El precio del oro tropieza por debajo de los $2,500 mientras los participantes del mercado esperan el informe de NFP En un entorno marcado por la incertidumbre económica y las tensiones geopolíticas, el precio del oro ha experimentado un tropiezo significativo, cayendo por debajo de la barrera crucial de los $2,500. Este movimiento se produce en un contexto de calma en los mercados norteamericanos, que observan este descenso con una mezcla de cautela y expectación ante la inminente publicación del informe de nóminas no agrícolas (NFP) de Estados Unidos. Durante la sesión norteamericana, marcada por la festividad del Día del Trabajo en EE.UU., la volatilidad en los mercados fue notablemente baja.
El oro, conocido como un refugio seguro en momentos de turbulencia financiera, ahora se enfrenta a un panorama incierto, con la cotización del XAU/USD situándose en $2,499, lo que representa una caída del 0.14%. Avera de este contexto, la atención de los inversores está fuertemente enfocada en los próximos reportes económicos estadounidenses, que incluyen los índices de gerentes de compras (PMI) del Instituto de Gestión de Suministros, las oportunidades laborales en el informe JOLTS, la variación del empleo según el informe ADP y, por supuesto, las tan esperadas cifras del NFP. Estas estadísticas son fundamentales, ya que se espera que influyan significativamente en la toma de decisiones por parte de la Reserva Federal sobre la posible reducción de tasas de interés en la próxima reunión de septiembre. La última intervención de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, en el simposio de Jackson Hole, fue un ejemplo claro de la mezcla de optimismo y precaución que caracteriza la actual situación económica.
Powell subrayó que, aunque la inflación parece estar cediendo, las señales de un mercado laboral debilitado generan preocupaciones sobre el riesgo de recesión, lo que ha llevado a muchos analistas a revaluar sus pronósticos. Este frágil estado de la economía también se ha visto reflejado en los datos más recientes. Según el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE), el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal se mantiene en torno al 2.5%. Sin embargo, el aumento en la tasa de desempleo, que ha pasado del 3.
8% al 4.3% en los últimos cuatro informes de NFP, está avivando el temor entre los funcionarios de la Fed de que el mercado laboral se enfrente a un enfriamiento más rápido de lo previsto. Con un mercado laboral que muestra signos de debilidad y una caída en los informes de empleo, los inversionistas tienden a aferrarse al dólar estadounidense. Esto ha llevado a una presión adicional sobre los precios del oro, que históricamente tienden a moverse en direcciones opuestas al dólar. La reciente fortaleza del dólar está afectando negativamente las cotizaciones de la materia prima, lo que generó una caída en los precios del oro.
En medio de este torbellino económico, persisten inquietudes geopolíticas que añaden más leña al fuego. Los rumores de que el presidente Biden podría proponer un acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamas podrían tener repercusiones significativas en el sentimiento del mercado. A medida que estas tensiones continúan, los inversores permanecen en un estado de alerta, listos para reaccionar ante cualquier cambio en la retórica o en los acontecimientos sobre el terreno. Para los comerciantes de oro, la mirada está fija en el calendario económico de Estados Unidos, que se presenta cargado de datos cruciales. Se espera que el índice ISM de manufactura de agosto mejore, ascendiendo de 46.
8 a 47.8, mientras que se anticipa que el PMI de servicios se expanda ligeramente de 51.4 a 51.5. En cuanto a las vacantes laborales de julio, se prevé que caigan a 8.
10 millones desde 8.184 millones en junio, lo que puede ser un indicador del estado del mercado laboral. Por su parte, el informe ADP sobre el cambio en el empleo privado podría mostrar un aumento de 122,000 en julio a 150,000 en agosto, sugiriendo un respiro, aunque limitado. Además, las cifras de NFP de agosto son están en el centro de las expectativas, ya que se proyecta que revelen un aumento de 114,000 a 163,000 nuevos puestos de trabajo, mientras que se anticipa que la tasa de desempleo podría descender del 4.3% al 4.
2%. Estas cifras se esperan con gran interés, ya que cualquier sorpresa en los datos podría desencadenar movimientos significativos en los mercados financieros. En el análisis técnico, el futuro inmediato de los precios del oro parece sombrío. A pesar de que se proyectan expectativas de alza en el medio y largo plazo, el momentum se ha visto comprometido, como se indica en el índice de fuerza relativa (RSI), que aunque sigue en terreno positivo, muestra tendencia a la baja. Si el precio del oro rompe por debajo de la barrera de los $2,500, el siguiente nivel de soporte se establecen en torno a los $2,470, alcanzando con posterioridad los $2,424 a $2,431, que coinciden con el promedio móvil simple de 50 días.
Por otro lado, si el oro logra mantenerse por encima de los $2,500, el siguiente nivel de resistencia a vigilar será el máximo histórico, seguido por la marca de $2,550. Un quebranto por encima de este último nivel podría exponer al oro a una presión alcista que lo lleve a los $2,600. La inversión en oro, históricamente considerada un refugio seguro, se ha vuelto más pertinente en este clima de incertidumbre económica y política. La metal precioso no solo sirve como un activo físico, sino que también se percibe como una protección contra la inflación y la depreciación de las monedas. En conclusión, el precio del oro ha caído por debajo de los $2,500 en medio de un mercado con señales encontradas de crecimiento y riesgos de recesión.
A medida que los participantes del mercado fijan su atención en los próximos informes económicos clave, la volatilidad del oro podría intensificarse, ya que la interacción entre la política monetaria y los eventos globales sigue siendo un factor determinante en su cotización. La comunidad de inversores estará monitoreando de cerca estos desarrollos, anticipando que cualquier cambio repentino en los datos económicos podría dar lugar a movimientos bruscos en el mercado, haciendo que el oro vuelva a ser el centro de atención en tiempos de incertidumbre.