Gemini, la conocida casa de intercambio de criptomonedas creada por Cameron y Tyler Winklevoss, ha dado un paso significativo en su estrategia de expansión internacional al obtener la licencia MiFID II otorgada por la Autoridad de Servicios Financieros de Malta (MFSA). Esta autorización regula y habilita a la empresa para ofrecer productos derivados, como futuros perpetuos y otros instrumentos financieros complejos, en el conjunto de países que conforman el Área Económica Europea (EEE), incluyendo los 27 estados miembros de la Unión Europea así como Islandia, Liechtenstein y Noruega. La obtención de la licencia MiFID II no solo subraya la intención de Gemini de operar dentro del marco regulatorio europeo, sino que también destaca el creciente interés y la evolución que experimenta el sector de las criptomonedas en ámbitos regulados tradicionalmente ligados a los mercados financieros convencionales. La regulación MiFID II (Markets in Financial Instruments Directive II) es un estándar europeo que ordena, supervisa y garantiza la transparencia, protección de los inversores y competencia equitativa en los mercados de instrumentos financieros, aportando seguridad y confianza tanto a los operadores como a los usuarios. En este contexto, Gemini se posiciona para ofrecer una gama de derivados que son fundamentales para la diversificación y sofisticación del ecosistema cripto.
Los productos derivados, incluidos los futuros perpetuos, permiten a los inversores apostar por la evolución de precios de criptoactivos sin necesidad de poseerlos físicamente, además de gestionar riesgos y optimizar estrategias de inversión. La entrada de Gemini en este negocio en Europa contribuye a reforzar la competencia y las opciones para usuarios minoristas e institucionales, aumentando la profundidad y liquidez del mercado local. La decisión estratégica de Gemini responde a un movimiento generalizado de importantes plataformas que buscan ampliar sus fuentes de ingreso más allá del simple intercambio de criptomonedas spot. Sectores como el trading de derivados representan una oportunidad para la generación de ingresos más sostenidos, especialmente en un entorno de volatilidad elevada que caracteriza a los activos digitales. La incursión de Gemini se enmarca en un panorama donde otros grandes actores, como Coinbase, también están ampliando su oferta de derivados.
Por ejemplo, Coinbase concretó en 2025 la adquisición de Deribit, una plataforma especializada en opciones y futuros sobre bitcoin y ether, en una operación valorada en 2.900 millones de dólares. Este movimiento les brindó un dominio inmediato en el espacio de derivados norteamericano, mientras que Gemini focaliza sus esfuerzos en el mercado europeo, buscando consolidar una presencia sólida y regulada. La licencia obtenida en Malta tiene especial relevancia estratégica. El país mediterráneo es uno de los centros regulatorios más activos y amigables con las criptomonedas dentro de Europa.
Con su marco normativo avanzado y adaptado, Malta ha atraído a múltiples empresas del sector, y la MFSA es reconocida por su rigurosidad y buen equilibrio entre regulación y crecimiento. Al aliarse con este entorno, Gemini se asegura operar bajo altos estándares, lo que resulta atractivo para inversores institucionales que requieren cumplimiento normativo estricto. Además, la regulación MiFID II exige que las plataformas cumplan con controles técnicos y operativos rigurosos antes de lanzar nuevos productos como los futuros perpetuos y otros derivados. En este sentido, Gemini ha declarado que trabaja para garantizar que todos los procesos se implementen de manera conforme y segura, anticipando el lanzamiento oficial en los próximos meses. Esto implica una preparación no solamente técnica, sino también en términos de estructuras de gobernanza, gestión de riesgos y atención al cliente.
Desde una perspectiva del mercado, la oferta de derivados en Europa se considera una novedad en rápida evolución. Si bien las criptomonedas han experimentado una adopción creciente, la propuesta de instrumentos financieros derivados vinculados a ellas aún es limitada y fragmentada en ciertas regiones. Gemini busca aprovechar esta oportunidad con una propuesta integral que cubre tanto clientes minoristas como institucionales, ofreciendo nuevas formas de inversión, especulación y cobertura. El entorno europeo además presenta un ecosistema regulatorio único y puede actuar como trampolín para futuros movimientos globales de la empresa. Por otro lado, la incursión en derivados también refleja el aumento de interés por parte de inversores profesionales en los activos digitales.
Estos instrumentos suelen exigir un mayor conocimiento técnico y experiencia, y suelen estar vinculados a estrategias avanzada de trading. Por ello, la expansión de Gemini mediante la licencia MiFID II puede catalizar una mayor madurez del mercado cripto europeo, permitiendo que actores tradicionales y nuevos participantes se acerquen a estos activos dentro de un marco más transparente y seguro. El movimiento de Gemini también puede verse como una respuesta directa a la competencia regional. Por ejemplo, Kraken, otro importante intercambio cripto, ya había asegurado una licencia MiFID en Europa mediante la adquisición de una empresa de inversión con sede en Chipre a principios de 2025. Esto demuestra que las grandes plataformas han identificado que para consolidarse y crecer en Europa es fundamental contar con credenciales regulatorias fuertes, una condición que mejora la confianza de los usuarios y de las entidades reguladoras.
En términos generales, la expansión de Gemini contribuye a fortalecer el entramado europeo en materia de activos digitales. La entrada de proveedores importantes con licencia implica un mayor control sobre las prácticas de mercado, protección al inversor y estabilidad del ecosistema, aspectos que vienen siendo demandados tanto por las autoridades como por el público en general. Este contexto favorable puede favorecer la inclusión financiera, la innovación tecnológica y el desarrollo económico, ubicando al continente como un jugador relevante en la revolución de las finanzas digitales. En conclusión, la obtención de la licencia MiFID II por parte de Gemini en Malta marca un hito trascendental para la plataforma estadounidense y el mercado europeo de criptomonedas. Este paso se traduce en la capacidad para ofrecer productos derivados complejos de manera rentable y regulada en el Área Económica Europea, ampliando las opciones de inversión para distintos perfiles de usuarios.
A su vez, reafirma la tendencia creciente de los intercambios cripto hacia instrumentos financieros más sofisticados y la consolidación de Europa como un espacio competitivo y seguro para la tecnología blockchain y los activos digitales. La trayectoria de Gemini en este nuevo capítulo seguramente atraerá la atención del sector y podría provocar un efecto en cadena estimulando la llegada de más actores regulados con ofertas innovadoras. Conforme avancen los próximos meses, será clave observar cómo se ejecutan las etapas operativas y técnicas para lanzar los productos derivados y cómo responde el mercado a esta oferta, que promete cambiar las reglas del comercio cripto en el continente.