La educación financiera ha cobrado una importancia fundamental en la sociedad actual, especialmente en un entorno donde los fraudes y estafas financieras están en aumento. La reciente iniciativa del Departamento de Educación (DepEd) en Filipinas, que busca impartir conocimientos sobre la gestión financiera y cómo evitar caer en estafas, es un paso significativo hacia el empoderamiento de los estudiantes, docentes y la comunidad educativa en general. En un mundo cada vez más digitalizado, las oportunidades para invertir y gestionar dinero son múltiples, pero también lo son los riesgos asociados. Las entidades fraudulentas han desarrollado tácticas ingeniosas para atraer a las personas, prometiendo retornos de inversión rápidos y seguros, lo que a menudo resulta en pérdidas devastadoras. Por ello, el DepEd, en colaboración con la Comisión de Valores y Bolsa (SEC), ha decidido implementar programas de educación financiera para preparar a la comunidad educativa y ayudar a disminuir la vulnerabilidad ante estos engaños.
Esta asociación entre el DepEd y la SEC implica la creación y distribución de materiales educativos que estarán disponibles tanto para estudiantes como para maestros. Se enfocará en temas relevantes como la gestión del dinero, los principios de inversión, la protección del inversor y, crucialmente, cómo identificar y evitar las estafas financieras. El acuerdo fue formalizado el 9 de octubre de 2024, y aunque aún no se han especificado los métodos exactos de implementación, se prevé que haya una fuerte presencia de recursos en línea y programas de capacitación a través de plataformas web. El programa no solo beneficiará a los estudiantes y a aquellos jóvenes que no están escolarizados, sino que también se enfocará en los docentes y el personal del DepEd, que conforman una de las plantillas gubernamentales más grandes, con más de un millón de miembros. Históricamente, los educadores han sido blanco fácil de estafas, muchas de las cuales les ofrecen préstamos bancarios para participar en esquemas de inversión no registrados y potencialmente fraudulentos.
Las promesas de estabilidad financiera, incluida la eliminación de deudas, pagos duplicados e incluso vacaciones exóticas, son atractivas pero engañosas. Este problema no es nuevo. En 2020, ante el creciente número de fraudes que involucraban a docentes, la entonces secretaria de Educación, Leonor Briones, emitió una advertencia pública exhortando a los maestros a no involucrarse en estas ofertas dudosas. Según esta advertencia, los estafadores no solo presentan seminarios de educación financiera, sino que también utilizan discursos convincentes sobre seguridad financiera para captar a sus víctimas. La nueva asociación con la SEC también incluirá actividades que ayudarán a la SEC a detectar y prevenir estafas de inversión, como el intercambio de información sobre actividades comerciales sospechosas.
La expansión de la educación financiera en el sistema educativo es esencial, ya que un estudio de 2019 realizado por el Banco Central de Filipinas reveló que solo el 41% de los filipinos podía responder correctamente a una de las tres preguntas sobre educación financiera que se les plantearon, y sólo un 8% logró contestar todas correctamente. Esta falta de conocimiento financiero ha permitido que los fraudes prosperen, especialmente en comunidades donde el conocimiento sobre inversiones y gestión del dinero es limitado. Ante este panorama, el DepEd no solo busca prevenir estafas, sino que también espera empoderar a las futuras generaciones con las herramientas necesarias para tomar decisiones financieras informadas y responsables. La educación financiera se integrará en el currículo escolar de manera más activa, permitiendo que los estudiantes comprendan el valor del dinero y los recursos, cómo se obtienen, la importancia de la planificación y la gestión de activos, así como la necesidad de ahorrar y compartir. Además de la educación formal, se fomentará un diálogo sobre el manejo del dinero en el hogar.
Instruir a los estudiantes es importante, pero es igual de crucial que estos conceptos se discutan y se apliquen en la vida cotidiana de las familias. Esto asegurará que la educación financiera no se limite al aula, sino que se convierta en parte de la cultura familiar y comunitaria. La implementación de programas de educación financiera representa un avance significativo en la lucha contra las estafas financieras, pero también es un llamado a la acción para que las comunidades se unan en esta causa. La colaboración entre organismos gubernamentales, sector privado y organizaciones no gubernamentales puede generar un impacto considerable en la difusión y la efectividad de la educación financiera. El DepEd, al asumir un papel proactivo, no solo protege a su personal y estudiantes de estafas potenciales, sino que también sienta un precedente para otras instituciones educativas a nivel local e internacional.
Este enfoque educativo puede inspirar a otros países a adoptar programas similares, creando una red global de ciudadanos informados y resilientes frente a las amenazas financieras. En conclusión, la iniciativa del DepEd para educar a estudiantes y docentes sobre cómo evitar estafas financieras es una respuesta esencial a un fenómeno que ha afectado a muchas personas, dejando consecuencias devastadoras en su vida financiera y emocional. Al promover la educación financiera, el DepEd no solo busca prevenir fraudes, sino también fomentar una cultura de responsabilidad y conocimiento que beneficiará a las generaciones presentes y futuras. A medida que la comunidad educativa se involucra en este tema, la esperanza es que se construya un futuro más seguro y financieramente consciente para todos los filipinos.