AMC Entertainment, una de las cadenas de cines más grandes a nivel mundial, ha revelado recientemente un descenso considerable en sus ingresos para el primer trimestre de 2025. Este retroceso refleja la disminución en la asistencia de público a sus salas, fenómeno que la compañía atribuye principalmente a la escasez de estrenos de alto impacto por parte de los estudios de Hollywood y a factores económicos que han llevado a los consumidores a reducir sus gastos discrecionales. El CEO de AMC, Adam Aron, destacó que, excepto los trimestres marcados directamente por la pandemia de Covid-19 y su posterior impacto, el rendimiento del primer trimestre de este año representa la cifra de taquilla más baja registrada desde 1996. Esta declaración subraya un marcado retroceso en la industria cinematográfica que afecta directamente a la cadena estadounidense. En los primeros meses del año, títulos de reconocidas productoras como Walt Disney, incluyendo "Captain America: Brave New World" y la película de acción real "Snow White", han sido algunos de los lanzamientos esperados.
Sin embargo, su desempeño en la taquilla no ha logrado generar un impacto significativo que impulse a los espectadores a las salas de cine. Este bajo rendimiento también se ve influenciado por una mayor cautela en el gasto por parte del público, que frente a la incertidumbre económica y el miedo a una posible recesión prepone el ahorro frente al entretenimiento. Según los datos publicados, los ingresos de AMC durante el primer trimestre se ubicaron en 862.5 millones de dólares, una disminución del 9.3% en comparación con los 951.
4 millones reportados en el mismo período del año anterior. Esta cifra refleja cómo el flujo de espectadores se vio afectado, con una reducción del 10% en la asistencia, alcanzando 42 millones de visitantes a nivel nacional. Esta caída en concurrencia no solo afecta directamente a las ganancias, sino también a la dinámica comercial que AMC sostiene con los estudios cinematográficos y sus socios comerciales. A pesar de esta tendencia negativa en el arranque del año, AMC reportó una recuperación en la demanda a partir del 1 de abril, con ingresos provenientes de la taquilla doméstica que se duplicaron en comparación con abril del año anterior. Esta mejora se ha visto acompañada por el estreno de nuevas producciones que han empezado a captar la atención del público, como "Sinners", protagonizada por Michael B.
Jordan, y la producción de Disney "Thunderbolts". Estos lanzamientos podrían ser indicios de una posible revitalización en la asistencia y en los ingresos durante el segundo trimestre. La situación por la que atraviesa AMC es representativa de un desafío generalizado en la industria del cine, que ha tenido que enfrentar cambios en el comportamiento de los consumidores y la competencia creciente de las plataformas de streaming. La comodidad y accesibilidad que ofrecen estas plataformas han modificado la forma en que las audiencias disfrutan de contenido audiovisual. Aunque los cines siguen siendo un espacio importante para la experiencia colectiva y la calidad de imagen y sonido, las alternativas digitales representan una competencia constante que impacta la viabilidad financiera de las cadenas tradicionales.
Más allá de las preocupaciones sobre el contenido y la competencia digital, la economía global y local juega un papel fundamental en la configuración de estas tendencias. El contexto actual, caracterizado por inflación y presiones en el poder adquisitivo de los consumidores, ha llevado a un replanteamiento en el consumo de productos y servicios considerados no esenciales. El gasto en entretenimiento, particularmente en actividades presenciales que requieren una inversión adicional en transporte y tiempo, es uno de los primeros rubros afectados en tiempos de incertidumbre económica. El objetivo de AMC para los próximos trimestres será encontrar un balance entre ofrecer contenidos atractivos que reaviven el interés del público y adaptar sus estrategias comerciales a un mercado en evolución. Innovaciones en la experiencia cinematográfica, como tecnologías de última generación en imagen y sonido, eventos especiales o alianzas estratégicas podrían ser vías para atraer a nuevos visitantes.
Asimismo, la empresa podría explorar modelos híbridos que integren el acceso a contenidos exclusivos en línea junto con las experiencias presenciales, aprovechando la complementariedad entre ambos canales para ampliar su alcance. En este sentido, la colaboración con estudios y creadores de contenido se vuelve esencial para garantizar un flujo constante de estrenos que tengan la capacidad de atraer grandes audiencias. El comportamiento del mercado y las preferencias del consumidor en el sector del entretenimiento están en constante transformación. Para AMC Entertainment, mantener una posición sólida requerirá una gestión inteligente de estos cambios, enfocándose en la innovación, la diversificación de su oferta y la mejora continua de la experiencia en sus salas. En conclusión, aunque AMC enfrenta un periodo desafiante marcado por la caída en ingresos y asistencia, los indicios de recuperación en el segundo trimestre ofrecen una esperanza para la cadena cinematográfica.
La clave estará en su capacidad para adaptarse a las nuevas demandas del mercado, fortalecer su propuesta de valor y aprovechar el resurgimiento de títulos atractivos para reconectar con el público. El futuro del cine tradicional dependerá en gran medida de cómo se reinvente en este entorno de cambios rápidos y dinámicos.