Un nuevo video del ejecutivo detenido de Binance, Tigran Gambaryan, ha reavivado las crecientes demandas de su liberación, especialmente en medio de preocupaciones por su salud. Este video, publicado recientemente en las redes sociales, muestra a Gambaryan con evidentes dificultades para caminar, lo que ha encendido un debate sobre su estado físico y las condiciones de su encarcelamiento. La situación actual ha comenzado a captar la atención del público y de los medios de comunicación, planteando importantes preguntas sobre el manejo de los derechos humanos en Nigeria y el papel que desempeña el gobierno estadounidense en este caso. Tigran Gambaryan, quien es el director de cumplimiento de delitos de Binance, ha estado detenido en Nigeria durante siete meses. Desde su arresto en febrero, ha enfrentado múltiples cargos, incluidos la evasión fiscal y el lavado de dinero.
Sin embargo, muchos en la comunidad cripto y más allá consideran que su detención es una medida drástica y alegan que su arresto se debería a la negativa de Binance a participar en un acuerdo secreto propuesto por funcionarios nigerianos antes de que se produjera su arresto. El video que ha causado tanto revuelo se grabó cuando Gambaryan fue llevado a la corte en Abuja. En la grabación, se puede ver claramente a Gambaryan luchando por caminar. A pesar de sus evidentes dificultades físicas, un guardia de seguridad le niega la ayuda, lo que obliga al ejecutivo a apoyarse en una sola muleta. Al dirigirse a los presentes, Gambaryan expresa su frustración: “Le dijeron que no me ayudara.
Dijo que hay una instrucción… ¿Por qué no puedo usar una maldita silla de ruedas? Esto es un espectáculo”. Estas palabras han sido acogidas con alarma por su familia y por defensores de los derechos humanos. Familiares de Gambaryan han denunciado que durante su detención ha desarrollado múltiples problemas de salud, como un disco herniado, malaria, neumonía y amigdalitis. Los informes médicos indicaron la urgencia de una cirugía, pero la oposición de los fiscales de la Comisión de Crímenes Económicos y Financieros (EFCC) a su solicitud de libertad bajo fianza ha complicado aún más la situación. El fiscal argumentó que Gambaryan no se encuentra en un estado de salud grave y que ha rechazado tratamiento médico, lo que deja a sus defensores cuestionando la veracidad de estas afirmaciones.
Además, la situación se agrava porque Gambaryan ha sido privado de asesoría legal, lo que plantea serias preocupaciones sobre el debido proceso y los derechos de los detenidos en Nigeria. Richard Teng, CEO de Binance, ha expresado su indignación, calificando la situación de "inhumana" y exigiendo la liberación inmediata de Gambaryan para que pueda recibir la atención médica necesaria en los Estados Unidos. Teng ha afirmado que lo que está ocurriendo con Gambaryan no es solo un problema legal, sino una cuestión de derechos humanos que está despertando la alarma en niveles más amplios. El eco de esta situación ha resonado en la comunidad cripto, donde exfuncionarios de la empresa como Steve Milton han calificado las condiciones de detención de Gambaryan como "aporriosa". Milton comentó: “Lo que le está ocurriendo a Tigran es inconcebible.
No es un ejecutivo de Binance típico; él es un profesional de cumplimiento altamente respetado que fue invitado a Nigeria por el gobierno nigeriano”. Las circunstancias que rodean el arresto de Gambaryan son complejas. Según se ha informado, él y su colega, Nadeem Anjarwalla, fueron detenidos tras visitar Nigeria para ayudar a Binance a prepararse ante acusaciones de evasión fiscal y lavado de dinero. Anjarwalla logró evadir la detención utilizando un pasaporte falso y ha puesto en entredicho la gestión del caso de Gambaryan, que continúa enfrentándose a una serie de desafíos legales. La creciente presión sobre las autoridades nigerianas ha llevado a organizaciones de derechos humanos y figuras políticas a exigir una revisión de la detención de Gambaryan.
Su esposa, Yuki, ha hecho un llamado desesperado a la administración estadounidense, instando al gobierno a utilizar todas las herramientas disponibles para liberar a su esposo, un ciudadano americano que, según ella, está en riesgo de sufrir daños permanentes. “No podemos permitir que esto continúe sin consecuencias. La falta de respeto por la ley y los derechos humanos debe ser enfrentada”, declaró Yuki. A medida que el juicio se prepara para continuar, los observadores internacionales están siguiendo de cerca el caso, y la presión sobre el gobierno de Nigeria para que actúe de manera justa y transparente ha ido en aumento. La combinación de un sistema judicial que parece estar más alineado con la política que con la justicia y la falta de atención adecuada a la salud de un detenido destaca una serie de problemas más amplios en el ámbito de los derechos humanos en el país.
El caso de Gambaryan no es un incidente aislado. Refleja un patrón más amplio de detenciones arbitrarias y la falta de respeto por el estado de derecho en Nigeria, donde a menudo se hace oídos sordos a las necesidades de los detenidos. El escrutinio público y la presión internacional son esenciales para garantizar que se respeten los derechos de Gambaryan y de otros que enfrentan situaciones similares. El tiempo avanza mientras Gambaryan sigue encarcelado, y aunque las peticiones de su liberación se intensifican, un miedo persistente persiste en la comunidad mundial sobre las condiciones bajo las cuales está viviendo. Las secuelas de este caso podrían influir en la percepción de las empresas que operan en Nigeria y en cómo se gestionan los derechos humanos dentro del sistema judicial del país.
Lo que está claro es que la situación de Tigran Gambaryan se está convirtiendo en un símbolo de lucha por la justicia, donde no solo su vida y bienestar están en juego, sino también la integridad del sistema judicial en Nigeria. La comunidad internacional está observando y esperando que se haga justicia, mientras que Gambaryan, un hombre cuyo único “crimen” parece ser la negativa a participar en un arreglo corrupto, permanece bajo la amenaza de una detención prolongada sin la atención médica y legal que urgentemente necesita.