Ethereum, la segunda criptomoneda más grande por capitalización de mercado, continúa demostrando la resiliencia de su comunidad de inversores a largo plazo. A pesar de las fluctuaciones y correcciones que ha experimentado el activo desde su máximo ciclo en diciembre de 2024, los titulares a largo plazo (LTH) están mostrando señales claras de acumulación, una conducta que refleja una fuerte convicción alcista hacia el futuro del proyecto. Este fenómeno ha sido ampliamente analizado y reportado recientemente por CryptoQuant, una plataforma de análisis on-chain que monitorea el comportamiento y las métricas de las direcciones de criptomonedas. El punto de inflexión para la acumulación masiva ocurrió el 10 de marzo de 2025, cuando Ethereum cayó a un precio bajo de 1,866.70 dólares.
En ese momento, las direcciones clasificadas como acumuladoras, es decir, aquellas que consistentemente añadían ETH a sus carteras sin realizar ventas significativas, entraron en territorio de pérdidas no realizadas debido a que el precio estaba por debajo de su costo promedio de adquisición. A pesar de esto, en lugar de desechar sus activos, estos inversores decidieron aumentar su exposición, dejando en claro que su perspectiva sigue siendo alcista y que confían en una futura recuperación y apreciación del precio. La cuantía exacta de esta acumulación habla por sí sola. Entre el 10 de marzo y el 3 de mayo de 2025, el total de ETH en manos de estas direcciones pasó de 15.5356 millones a 19.
0378 millones, traduciendo un incremento destacado del 22.54%. Paralelamente, estas mismas direcciones lograron reducir su base de costo promedio del ETH que poseen en un 2.32%, pasando de un precio realizado de 2,026 dólares a 1,980 dólares. Esta reducción no es simplemente un efecto estadístico, sino que indica que estas direcciones están comprando consistentemente ETH a precios más bajos, fortaleciendo su posición mientras el mercado se encuentra en niveles bajos.
Este comportamiento es sumamente revelador y puede interpretarse como una señal de que los titulares institucionales y particulares de largo plazo mantendrán su confianza en Ethereum a pesar de la incertidumbre y presión a corto plazo. Al mantener y aumentar sus posiciones incluso ante condiciones adversas, estos inversores actúan como ancla de soporte para la moneda y dan indicios de que esperan un rebote futuro sustentado en fundamentos sólidos y en la continua innovación de la plataforma. Desde el punto de vista técnico, Ethereum ha mostrado un inicio de mayo volátil. Comenzó el mes operando por encima del nivel de 1,800 dólares, pero no fue capaz de sostener un impulso alcista claro, enfrentando dificultades para superar la resistencia en torno a los 1,820 dólares. El 3 de mayo consiguió alcanzar un máximo local de 1,873 dólares, aunque rápidamente cerró por debajo de importantes niveles de soporte técnico, como la media móvil simple de 100 horas.
Los indicadores técnicos reflejan un entorno de corto plazo desafiante; la formación de una línea de resistencia cerca de los 1,835 dólares limita cualquier intento de recuperación y el índice de fuerza relativa (RSI) descendió por debajo del umbral de 50, lo cual es una señal de debilitamiento del impulso. Además, el MACD (Moving Average Convergence Divergence) muestra una tendencia bajista, lo que aumenta la incertidumbre en los próximos días. Otro aspecto crucial para el análisis técnico son las zonas de soporte identificadas sobre el gráfico de precios de Ethereum. Entre los 1,772 y los 1,824 dólares se encuentra un área donde más de 4.5 millones de direcciones compraron aproximadamente 6.
36 millones de ETH, consolidando un soporte robusto en esos niveles. El costo promedio para estas posiciones se sitúa en 1,799 dólares. Un quiebre por debajo de esta resistencia podría abrir la puerta a una caída precipitada hacia precios cercanos a los 1,500 dólares, debido a que la actividad compradora significativa se diluye a precios más bajos, reduciendo el colchón que podría amortiguar una caída brusca. En contraste con esta cautela técnica, el panorama para Ethereum no es solo de incertidumbre negativa. Algunos analistas prominentes sugieren que la criptomoneda está en una formación de consolidación conocida como un “falling wedge” o cuña descendente, un patrón que históricamente precede a un movimiento alcista significativo.
Michaël van de Poppe, reconocido analista y fundador de MN Fund, advirtió el 30 de abril de 2025 que Ethereum se está preparando para un gran rompimiento hacia arriba, señalando que la caída del volumen en transacciones y la convergencia de resistencias crean un escenario propicio para un rally. Van de Poppe añadió que el sentimiento general negativo hacia las altcoins, incluyendo Ethereum, podría actuar como un catalizador contrario al favorecer un punto de inflexión, por lo que prevé un próximo impulso alcista que podría dar un retorno fuerte para los inversores que mantengan posiciones en este momento. Otro resumen alentador viene de la hoja de ruta de Ethereum para 2025, impulsada personalmente por Vitalik Buterin, cofundador de la plataforma. Después de la actualización Dencun, que mejoró aspectos de escalabilidad y eficiencia en las soluciones Layer 2, la expectativa es que continúen las innovaciones que refuercen la utilidad y adopción de Ethereum. Esta maduración tecnológica genera optimismo entre inversores y desarrolladores, posicionando a Ethereum para una nueva etapa de crecimiento y crecimiento del ecosistema.
La acumulación de ETH en manos de los titulares a largo plazo y la reducción paralela de su base de costos son pruebas evidentes de que existe una confianza latente en el proyecto a pesar del contexto complicado. Estos movimientos significan que los llamados “manos fuertes” no solo están resistiendo la presión del mercado, sino que también están aprovechando la oportunidad para expandir su exposición a precios bajos. Para los inversores, este comportamiento puede ser un indicador para mantener la calma y considerar la posibilidad de que el precio de Ethereum retome una tendencia alcista sostenible en el mediano plazo. No obstante, este potencial está condicionado a que el soporte clave de alrededor de 1,770 dólares se mantenga firme y que se produzcan eventos favorables, tanto técnicos como fundamentales, que actúen como detonantes para una recuperación. En resumen, el panorama reciente de Ethereum es la manifestación clara de una tensión entre la incertidumbre de corto plazo y la confianza de largo plazo de sus principales tenedores.
La acumulación creciente y la reducción de la base de costos por parte de estos inversores muestran que consideran a Ethereum un activo con valor, respaldado no solo por la tecnología, sino por la comunidad y el ecosistema que lo sostienen. Si el mercado logra combinar estas señales on-chain con una mejora en los indicadores técnicos y la materialización de las innovaciones previstas, el camino hacia la recuperación podría estar más cerca de lo que muchos esperan. Ethereum continúa reestructurándose y buscando su próximo impulso de mercado; mientras tanto, las acciones de sus titulares más fieles confirman que para muchos, este es un momento para confiar y acumular, no para vender. En este sentido, la estrategia predominante está marcada por la paciencia y la visión de largo plazo, virtudes indispensables en el dinámico y a veces volátil mundo de las criptomonedas.