La escasez de suministro de Bitcoin: una realidad preocupante El mundo de las criptomonedas ha sido testigo de múltiples cambios y transformaciones en el último decenio, pero uno de los fenómenos más intrigantes y preocupantes que ha surgido en este contexto es la notable escasez de suministro de Bitcoin. En un análisis reciente, se ha revelado que el suministro disponible de esta criptomoneda, conocido como "float supply", se encuentra en su nivel más bajo en los últimos cuatro años. Este fenómeno ha llevado a muchos analistas y entusiastas del Bitcoin a preguntarse qué implicaciones puede tener en el futuro del mercado. Para entender la gravedad de la situación, es importante definir qué es el "float supply". Este término hace referencia a la cantidad de Bitcoin que está efectivamente disponible para la venta en el mercado.
Una de las formas de estimar este suministro disponible es sumar el suministro en manos de los titulares a corto plazo y el balance en las exchanges, y considerarlo como un porcentaje del suministro circulante total. Es significativo mencionar que, si se incorpora también el suministro de los titulares a largo plazo, este suministro es prácticamente idéntico al suministro circulante. Actualmente, se estima que el "float supply" de Bitcoin es de aproximadamente 5.52 millones de monedas, lo que se traduce en un valor de mercado de alrededor de 317 mil millones de dólares. Sin embargo, el interés por adquirir Bitcoin podría llevar a que cualquier compra considerable en el mercado eleve instantáneamente el precio de esta criptomoneda, lo que a su vez aumentaría su valor en dólares con cada nueva oferta.
Uno de los indicadores más reveladores de esta situación es que el "float supply" actual se sitúa en un 29.31% del suministro circulante, una cifra que ha disminuido drásticamente desde el 49% que se registró en el punto más alto del ciclo alcista de 2018 y el 41% del nivel máximo alcanzado en marzo de 2021. Este representa el nivel más bajo de suministro disponible en los últimos cuatro años, un periodo que se remonta a enero de 2017, cuando el precio del Bitcoin experimentó un impresionante aumento de 21 veces en solo 12 meses. Es interesante observar cómo el "float supply" tiende a alcanzar su punto máximo en las etapas de auge del ciclo alcista. Durante esos momentos, los titulares a largo plazo suelen inundar el mercado con más Bitcoin, generando así la presión de venta necesaria para realizar ganancias.
A medida que el precio aumenta, es previsible que se observe una situación similar a la que se vivió en 2018, donde algunos de estos titulares a largo plazo comienzan a realizar sus ganancias, trasladando el Bitcoin a manos de titulares a corto plazo, hasta que la compra se agote. Esta escasez de suministro se vuelve particularmente relevante a medida que más inversores e instituciones muestran un interés renovado en Bitcoin. Con grandes firmas financieras y empresas buscando acumular Bitcoin como una reserva de valor, la presión sobre el suministro disponible se vuelve aún más intensa. Esto plantea la pregunta de cómo se comportará el mercado en el futuro si la demanda continúa superando a la oferta. Es importante tener en cuenta que, aunque el suministro máximo de Bitcoin está establecido en 21 millones de monedas, no todas estas están circulando actualmente.
Hay un número significativo de Bitcoin que se ha perdido irremediablemente, ya sea porque los propietarios han olvidado sus claves privadas o han fallecido sin transferir sus activos digitales. A esto se suma el hecho de que gran parte de los Bitcoin en circulación están en manos de inversores a largo plazo que no tienen intención de vender en un futuro cercano. Esto significa que la cantidad de Bitcoin que realmente está disponible para la compra puede ser aún más baja de lo que las cifras iniciales sugieren. Además, la creciente atención hacia las criptomonedas como una alternativa viable a los activos tradicionales está también impulsando a un número creciente de inversores minoristas a entrar en el mercado. Muchos de ellos están buscando una manera de protegerse de la inflación y diversificar su cartera, provocando una presión aún mayor sobre el suministro disponible de Bitcoin.
Por si fuera poco, la implementación de tecnologías como el Lightning Network, que mejora la eficiencia de las transacciones de Bitcoin, también juega un papel crucial en la alineación y utilización de este activo. A medida que más personas y empresas comiencen a utilizar Bitcoin no solo como una inversión, sino como un método de pago, la demanda de suministro disponible podría verse incrementada aún más, generando un efecto de escasez que podría llevar el precio a niveles nunca antes vistos. Al observar estas dinámicas, es esencial que los inversores sean cautelosos y tengan en cuenta no solo la cantidad de Bitcoin disponible en el mercado, sino también el contexto general en el que se desarrolla el ecosistema de criptomonedas. La escasez de suministro de Bitcoin es solo una pieza del rompecabezas. El futuro de Bitcoin dependerá de múltiples factores, incluyendo la regulación, la aceptación institucional y el interés constante de los inversores minoristas.
A pesar de las preocupaciones sobre la escasez, también hay quienes ven esto como una oportunidad para identificar aquellas áreas donde se pueden llevar a cabo estrategias más enfocadas, que potencialmente darán como resultado inversiones más eficientes y rentables. En conclusión, la escasez de suministro de Bitcoin representa una realidad compleja que requiere atención y análisis cuidadoso. El equilibrio entre la oferta y la demanda podría conseguir que Bitcoin se consolide como un activo de refugio, pero también podría generar volatilidad en el mercado si no se maneja adecuadamente. A medida que avanzamos hacia un futuro cada vez más digital, es probable que el interés por Bitcoin y otras criptomonedas continúe creciendo, lo que hará que la importancia de su suministro se convierta en un factor crucial en el análisis del mercado.