El mercado global de pulpa se encuentra en una etapa crítica debido a las tensiones comerciales entre grandes potencias económicas, especialmente entre Estados Unidos y China. En este contexto, la multinacional chilena Empresas Copec, a través de su filial Arauco, ha manifestado que el mercado chino para sus productos forestales, en particular la pulpa, podría enfrentar importantes retos derivados de los aranceles impuestos por Estados Unidos. Las recientes políticas arancelarias estadounidenses han generado una incertidumbre considerable entre los exportadores, principalmente aquellos que venden a China y a su vez tienen como destino final el mercado estadounidense. Cristian Infante, director del área forestal de Copec, ha señalado que muchos clientes, especialmente aquellos que exportan hacia Estados Unidos, están indecisos respecto al precio final de sus productos debido a la volatilidad provocada por los aranceles. Este escenario los lleva a reducir sus compras y a activar estrategias conservadoras ante la falta de previsibilidad en el mercado.
La pulpa y los paneles de madera que comercializa Arauco constituyen la principal fuente de ingresos para Empresas Copec. Sin embargo, durante el primer trimestre de 2025, la empresa reportó una caída en sus ganancias centrales de más del 22%, debido a una reducción en los precios y menores volúmenes exportados. Esta baja fue atribuida en gran medida a la guerra comercial y, en particular, a las medidas arancelarias que alteran las dinámicas tradicionales de compra y venta en el sector. A comienzos de 2025, Copec observó un aumento pasajero en los precios de la pulpa, pero dicha tendencia se revirtió en marzo, principalmente por las tensiones comerciales. Ante el alza de aranceles y la incertidumbre en los acuerdos de compra a futuro, los fabricantes chinos de papel optaron cada vez más por abastecerse en el mercado local para evitar compromisos en precios en un contexto donde los costos son altamente fluctuantes.
Este comportamiento de compra ha generado un impacto negativo en la demanda de productos importados, afectando así a los proveedores extranjeros. El panorama en Europa refleja un patrón similar, donde la posibilidad de implementación de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos y las preocupaciones sobre conflictos comerciales han generado un clima de incertidumbre. Los compradores europeos, al igual que los chinos, adoptan posturas cautelosas que dificultan la estabilidad y el crecimiento del mercado internacional de pulpa y productos derivados. Uno de los indicadores que reflejan esta situación es el cuidado con el que Copec ha registrado sus precios. Según análisis del banco Scotiabank, el precio promedio realizando de la pulpa alcanzó los 678 dólares por tonelada métrica durante el primer trimestre, lo que representa una baja del 11% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Esta reducción de precios es una señal directa del efecto que las tensiones comerciales y las políticas arancelarias ejercen sobre el mercado. Infante ha expresado cierta preocupación de que la tendencia a la baja de los precios pueda continuar durante mayo, lo que haría más complicada la recuperación y la planificación para los exportadores. No obstante, también señaló que la demanda china sigue siendo "bastante buena" y podría sostener un mercado sólido, siempre y cuando se alivien las incertidumbres tarifarias que actualmente pesan sobre el sector. China por su parte mantiene un gran mercado para la pulpa mundialmente, siendo un importante consumidor que puede dictar las tendencias en precios y volúmenes. Sin embargo, cuando los compradores sienten que los precios se están acercando a un mínimo, comienzan a negociar activamente.
Este comportamiento genera fluctuaciones que dificultan la estabilización en el sector y elevan la complejidad en la gestión financiera y operativa de los productores como Copec. En el mercado estadounidense, la situación es un poco más estable, aunque lejos de ser óptima. Infante describió el mercado local como sólido, pero afectado por el aumento de costos en componentes cruciales, como las resinas usadas en paneles de madera, debido también a la volatilidad generada por las políticas de importación y los cambios frecuentes en los aranceles. El efecto es una actividad menos dinámica, donde la prudencia predomina sobre las expansiones agresivas o la innovación rápida. Empresas Copec además está mirando hacia el futuro con la construcción de un megaproyecto en Brasil llamado Sucuriu.
Este proyecto de aproximadamente 4.6 mil millones de dólares en una planta de pulpa promete incrementar la capacidad productiva en 3.5 millones de toneladas anuales y proyecta comenzar operaciones a fines de 2027. Este movimiento estratégico apunta a diversificar y fortalecer la presencia de la empresa en el mercado global, a la vez que intenta mitigar los riesgos asociados a los mercados específicos afectados por regulaciones o tensiones comerciales. Este enfoque de expansión y diversificación es esencial en el contexto actual.
Las disputas comerciales y el ambiente de creciente proteccionismo han creado un panorama donde las empresas de materias primas, como Copec, deben adaptarse rápidamente y buscar alternativas para mantener la competitividad y la rentabilidad. Esto implica no solo inversiones significativas en infraestructura, sino también una revisión continua de las cadenas de suministro, los mercados objetivo y las políticas comerciales que influyen directamente en la demanda y los precios. Un aspecto fundamental en este escenario es la interrelación entre las políticas comerciales de Estados Unidos y China, dos de las mayores economías del mundo cuyos conflictos tarifarios tienen repercusiones globales. Los acuerdos, negociaciones o tensiones emergentes entre estos países alteran el flujo comercial, generando una ola de incertidumbre que se propaga a industrias tan diversas como la papelera, forestal, tecnológica y manufacturera. Copec, al ser una de las mayores empresas en su sector en América Latina, debe manejar con cuidado estos movimientos en los mercados internacionales.
La volatilidad no solo afecta las ventas a corto plazo, sino también la planificación estratégica a largo plazo, las inversiones y la confianza de los inversionistas. El desafío es encontrar un equilibrio entre flexibilizar las operaciones para adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes y mantener una visión clara y establecida que permita seguir creciendo a pesar de las dificultades. Además, la pandemia y los cambios recientes en las cadenas globales de suministro han acentuado la necesidad de contar con estrategias robustas y diversificadas, donde el acceso a diferentes mercados y la capacidad productiva ampliada sean factores clave para mitigar riesgos. En conclusión, el sector forestal mundial enfrenta un periodo de desafíos significativos en el mercado de la pulpa, especialmente influenciado por las políticas arancelarias de Estados Unidos y la respuesta del mercado chino. Empresas como Copec están en el centro de estas dinámicas, ajustando su operativa y expansión para enfrentar la volatilidad y prepararse para un futuro que aunque incierto, también presenta oportunidades para quienes puedan navegar con agilidad y visión estratégica.
El proyecto Sucuriu en Brasil es una muestra clara de cómo la empresa busca fortalecerse y mantener su posición dentro de un contexto global que exige tanto innovación como resiliencia.