La pandemia de COVID-19 ha traído consigo un cambio drástico en nuestras vidas. Desde el inicio de 2020, el mundo se sumergió en una nueva realidad marcada por el distanciamiento social, el confinamiento y el temor a lo desconocido. Sin embargo, este periodo de crisis también ha dado lugar a una serie de tendencias que han transformado nuestra forma de comunicarnos, trabajar y disfrutar de nuestro tiempo libre. En este artículo, exploraremos algunas de estas tendencias que han emergido durante la pandemia, como el Dalgona coffee, las videoconferencias a través de Zoom y el auge de los NFTs. Una de las primeras tendencias que capturó la atención de millones fue la famosa Dalgona coffee.
Esta receta de café batido, que se volvió viral en plataformas como TikTok, permitió a las personas experimentar en la cocina desde la comodidad de sus hogares. Con solo tres ingredientes: café instantáneo, azúcar y agua caliente, este brebaje se convirtió en un símbolo de la búsqueda de pequeños placeres en tiempos de incertidumbre. La Dalgona coffee no solo ofrecía un sabor delicioso, sino que también brindaba a las personas la oportunidad de compartir un momento creativo en la cocina, generando un sentido de comunidad en línea. Mientras tanto, el distanciamiento social llevó a un incremento sin precedentes en el uso de plataformas de videoconferencia. Zoom, en particular, se convirtió en un elemento esencial de la vida cotidiana.
Nos permitió mantenernos conectados con amigos y familiares, realizar reuniones de trabajo e incluso asistir a eventos sociales a distancia. La aplicación rompió las barreras geográficas, ofreciendo un espacio donde las personas podían sentir la cercanía a pesar de estar físicamente separadas. La transición de reuniones presenciales a encuentros virtuales también llevó a la aparición de términos como "Zoom fatigue", una nueva forma de cansancio provocada por el exceso de videoconferencias. No todos los cambios fueron solo de momento; también se vieron tendencias a largo plazo en el ámbito laboral. El teletrabajo se estableció como la norma para muchas empresas, lo que provocó una reevaluación de cómo y dónde trabajamos.
Aunque el concepto de trabajo remoto ya existía previamente, la pandemia aceleró esta tendencia de manera significativa. Ahora, muchos empleados disfrutan de los beneficios del trabajo flexible, y las organizaciones están reconsiderando sus políticas laborales para adaptarse a esta nueva realidad. El equilibrio entre la vida personal y profesional ha cobrado una nueva dimensión, resaltando la importancia del bienestar emocional y la salud mental. Además de cambios en la forma en que trabajamos, la pandemia también ha tenido un impacto notable en el ámbito del arte y la cultura, especialmente a través de los NFTs (tokens no fungibles). Estos activos digitales, que permiten a los artistas y creadores vender su trabajo en línea, han capturado la atención del mundo del arte.
Durante los meses de encierro, muchos artistas recurrieron a plataformas digitales para exhibir su obra, y los NFTs les ofrecieron una nueva forma de monetización. Desde obras visuales hasta música y coleccionables, el auge de los NFTs ha abierto nuevas puertas para la creatividad digital y ha desafiado las nociones tradicionales de propiedad en el arte. El efecto de la pandemia sobre la cultura popular también se ha manifestado en diversas formas de entretenimiento. Las plataformas de streaming vieron un aumento en su uso, ya que las personas buscaban maneras de sobrellevar el tiempo en casa. Series y películas que antes no eran tan populares, encontraron nuevos públicos.
Del mismo modo, los videojuegos experimentaron un aumento en la demanda, convirtiéndose en una de las formas más populares de socializar y entretenerse. Juegos como "Among Us" o "Fortnite" permitieron a amigos y familiares, a pesar de estar separados, disfrutar de experiencias compartidas, fomentando la conexión en tiempos de aislamiento. A medida que las personas comenzaron a adaptarse a la nueva normalidad, también se gestaron movimientos hacia el bienestar mental y físico. Las redes sociales se inundaron de retos de ejercicio, clases de meditación y actividades creativas, promoviendo una vida más saludable a pesar de las limitaciones. La popularidad de aplicaciones de fitness y meditación creció, proporcionando herramientas útiles para fomentar el autocuidado en un momento en que el estrés y la ansiedad estaban a la orden del día.
Sin embargo, la pandemia también expuso y exacerbó diversas desigualdades en la sociedad. El acceso a la tecnología se convirtió en un tema de debate, mientras que unos pocos podían disfrutar de las facilidades del teletrabajo y la educación en línea, otros luchaban por mantenerse conectados. La brecha digital se amplió, y con ello, la necesidad de un mayor enfoque en políticas que garanticen la inclusión tecnológica para todos. A medida que el mundo comienza a vislumbrar la luz al final del túnel con las campañas de vacunación, muchas de estas tendencias probablemente permanecerán con nosotros. La forma en que trabajamos, socializamos y consumimos arte ha cambiado para siempre.