OpenAI ha dado un paso significativo en su ambición de dominar el ámbito de la inteligencia artificial con la adquisición de Windsurf, antes conocido como Codeium, en un acuerdo cercano a los 3 mil millones de dólares, según informó Bloomberg News basándose en fuentes cercanas a la operación. Aunque el acuerdo aún no ha cerrado formalmente, esta compra representa la mayor adquisición en la historia de OpenAI y refleja la estrategia de la empresa por integrar tecnologías que potencien sus productos y servicios, especialmente en el campo del desarrollo de software mediante inteligencia artificial. Windsurf es una herramienta basada en inteligencia artificial enfocada en la asistencia para la codificación. Su tecnología permite a desarrolladores y programadores recibir soporte automatizado e inteligente para escribir código de manera más eficiente y creativa, acelerando así los procesos dentro del desarrollo de aplicaciones y plataformas digitales. Antes de su cambio de nombre, la firma llevaba la denominación Codeium y ha protagonizado un crecimiento notable en los últimos tiempos, respaldado por importantes rondas de inversión que la valoraron en 1.
25 mil millones de dólares en agosto del año anterior. Entre los inversionistas de Windsurf se destacan firmas de capital de riesgo reconocidas como General Catalyst y Kleiner Perkins, que han apostado fuertemente por la compañía en sus etapas iniciales y sus últimos procesos de financiación. Se supo que Windsurf estuvo en negociaciones recientes para una ronda de inversión que también valoraría la empresa en torno a los 3 mil millones, cifra que coincide con el monto aproximado pactado en la compra por parte de OpenAI. La incorporación de Windsurf representa una manera clara de complementar y potenciar las capacidades del modelo de lenguaje y programación de OpenAI, como es el caso de ChatGPT, que ha ido mejorando progresivamente sus habilidades para escribir y comprender código desde su lanzamiento. La demanda por asistentes inteligentes que ayuden en la creación y revisión de código está en alza, y la competencia entre empresas que desarrollan soluciones similares es cada vez más intensa.
Así, la compra de Windsurf posiciona a OpenAI como un actor más fuerte y competitivo frente a rivales que desarrollan tecnologías de IA para programadores. Esta adquisición se enmarca dentro de una estrategia más amplia de OpenAI que ha apostado en los últimos años por comprar startups tecnológicas que le permitan ampliar su oferta y mejorar su infraestructura. Por ejemplo, el año anterior adquirió Rockset, una empresa especializada en búsqueda y análisis de bases de datos, mediante un trato valorado en cientos de millones de dólares en acciones. Estas operaciones buscan fortalecer la infraestructura para productos empresariales y consolidar su dominio en diversas áreas del desarrollo tecnológico gracias a la inteligencia artificial. El crecimiento de OpenAI ha sido muy notable tanto en términos de usuarios como de su valor en el mercado.
Para febrero de 2025, la plataforma había superado los 400 millones de usuarios activos semanales, un crecimiento sustancial si se toma en cuenta que en diciembre de 2024 alcanzaba alrededor de 300 millones en la misma métrica. Esta expansión refleja la creciente adopción de soluciones basadas en inteligencia artificial en diversos sectores, desde la educación hasta la industria tecnológica y financiera. Además de la compra de Windsurf, OpenAI está planificando una nueva ronda de financiamiento en la que busca recaudar hasta 40 mil millones de dólares, con el fondo SoftBank Group encabezando la iniciativa. En esta ronda, se estima que la valuación de OpenAI podría alcanzar los 300 mil millones de dólares, lo que evidenciaría un crecimiento y confianza significativos en la capacidad de la compañía para liderar el futuro del desarrollo tecnológico mediante inteligencia artificial. La compra de Windsurf no solo significa un incremento en la capacidad tecnológica de OpenAI sino que también supone una consolidación estratégica para competir en un mercado global cada vez más disputado, donde jugadores como Google, Microsoft y otras grandes empresas tecnológicas refuerzan sus soluciones de IA constantemente.