Los grandes bancos estadounidenses mantienen que los consumidores son resilientes ante las preocupaciones económicas En medio de un panorama económico incierto marcado por la inflación y los altos costos de los préstamos, los gigantes bancarios de Estados Unidos han mostrado un optimismo sorprendente respecto a la fortaleza del consumidor. Recientemente, economistas y analistas financieros han estado observando con atención los informes de resultados de las principales instituciones financieras, como JPMorgan Chase y Wells Fargo, que han reportado un sólido gasto por parte de los consumidores en el tercer trimestre de 2024. A pesar de las dificultades económicas y el aumento de las tasas de interés, el mensaje es claro: los estadounidenses todavía están gastando y, de hecho, están manteniendo su nivel de consumo. Durante una reciente conferencia telefónica con analistas, Jeremy Barnum, el director financiero de JPMorgan, expresó que los patrones de gasto han sido «sólidos». Este comentario se produce en un contexto donde muchos temen que el incremento en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) pueda empujar a la economía hacia una desaceleración o incluso una recesión.
Sin embargo, Barnum destacó que el gasto se ha normalizado después del "rebote" post-pandémico, cuando los consumidores se lanzaron a gastar en viajes y cenas fuera de casa. Por su parte, Michael Santomassimo, el director financiero de Wells Fargo, también se mostró optimista, subrayando que el gasto en tarjetas de crédito y débito, aunque ha disminuido ligeramente en comparación con el inicio del año, sigue siendo «bastante sólido». De hecho, los datos anuales de la entidad revelaron un aumento del 2% en el volumen de transacciones con tarjetas de débito y un significativo incremento del 10% en las compras con tarjetas de crédito. Estos informes se producen en un momento en el que la preocupación sobre la economía estadounidense se ha intensificado debido a señales de un mercado laboral debilitado y la posibilidad de que la Fed continúe aumentando las tasas de interés para combatir la inflación. Muchos analistas temen que estas medidas puedan tener consecuencias negativas para el crecimiento económico del país.
No obstante, a pesar de estos temores, el fuerte rendimiento de los bancos ha demostrado que los consumidores en general mantienen su capacidad de gasto, lo cual es vital para el destino económico. Como señaló Barnum, su empresa observa que los patrones de consumo son consistentes con un mercado laboral fuerte y un escenario de "no aterrizaje" que, hasta ahora, ha eludido una crisis económica inminente. Dicho esto, los bancos han debido hacer frente a una serie de desafíos, especialmente relacionados con el aumento de la morosidad en los préstamos. Ambos bancos han decidido reservar dinero para cubrir posibles pérdidas en los préstamos. JPMorgan, por ejemplo, ha destinado $3.
11 mil millones para este fin, un aumento significativo en comparación con los $1.38 mil millones que reservó el año anterior. Esto responde principalmente a las pérdidas potenciales en los préstamos de tarjetas de crédito. A pesar de la sólida posición de los consumidores en general, los detalles más sutiles de los datos demuestran que la imagen no es uniforme. Mientras que los consumidores de mayores ingresos todavía están gastando con confianza, la presión inflacionaria ha comenzado a afectar a los estadounidenses de menores ingresos.
Santomassimo advirtió que la inflación acumulada está impactando a estos consumidores, quienes están viendo un deterioro en su situación financiera. Los datos reflejan tanto un aumento en los saldos de las tarjetas de crédito como un incremento en las morosidades, particularmente en préstamos de automóviles. Estas tendencias han llevado a algunos analistas a concluir que, si bien hay un gasto sólido entre los consumidores de ingresos más altos, los que están en la base de la pirámide económica están luchando por mantener su estabilidad financiera. De esta manera, el panorama se vuelve más complicado, ya que las condiciones de vida se han vuelto más difíciles para una porción sensible de la población. Por otra parte, la confianza del consumidor también ha mostrado un ligero descenso en los últimos meses, según una encuesta de la Universidad de Michigan.
Este sentimiento general refleja una frustración persistente con respecto a la inflación y los altos precios, lo que plantea un reto para los economistas que esperan que el gasto del consumidor continúe sostenido. Analistas del sector financiero también están comenzando a prestar atención a las dinámicas del gasto. Paul Nolte, asesor de inversiones y estratega de mercado en Murphy & Sylvest, acentuó que, aunque las cifras promedio de gasto son positivas, la realidad puede estar influenciada por aquellos consumidores con mayores ingresos. En contraste, para aquellos en el extremo inferior de la escala, la situación sigue siendo complicada y podría intensificarse. Con el ojo puesto en el futuro, los analistas se preparan para obtener una imagen más clara del estado del consumidor en Estados Unidos.
Los informes de ganancias de Bank of America y Citigroup, junto con los datos de ventas minoristas que se publicarán en breve, prometen ofrecer información adicional sobre las tendencias de gasto y la salud financiera de los consumidores. Así, mientras los grandes bancos celebran una temporada de ganancias sólidas, queda por verse si la fortaleza del consumidor puede mantenerse en medio de un entorno económico desafiante. Los próximos meses serán cruciales para evaluar si el gasto continúa comportándose de manera sólida o si, finalmente, la presión económica provocará un cambio en el comportamiento del consumidor. La capacidad de los estadounidenses para mantener su nivel de gasto no solo impactará a las grandes instituciones financieras, sino que también será fundamental para la salud general de la economía del país. La resiliencia del consumidor ha sido un pilar clave durante las turbulencias económicas de los últimos años, y su comportamiento futuro será determinante para navegar la incertidumbre que se avecina.
En este contexto, el análisis y la comprensión de las tendencias del mercado se vuelven más relevantes que nunca, ya que los consumidores enfrentan un panorama lleno de desafíos, pero también de oportunidades. En resumen, el informe de los bancos estadounidenses señala que, a pesar de las preocupaciones económicas, los consumidores han demostrado su fortaleza. Sin embargo, la disparidad en el impacto de la inflación y los precios en diferentes niveles de ingresos presenta un rompecabezas que requiere atención cuidadosa. La economía de Estados Unidos sigue siendo un fenómeno complejo en el que las decisiones de gasto de los consumidores impactan no solo a los bancos, sino a la estabilidad misma del país.