En un contexto de creciente resistencia por parte de los comerciantes a las reformas fiscales, el Ministro de Finanzas de Pakistán, Muhammad Aurangzeb, ha hecho un llamado urgente a la cooperación colectiva de todos los sectores de la economía. Este mensaje, dirigido a los comerciantes, minoristas y a la industria en general, se produce en medio de una serie de huelgas y protestas organizadas por distintas asociaciones comerciales en respuesta a las nuevas medidas impositivas introducidas por la Junta Federal de Ingresos (FBR). El esquema Tajir Dost, que busca formalizar el sector minorista y llevar a los comerciantes y mayoristas al sistema tributario, ha sido uno de los principales puntos de discusión en las recientes semanas. Desde su implementación, numerosos grupos comerciales han mostrado su oposición, argumentando que las nuevas regulaciones son demasiado estrictas y que afectan negativamente a sus actividades comerciales. En este clima de descontento, el Ministro Aurangzeb ha subrayado la importancia de aumentar la relación entre impuestos y PIB, que actualmente se sitúa en solo el 8.
8%, una cifra que él considera insostenible. Durante una conferencia de prensa celebrada en Islamabad, el Ministro de Finanzas expuso sus preocupaciones sobre la situación fiscal del país. Declaró: “El año pasado logramos aumentar nuestros ingresos fiscales en un 29%, pero necesitamos llevar esta cifra a un 15% del PIB. No hay país que funcione de manera sostenible con estos niveles de recaudación”. Este llamado a la acción busca, no solo mejorar la situación económica nacional, sino también garantizar que todos los sectores contribuyan de manera equitativa al desarrollo del país.
Aurangzeb hizo hincapié en la necesidad de una “acción colectiva” y pidió a los comerciantes que se den cuenta de la importancia de pagar impuestos para mantener y desarrollar la economía. “No podemos seguir así”, dijo, refiriéndose a la situación en la que las clases trabajadora y media ya están contribuyendo significativamente más de lo que les corresponde en relación con su participación en el PIB. “¿Por cuánto tiempo más podremos permitir que este país funcione de esta manera?”, cuestionó, instando a los comerciantes y distribuidores a unirse a los esfuerzos del gobierno para revitalizar la economía. El ministro también abordó el tema de la inflación, que en agosto alcanzó un nivel de un solo dígito, lo que sugiere que las medidas económicas están empezando a dar resultados. Este descenso en la inflación podría llevar a un eventual recorte en la tasa de interés por parte del Banco Estatal de Pakistán, lo que, según Aurangzeb, estimularía aún más la industria y el crecimiento económico.
Sin embargo, las palabras del Ministro de Finanzas no han logrado mitigar el descontento de los comerciantes, quienes argumentan que las reformas fiscales perjudican su capacidad de operar y crecer. En diversas ciudades del país, se han llevado a cabo huelgas de cierre donde los comerciantes han cerrado sus tiendas en protesta por las políticas fiscales. Estas manifestaciones han ganado atención y presión pública, lo que pone al gobierno en una posición complicada frente a la necesidad de recaudar ingresos y mantener la paz social. La implementación del esquema Tajir Dost ha sido particularmente controversial. Se plantea como una herramienta para formalizar el sector, normalmente escasamente regulado, pero muchos comerciantes ven esta medida como un ataque directo a su forma de vida.
Argumentan que la burocracia y las cargas adicionales podrían crear obstáculos insuperables para sus negocios. En medio de esta tensión, el Ministro Aurangzeb también destacó algunos desarrollos positivos en la economía, incluyendo la reciente mejora en las calificaciones crediticias del país por parte de agencias internacionales como Fitch y Moody’s. Este cambio en la calificación, que subió de Caa3 a Caa2, es considerado un indicador de que las condiciones macroeconómicas de Pakistán están mejorando, aunque desde niveles muy bajos. Aurangzeb se mostró optimista: “Esta es un reconocimiento externo de que la economía está avanzando en la dirección correcta”, manifestó, insinuando que con el tiempo, la confianza de los inversores podría ir en aumento si las tendencias actuales se consolidan. Sin embargo, muchos en el sector comercial permanecen escépticos.
La falta de diálogo y la percepción de que sus preocupaciones no han sido suficientemente atendidas alimenta la resistencia a seguir adelante con las reformas fiscales. Algunos comerciantes han comenzado a organizar foros y reuniones para discutir y buscar alternativas viables, donde se puedan expresar sus inquietudes mientras que al mismo tiempo se busque cumplir con las obligaciones fiscales. El Ministro de Finanzas también lanzó una invitación a los comerciantes a participar en un diálogo constructivo con el gobierno, sugiriendo que esta podría ser una vía para encontrar soluciones mutuamente beneficiosas. “Estamos aquí para escuchar”, dijo Aurangzeb. “Es importante que trabajemos juntos para resolver estos problemas y encontrar un modelo que funcione para todos.