En un movimiento que destaca la convergencia entre las finanzas tradicionales y las tecnologías blockchain, BlackRock, uno de los gestores de activos más grandes y reconocidos del mundo, ha tenido una reunión crucial con el Crypto Task Force de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC). El objetivo principal fue discutir la regulación relacionada con el staking dentro de los productos cotizados en bolsa (ETPs) y explorar las posibilidades que ofrece la tokenización de valores tradicionales como acciones y bonos. Este encuentro simboliza un paso importante hacia la modernización del sistema financiero a través de la adopción de tecnologías descentralizadas y digitales. La importancia del staking en los ETFs de criptomonedas El staking es un proceso que permite a los titulares de criptomonedas bloquear sus tokens para apoyar las operaciones y la seguridad de redes basadas en el mecanismo de consenso de prueba de participación (proof-of-stake). A cambio, reciben rendimientos o recompensas.
Esta característica es fundamental para redes como Ethereum y Solana, que están migrando o han migrado a este modelo para mejorar la eficiencia energética y la escalabilidad. BlackRock ha argumentado que los ETFs basados en Ethereum carecen de una pieza clave sin la posibilidad de integrar el staking. La incorporación de esta función no solo ofrecería una experiencia de inversión más completa y competitiva, sino que además alinearía los vehículos de inversión con la estructura técnica real de estos ecosistemas blockchain. En este sentido, permitir el staking dentro de los productos cotizados revolucionaría la manera en que los inversores tradicionales acceden a los beneficios del ecosistema cripto sin tener que gestionar directamente la complejidad técnica. No es un debate aislado.
El New York Stock Exchange también presentó una propuesta para habilitar servicios de staking para los ETFs de Ethereum bajo el paraguas de Grayscale. Sin embargo, la SEC aún no ha otorgado su aprobación definitiva para estos productos, en espera de evaluar cuidadosamente los aspectos regulatorios y de protección al inversor. La reciente reunión con BlackRock demuestra un interés creciente en superar estas barreras y establecer un marco que permita la coexistencia segura y regulada del staking en los mercados formales. Tokenización: revolucionando la forma de invertir en valores tradicionales La tokenización se refiere al proceso de transformar activos físicos o tradicionales como acciones, bonos o incluso bienes raíces en tokens digitales que existen en una blockchain. Este concepto tiene el potencial de transformar sustancialmente la industria financiera al otorgar múltiples ventajas sobre las estructuras tradicionales.
Uno de los beneficios más atractivos de los valores tokenizados es la posibilidad de operar durante las 24 horas del día, los 7 días de la semana, eliminando las limitaciones temporales de los mercados bursátiles clásicos. Además, la liquidación de las operaciones puede realizarse de forma casi instantánea gracias a la transparencia y autonomía propia de las cadenas de bloques, reduciendo la carga operativa y los costos asociados con los intermediarios. BlackRock ya ha incursionado en este ámbito mediante la gestión de BUIDL, un fondo tokenizado respaldado por activos del Tesoro estadounidense con una capitalización de mercado cercana a los 2.9 billones de dólares, la más grande de su clase hasta la fecha. Este ejemplo muestra la confianza institucional en las aplicaciones prácticas y seguras que ofrece la tokenización, estableciendo un precedente para que otros actores del mercado sigan el camino.
Competidores e innovación en tokenización El avance de BlackRock en la tokenización no es un fenómeno aislado. Franklin Templeton, por ejemplo, tiene su propio fondo tokenizado llamado BENJI, y Robinhood está desarrollando una blockchain dedicada a facilitar el comercio de acciones estadounidenses para usuarios minoristas en Europa, lo que da cuenta de un interés generalizado en la innovación digital de los activos tradicionales. Estas iniciativas institucionales reflejan una clara tendencia hacia la convergencia de los mercados financieros tradicionales y las criptomonedas, impulsadas por la búsqueda de eficiencia, accesibilidad y nuevas oportunidades de inversión para usuarios de todos los niveles. ETF de Bitcoin de BlackRock: un éxito que supera al oro El impacto de BlackRock en el ámbito cripto no termina con el staking y la tokenización. Su ETF de Bitcoin al contado, denominado IBIT, ha recibido casi 7 mil millones de dólares en flujos netos de inversión desde inicios de 2025, superando a GLD, el ETF propiamente respaldado por oro más grande del mundo, que cuenta con 6.
5 mil millones en entradas netas. Este fenómeno ocurre a pesar de que Bitcoin ha experimentado una caída significativa en su precio durante el año. La preferencia de los inversores por el ETF de Bitcoin de BlackRock puede interpretarse como una señal de confianza en la longevidad y el valor a largo plazo de la criptomoneda, frente a un oro que, aunque mantiene su carácter de refugio, se ha beneficiado del incremento de la inflación, tensiones comerciales y la inestabilidad geopolítica. Expertos como Eric Balchunas de Bloomberg han señalado que la creciente adopción de ETFs de Bitcoin podría llevar a que estos productos acumulen tres veces más capital que sus equivalentes en oro, apuntando a una transformación significativa en la asignación de activos a nivel global. Desafíos regulatorios y la presión por claridad Una de las cuestiones centrales que delimita el avance de productos como los ETFs con staking y los fondos tokenizados es la falta de claridad regulatoria.
Hasta la fecha, la SEC aún no ha aprobado ningún producto con staking en los Estados Unidos, a diferencia de mercados como Canadá y Europa donde sí se han implementado. La Crypto Council for Innovation, respaldada por firmas líderes del ecosistema cripto como a16z, Consensys y Kraken, ha pedido públicamente a la SEC que adopte una postura más clara respecto a la regulación del staking y tecnologías afines. Actualmente, existen más de 70 solicitudes de ETFs de criptomonedas pendientes de decisión, lo que muestra el amplio interés y potencial que estas innovaciones tienen para el mercado financiero. La reunión entre BlackRock y el Crypto Task Force de la SEC puede entenderse como un diálogo abierto para encontrar un camino que equilibre la innovación con la protección al inversor y la estabilidad del mercado. Si se logran resolver estas tensiones regulatorias, podríamos estar ante una nueva era para la inversión institucional donde blockchain y cripto productos formen parte integral de las carteras tradicionales.
Implicaciones para el futuro de las finanzas Las discusiones en torno al staking y la tokenización con uno de los jugadores más influyentes —BlackRock— reflejan cómo la industria financiera está en medio de una transformación profunda. La digitalización de activos y servicios abre la puerta a un sistema financiero más accesible, eficiente y transparente. Si la SEC y otros órganos reguladores logran adaptar sus normativas para integrar y supervisar adecuadamente estas tecnologías, es muy probable que veamos un aumento exponencial en la adopción institucional y minorista, así como una expansión de los productos financieros disponibles en el mercado. Este avance no solo beneficiaría a los inversores en términos de rendimiento y acceso, sino que también podría redefinir los procesos de mercado, incrementando la velocidad de las transacciones, reduciendo costos y minimizando riesgos asociados a intermediarios y fraudes. En conclusión, el encuentro entre BlackRock y la Crypto Task Force de la SEC representa un punto de inflexión en la evolución de los mercados financieros globales.
La incorporación del staking en ETFs y la tokenización de valores tradicionales son apenas la punta del iceberg de una revolución que busca democratizar el acceso a activos y mejorar la eficiencia mediante la innovación tecnológica. El seguimiento de estos desarrollos será crucial para entender cómo se configurará el futuro financiero en los próximos años.