El regreso a clases es un momento emocionante para muchos niños y padres, pero también marca el inicio de una temporada en la que los resfriados y virus suelen proliferar. Con el inicio del año escolar, los niños pasan más tiempo en contacto cercano, lo que facilita la propagación de diversas enfermedades. Es por ello que George Sandhu, farmacéutico y subgerente de Well Pharmacy, advierte a los padres que estén atentos a ocho "bichos de regreso a la escuela" que podrían afectar la salud de sus pequeños. Uno de los problemas más comunes en esta época es el resfriado común y la gripe. Estos virus son altamente contagiosos y pueden propagarse fácilmente en espacios cerrados y durante actividades escolares.
La mejor defensa contra estos virus es fomentar buenas prácticas de higiene, como el lavado constante de manos y el uso de desinfectantes. Además, los padres pueden considerar la suplementación con vitaminas, en especial las vitaminas A, C y D, que son esenciales para el fortalecimiento del sistema inmunológico de los niños. Otra afección común que los farmacéuticos anticipan observar es el dolor de garganta. Los niños, al regresar a la escuela y compartir espacios, son más vulnerables a infecciones virales que afectan la garganta. Si un niño presenta síntomas como dolor al tragar, ronquera o inflamación, es importante actuar rápidamente.
El uso de pastillas para la garganta y un agradante líquido caliente pueden aliviar los síntomas, pero si no hay mejoría, se recomienda consultar a un médico. El impétigo es otro de los problemas que pueden surgir en los más pequeños. Esta infección de la piel es extremadamente contagiosa y se presenta comúnmente en niños que pasan mucho tiempo en contacto físico. Los signos iniciales incluyen la aparición de llagas y ampollas que se rompen, dejando parches costrosos. Sandhu enfatiza que si se observa esta condición, es crucial mantener al niño alejado de la escuela hasta que haya recibido tratamiento, que puede incluir cremas antibacterianas o, en casos más severos, antibióticos recetados por un médico.
Los padres también deben estar atentos a las infecciones de oído, que son comunes entre los niños. Estas infecciones pueden causar molestias significativas y suelen presentarse con síntomas como fiebre, irritabilidad o dificultad para escuchar. El tratamiento primario incluye analgésicos como paracetamol o ibuprofeno, y en algunos casos, se puede requerir una visita al médico para una evaluación más profunda. Uno de los temores frecuentes entre los padres es el contagio de piojos. Los piojos son parásitos que se transmiten principalmente a través del contacto cabeza a cabeza.
Es fundamental que los padres revisen regularmente la cabeza de sus hijos, especialmente detrás de las orejas y en la nuca. Si se detecta una infestación, los farmacéuticos están capacitados para recomendar los tratamientos adecuados, que generalmente son lociones o champús específicos diseñados para eliminar piojos y liendres. La sarna es otra preocupación. Este parásito microscópico provoca picazón intensa, especialmente durante la noche, y puede causar una erupción similar a pequeños bultos. Sandhu aconseja que al sospechar de sarna, se debe desinfectar la ropa y la ropa de cama del niño, lavándolas a una temperatura de al menos 60 grados centígrados.
Si no se trata, la sarna puede propagarse rápidamente, por lo que es esencial actuar con rapidez. Los threadworms, o oxiurias, representan otro problema común entre niños que vuelven a la escuela. Estos parásitos pueden causar picazón alrededor del área anal, especialmente durante la noche. Los wormianos son altamente contagiosos y pueden propagarse a través de superficies y objetos en el hogar. Los farmacéuticos suelen recomendar medicamentos como mebendazol, que se deben administrar a todos los miembros de la familia que vivan con el niño afectado.
Finalmente, con el inicio del año escolar, es importante que los padres se mantengan informados y proactivos en la salud de sus hijos. George Sandhu destaca la importancia de la comunicación con los farmacéuticos, quienes pueden ofrecer consejos valiosos sobre cómo prevenir y tratar estas condiciones. El objetivo es garantizar que los niños puedan disfrutar de su experiencia escolar sin interrupciones por enfermedades. Para minimizar el riesgo de contagio, se recomienda a los padres establecer una rutina de higiene con sus hijos que incluya lavarse las manos correctamente antes de las comidas y después de usar el baño. También es beneficioso incentivar hábitos saludables como una dieta balanceada que incluya frutas y verduras ricas en vitaminas, agua suficiente e incluso la actividad física regular, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.
Finalmente, nunca está de más recordar que si un niño presenta síntomas de cualquiera de estas condiciones, es fundamental actuar de inmediato. No solo es importante cuidar de la salud del niño, sino también la de sus compañeros. Si se cree que un niño puede estar afectado, es recomendable que se quede en casa hasta que se recupere por completo. El regreso a clases debe ser una época de aprendizaje y diversión, no de enfermedades. Según Sandhu, estar bien informado y preparado puede marcar la diferencia.
Utilizar los consejos y recursos disponibles, como las farmacias y los médicos, no solo ayudará a los padres a mantenerse un paso adelante, sino que también permitirá que los niños disfruten de un año escolar exitoso y saludable.