Grupo Aeroportuario del Centro Norte, S.A.B. de C.V.
, mejor conocido por sus siglas OMAB, es una de las principales concesionarias de aeropuertos en México, con un papel relevante en la operación y desarrollo de importantes terminales aéreas en la región centro-norte del país. Su posición estratégica, combinada con una estructura operativa eficiente y un sólido perfil financiero, la convierte en una opción atractiva para inversionistas que buscan estabilidad y crecimiento en el sector de infraestructura de transporte. En los últimos meses, y con base en datos financieros recientes, se ha generado un interés creciente sobre OMAB como una acción con potencial alcista, apoyado por varios factores fundamentales que merecen análisis detallado. Uno de los aspectos más destacados en la teoría optimista sobre OMAB es su crecimiento constante en el tráfico de pasajeros. Durante el primer trimestre del año, la empresa reportó un aumento interanual del 9.
1% en la cantidad de pasajeros que utilizan sus instalaciones. Este incremento no solo refleja una mejora en la demanda por servicios aeroportuarios, sino que también enfatiza la recuperación y dinamismo de la industria aérea en México y la región en general, aún en un contexto macroeconómico desafiante. La tendencia ascendente del tráfico es un indicador clave para OMAB, ya que está directamente relacionada con sus ingresos comerciales y operativos. El crecimiento en ingresos fue aún más significativo, con un aumento del 15.6% en pesos mexicanos, excluyendo ventas relacionadas con construcción.
Esta diferencia en las tasas de crecimiento entre el tráfico de pasajeros y los ingresos habla de la capacidad que tiene OMAB para incrementar su ingreso por pasajero atendido, lo cual es un reflejo claro de su poder de fijación de precios. Esta ventaja competitiva sostiene a la empresa en un sector donde muchas concesionarias enfrentan presión para mantener tarifas y precios competitivos, sin embargo, OMAB parece haber logrado un equilibrio que le permite mejorar sus márgenes y rentabilidad. Otro elemento fundamental en la tesis alcista de OMAB es su margen operativo, que se ubicó en el último año en un impresionante 56.4%, cercano a máximos históricos. Este margen alto revela una estructura de costos eficiente y un perfil de ganancias de alta calidad, capaz de resistir presiones inflacionarias en diversos rubros tales como gastos de personal, mantenimiento y impuestos de concesiones.
La habilidad de OMAB para mantener su rentabilidad frente a la inflación demuestra su fortaleza operativa y la sostenibilidad de su modelo de negocio a largo plazo. Además, la empresa se encuentra en un momento crucial pues se espera próximamente la renovación del contrato de concesión otorgado por el gobierno mexicano. Esta renegociación tiene el potencial de ser un catalizador significativo para la firma, especialmente considerando la inflación acumulada en los últimos cinco años que podría reflejarse en términos más favorables para OMAB. Un contrato renovado con mejores condiciones no solo incrementaría sus ingresos, sino que también podría marcar un punto de inflexión en sus ganancias, proyectando un crecimiento más acelerado a partir de 2026. La valuación actual de la acción también apoya una perspectiva positiva.
Con un múltiplo de 11 veces el ingreso operativo de los últimos doce meses, OMAB presenta un precio relativamente bajo en comparación con otros activos de infraestructura considerados esenciales. Esta valoración atractiva, junto con sus ventajas competitivas evidentes y la creciente demanda del mercado, posiciona a OMAB como una oportunidad interesante para quienes buscan inversiones stable con potencial de crecimiento a largo plazo. La ubicación geográfica de los aeropuertos bajo la administración de OMAB, con un énfasis especial en el aeropuerto de Monterrey, añade una ventaja estratégica. Monterrey se está consolidando como un importante centro de transporte y logística en México, incrementando el valor comercial y de tráfico asociado a la terminal aérea. El aumento en el ingreso comercial por pasajero, que creció un 12.
5%, refleja la efectividad de OMAB para capitalizar esta ventaja y expandir sus fuentes de ingresos más allá de las tarifas tradicionales que cobra por uso del aeropuerto. En el ámbito de la competencia e inversión, aunque OMAB no es una de las acciones más populares entre los fondos de cobertura —con una disminución de su presencia en portafolios de seis a nueve en los últimos trimestres—, la empresa mantiene un perfil sólido que algunos inversores institucionales continúan valorando. La percepción de riesgo, impulsada por cambios regulatorios y la necesidad de negociaciones contractuales, provoca cierta cautela, pero es precisamente esta dinámica la que ofrece una atractiva optionalidad a los inversionistas dispuestos a evaluar el potencial a largo plazo. Por último, el mercado global de transporte aéreo y la gradual reactivación económica mundial representan una oportunidad adicional para OMAB. La demanda de viajes aéreos continúa recuperándose, lo que beneficia a los operadores aeroportuarios con capacidad para atender mayores flujos de pasajeros y optimizar ingresos.
En este sentido, OMAB se beneficia de una posición estable y un modelo de negocio con alto apalancamiento operativo, lo que significa que incrementos en el tráfico pueden traducirse en mejoras porcentuales aún mayores en la rentabilidad neta. En conclusión, Grupo Aeroportuario del Centro Norte, S.A.B. de C.
V. ofrece una propuesta de valor atractiva para inversionistas que buscan exposición a infraestructura crítica y resiliente en México. Su crecimiento sostenido en pasajeros, incremento en ingresos por pasajero, altos márgenes operativos, y la perspectiva de un contrato gubernamental renegociado con condiciones inflacionarias favorables, contribuyen a un panorama optimista que justifica el interés desde la perspectiva de una teoría alcista. El precio actual también favorece un punto de entrada razonable, posicionando a OMAB como una inversión competitiva en el sector aeroportuario con razones fundamentadas para esperar un desempeño positivo en los próximos años.