque de los inversores estaba centrado en las declaraciones que se anticipaban del Sr. Powell, quien se esperaba que ofreciera información sobre la futura dirección de las tasas de interés en EE. UU.
Después de un largo período de políticas monetarias expansivas, la Reserva Federal se encontraba en un punto crucial donde cualquier indicio de un cambio podría influir significativamente en los mercados financieros, incluido el de criptomonedas. Con un aumento de la incertidumbre económica en los últimos meses, muchos inversores estaban en espera de señales que pudieran iluminar el camino hacia un posible recorte de tasas. Los mercados estaban descontando una probabilidad cercana al 62% de una reducción de 50 puntos básicos en la reunión de noviembre, lo que revela una creciente ansiedad sobre la inflación y el crecimiento económico. En este contexto, el mercado de criptomonedas no fue la excepción, y Bitcoin, como líder del sector, se mantenía en un tira y afloja entre los compradores y vendedores. En las primeras horas de ese día, Bitcoin había visto una ligera caída del 1.
23%, cotizándose a 63,649 rupias. A pesar de esta leve baja, se mantenía dentro de un rango de operación que ha sido característico en semanas recientes, oscilando entre los 55,500 y los 65,000 dólares. Este comportamiento fue interpretado por analistas como un signo de resistencia, dado que el nivel de 65,000 dólares ha sido identificado como un punto crítico que los toros de Bitcoin necesitarían cruzar para acelerar el momentum alcista. La situación del mercado de criptomonedas se tornaba más complicada debido a varios factores. Las preocupaciones sobre un potencial retroceso en el mercado de acciones, junto con el impacto incierto de la próxima elección presidencial en EE.
UU., también jugaban un papel omnipresente en la mente de los inversores. Además, la expiración de opciones mensual y trimestral prevista para el 27 de septiembre añadía una capa adicional de volatilidad a la ya turbulenta situación del mercado. En lo que respecta a otras criptomonedas, Ethereum, la segunda más grande por capitalización de mercado, estaba tratando de mantener una posición por encima del nivel de 2,600 dólares, aunque tuvo problemas para retomar la marca de 3,000 dólares. Los datos revelaron que la emisión de Ether había aumentado en 58,856.
4 ETH en los últimos 30 días, lo que representa una tasa de inflación anualizada del 0.6%. Este aumento en la oferta, combinado con la intensificación de la competencia de plataformas de menor costo como Solana y BNB Chain, suscitó dudas entre los inversores sobre el potencial alcista de Ethereum. A lo largo de las últimas 24 horas, la capitalización de mercado de Bitcoin había caído a 1.259 billones de dólares, con su dominancia cifrada en 56.
17%. El volumen de comercio de Bitcoin también había disminuido en un 16.3%, estableciéndose en 24.7 mil millones de dólares. Este decrecimiento en el volumen de transacciones es un indicativo del cauteloso enfoque que adoptan muchos traders en el clima actual del mercado de criptomonedas.
En análisis técnicos, se observó que Bitcoin estaba nuevamente enfrentando resistencia en torno al nivel de 65,000 dólares, estableciéndose así como una barrera crucial que los compradores debían superar. Sin embargo, había un rayo de esperanza para el mercado: el múltiplo de Puell de Bitcoin había entrado en la "zona verde" por primera vez desde finales de 2022, sugiriendo una posible recuperación. Aunque recientemente había mostrado resistencia en el nivel de 65,000 dólares, el hecho de que los toros mantuvieran la fortaleza indicaba que aún había un empuje dentro del mercado. Por otro lado, el comportamiento de inflows provenientes de fondos cotizados en bolsa (ETF) de Bitcoin también fue digno de nota. Se reportaron entradas durante cuatro días consecutivos, lo que puede haber estado alimentando el optimismo de algunos inversores sobre un posible aumento en el precio de Bitcoin.
Los analistas advierten que la tendencia del S&P 500 podría desempeñar un papel importante en el impulso del precio de Bitcoin, sugiriendo que un ambiente positivo en los mercados tradicionales podría también propiciar un aumento en las criptomonedas. En cuanto a las altcoins, hubo variaciones significativas. Monedas como BNB, XRP y Chainlink experimentaron ganancias, mientras que Solana, Dogecoin y Avalanche se destacaron al registrar aumentos considerables. La diferencia de desempeño entre las distintas criptomonedas evidencia la creciente diversidad del mercado, donde el interés por proyectos alternativos no para de crecer. A medida que se acercaba la hora de la intervención de Powell, la ansiedad en el mercado aumentaba.
Los inversores sabían que cualquier comentario sobre la estrategia de inflación o sobre la posibilidad de ajustar las tasas de interés provocaría movimientos bruscos en los precios de las criptomonedas. Esta expectativa a menudo provoca un comportamiento especulativo, haciendo que muchos busquen refugio en activos más seguros ante la incertidumbre del futuro económico. En resumen, el 26 de septiembre fue un día crucial para el mercado de criptomonedas, con Bitcoin manteniéndose fuerte por encima de la marca de 63,600 dólares, aunque bajo presión. Los responsables de políticas y los eventos macroeconómicos resaltan lo dinámico y complejo que es el mundo de las criptomonedas. Blockchain, las monedas digitales y sus respectivos ecosistemas están interconectados con las decisiones económicas que se toman en el ámbito financiero tradicional.
De cara al futuro, los seguidores del mercado estarán atentos no solo a las cifras, sino también a las palabras que surgen desde las altas esferas de la economía, ya que podrían ser las claves para el rumbo de la criptomoneda más popular del mundo.