En un mundo en constante evolución hacia la digitalización, el ex Primer Ministro de Tailandia, Thaksin Shinawatra, ha llamado la atención al instar al gobierno tailandés a profundizar en el estudio de las criptomonedas. Durante una reciente conferencia en el Hotel Intercontinental de Hua Hin, Shinawatra argumentó que analizar y comprender el ecosistema de los activos digitales es crucial para que el país se mantenga a la vanguardia en la escena global. El ex líder político no abogó por que Tailandia comenzara a adquirir criptomonedas, sino que destacó la importancia de comprender el fenómeno en medio del creciente interés internacional. En sus palabras, “ya hay muchas criptomonedas. Algunas personas dicen que en el futuro tendremos más tipos de monedas que países.
Hoy, los tailandeses deben pensar y entender esto”. La creciente variedad de criptomonedas y tokens representa un cambio significativo en la forma en que se perciben y utilizan las monedas en todo el mundo. En un momento en que la economía global está marcada por la incertidumbre, Shinawatra enfatizó la necesidad de adaptación. Un claro ejemplo de esta adaptabilidad es la reciente propuesta de la administración de Donald Trump en los Estados Unidos, donde se ha propuesto la idea de pagar la deuda nacional utilizando Bitcoin. La conexión entre las criptomonedas y las políticas económicas de gran escala destaca la relevancia de estos activos digitales en el panorama financiero contemporáneo.
Tailandia ha estado experimentando con su economía digital desde hace tiempo. En agosto de 2024, la Comisión de Valores y Bolsa de Tailandia (SEC) anunció un sandbox regulatorio para que proveedores selectos experimenten con activos digitales. Este enfoque permite a las empresas trabajar en un entorno regulatorio más flexible, lo que fomenta la innovación sin el temor a repercusiones legales por parte de los reguladores estatales. Este tipo de iniciativas son atractivas no solo para emprendedores locales, sino también para inversores extranjeros que ven a Tailandia como un terreno fértil para nuevos negocios digitales. Además, la política de distribución de efectivo digital a 45 millones de residentes tailandeses, implementada por el partido político Pheu Thai en julio de 2024, es una manifestación clara del compromiso del país con la digitalización de su economía.
Este programa, que otorga una ayuda económica de 10,000 baht (aproximadamente 280 dólares) a los ciudadanos calificados, es un paso hacia adelante en la inclusión financiera y la adopción de soluciones digitales por parte de la población. Kasikornbank, el segundo banco más grande de Tailandia, se ha convertido en el primer custodio de criptomonedas del país con licencia en septiembre de 2024, lo que demuestra la madurez del sector bancario en la adopción de tecnología blockchain y criptomonedas. Estas acciones reflejan un cambio significativo en la forma en que las instituciones en el país están comenzando a adoptar y administrar activos digitales, lo que a su vez promueve la confianza de los consumidores y usuarios en las criptomonedas. La SEC de Tailandia también ha presentado recientemente una propuesta para permitir que los fondos mutuos y privados accedan a inversiones en criptomonedas, lo que, según el CEO de Binance Tailandia, Nirun Fuwattananukul, está moviendo al país hacia una adopción institucional de las criptomonedas. Este cambio está diseñado no solo para expandir las opciones de inversión disponibles para los inversores locales, sino también para posicionar a Tailandia como un competidor global en el ámbito de las criptomonedas y la tecnología financiera.
La colaboración entre el Banco de Tailandia y la Autoridad Monetaria de Hong Kong en octubre de 2024 para probar liquidaciones transfronterizas tokenizadas también destaca el compromiso de Tailandia con la innovación en fintech. Como parte del Proyecto Ensemble de Hong Kong, esta asociación no solo facilitará el comercio entre ambos países, sino que también servirá como un modelo para otras naciones en la exploración de acuerdos económicos en un mundo cada vez más digitalizado. Sin embargo, el camino hacia la adopción masiva de criptomonedas en Tailandia no está exento de desafíos. Las preocupaciones sobre la seguridad, la regulación y la volatilidad del mercado son cuestiones que deben abordarse para fomentar un entorno propicio para el crecimiento sostenible del ecosistema cripto en el país. La falta de comprensión y educación sobre activos digitales entre la población y los reguladores también podría obstaculizar la aceptación generalizada.
La importancia de la educación financiera y digital se vuelve fundamental en este contexto. Es esencial que los ciudadanos tailandeses, así como las empresas y los funcionarios de gobierno, comprendan no solo cómo funcionan las criptomonedas, sino también los riesgos y oportunidades asociados con su uso. Para lograr esto, se requiere la implementación de programas de capacitación y educación que brinden a la población las herramientas necesarias para navegar en esta nueva economía. A medida que Tailandia avanza hacia una mayor integración de las criptomonedas en su sistema financiero, será fundamental mantener un enfoque equilibrado que promueva la innovación al tiempo que protege a los consumidores y al sistema financiero en general. Un marco regulatorio claro y bien definido es crucial para garantizar que los beneficios de la digitalización se distribuyan equitativamente y que la seguridad del mercado se mantenga.
En conclusión, Thaksin Shinawatra ha puesto el dedo en la llaga al señalar que Tailandia necesita estudiar y comprender las criptomonedas para permanecer relevante en un contexto global que avanza rápidamente hacia la digitalización. Las acciones que ya se han tomado en el país, desde los esfuerzos de regulación hasta las iniciativas de inclusión financiera, son pasos importantes hacia la creación de un ecosistema más robusto y dinámico para las criptomonedas. Sin embargo, el verdadero desafío reside en la educación y la adaptación, áreas que deberán ser priorizadas para que Tailandia pueda competir efectivamente en el futuro digital que se avecina.