En el mundo del diseño digital, la elección de la herramienta adecuada es fundamental para el éxito de cualquier proyecto. Figma ha ganado una gran popularidad en los últimos años por su modelo basado en la nube y colaboración en tiempo real. Sin embargo, una tendencia interesante está surgiendo entre diseñadores y equipos, quienes están evaluando una transición hacia Sketch. Esta decisión no es casualidad; responde a una serie de beneficios y características que Sketch ofrece y que resultan atractivas para profesionales que buscan mayor control, productividad y estabilidad en sus procesos creativos. Uno de los aspectos más destacados que diferencia a Sketch de Figma es la estructura de precios y la claridad en la facturación.
En Sketch no existen cargos inesperados por colaboradores o proyectos adicionales, una realidad que genera tranquilidad en equipos grandes o en constante crecimiento. Si un editor invitado ya posee una suscripción activa, no se cobra un costo adicional, eliminando la duplicación de pagos. Además, los espectadores o revisores del proyecto pueden acceder sin costos, permitiendo una colaboración abierta y sin barreras, lo que resulta especialmente valioso para incluir clientes, managers o desarrolladores en el proceso de revisión sin aumentar el presupuesto. El concepto de colaboración que ofrece Sketch ha evolucionado notablemente en los últimos años. Aunque Figma es reconocido por su capacidad de trabajo simultáneo en la nube, Sketch ha integrado desde 2021 funcionalidades de colaboración en tiempo real directamente en su aplicación nativa para macOS.
Esta opción permite que los diseñadores trabajen juntos en el mismo documento, visualizando los cursores de sus compañeros o manteniéndolos ocultos según la preferencia. Esta colaboración fluida sin conflictos es posible gracias a los Espacios de Trabajo compartidos que Sketch ofrece con su suscripción, facilitando tanto el trabajo conjunto como el acceso a los proyectos desde múltiples dispositivos. Un elemento clave que potencia la experiencia de uso de Sketch es su aplicación web gratuita destinada a clientes y colaboradores. Esta plataforma online permite visualizar documentos, probar prototipos y dejar comentarios directamente en el lienzo digital. Los usuarios pueden inspeccionar los diseños, descargar activos gráficos y exportar tokens de diseño sin necesidad de contar con la aplicación instalada.
Este acceso universal y multiplataforma es vital para integrar a todas las partes interesadas sin limitarse al sistema operativo o dispositivo que utilicen. La capacidad de trabajar tanto en línea como sin conexión representa otra ventaja competitiva importante de Sketch. Muchos diseñadores valoran poder continuar sus proyectos sin depender de una conexión constante a internet, especialmente durante viajes o en entornos con acceso limitado. Sketch admite completamente flujos de trabajo locales, permitiendo crear, modificar y gestionar documentos guardados en el equipo, sin dejar de sincronizarse automáticamente cuando la conexión se restablece. Esta flexibilidad ofrece mayor independencia y seguridad para quienes prefieren manejar sus archivos fuera de servidores externos.
Para equipos con desarrolladores involucrados en la implementación de los diseños, Sketch proporciona herramientas gratuitas dedicadas al traspaso y desarrollo. Los desarrolladores pueden inspeccionar la composición de los proyectos, medir distancias entre capas, copiar valores CSS, descargar activos y exportar tokens sin necesidad de tener la aplicación instalada ni siquiera utilizar un dispositivo Mac. Su accesibilidad desde cualquier navegador facilita la colaboración entre diseñadores y programadores, optimizando la comunicación y reduciendo tiempos de entrega. En cuanto a prototipos, Sketch ha abandonado la necesidad de plugins externos para crear experiencias interactivas inmersivas. Actualmente, la generación de prototipos es una función integrada dentro de la aplicación, permitiendo a los usuarios crear interacciones complejas como desplazamientos multidireccionales, superposiciones avanzadas, así como acciones basadas en el pasar o presionar botones.
Además, estos prototipos pueden compartirse mediante enlaces, probarse en dispositivos reales a través de la app para iOS y gestionarse con una interfaz simplificada, facilitando la validación de ideas en cuestión de segundos. Más allá de las características técnicas, lo que diferencia a Sketch es su enfoque en el desarrollo de funciones medidas y útiles. En lugar de saturar la herramienta con funcionalidades, Sketch prioriza la calidad y aplicabilidad de cada elemento. Innovaciones como Layés inteligentes permiten gestionar el diseño con flexibilidad, evitando limitaciones típicas en sistemas de disposición rígidos. El Minimap, por ejemplo, facilita la navegación en proyectos complejos, aportando una experiencia más cómoda y eficiente.
Esta filosofía orientada a los detalles no solo mejora la productividad sino que también mantiene la interfaz limpia y accesible. En términos de licenciamiento, Sketch ofrece opciones claras y equilibradas. Mientras Figma se maneja exclusivamente a través de suscripciones en la nube, Sketch combina un modelo por suscripción para proyectos colaborativos basados en la nube y una licencia de pago único para quienes prefieren administrar archivos localmente. Esta combinación permite a los usuarios elegir el esquema que mejor se adapte a sus necesidades, permitiendo tanto a freelancers como a grandes equipos aprovechar el software ajustando su inversión de manera predecible y justa. Otro punto de gran interés para quienes buscan flexibilidad es el formato abierto de Sketch.
A diferencia de Figma, que mantiene su formato propietario, Sketch ha promovido desde sus inicios un sistema de archivos abierto que facilita la importación, exportación y migración entre diferentes plataformas y herramientas. Para quienes decidan cambiar de Figma a Sketch, la plataforma incluso proporciona un importador de archivos .fig, un recurso que simplifica y acelera el proceso evitando contratiempos y pérdida de información. Esta apertura garantiza que los diseñadores mantengan control total sobre su trabajo a lo largo del tiempo. El soporte humano y personalizado también constituye un valor diferencial de Sketch.
La empresa se dedica a ofrecer asistencia directa y cercana, con profesionales que en muchos casos son diseñadores activos, lo que garantiza una comprensión profunda de las necesidades del usuario. La posibilidad de reservar charlas gratuitas con un diseño defensor para resolver dudas o recibir orientación en el proceso de transición forma parte del compromiso de Sketch de acompañar al usuario en cada etapa. Esta atención diferencial construye confianza y refuerza el sentido de comunidad alrededor de la herramienta. La opinión de la comunidad de diseñadores que han hecho la transición es un testimonio importante sobre la efectividad y calidad de Sketch. Usuarios expresan que Sketch es una herramienta de diseño primero, con colaboración integrada, a diferencia de Figma que es una plataforma colaborativa que incluye diseño.
Su experiencia destaca la superioridad en edición vectorial, gestión de capas y colores, además del placer de contar con una aplicación nativa para Mac que se siente fluida y potente. Estas ventajas influyen en tiempos de trabajo más cortos y en una mayor precisión en el resultado final. Otro aspecto enfatizado por expertos es el respeto por la privacidad y la autonomía del diseñador. Mientras que algunas plataformas cloud pueden rastrear o monitorear el tiempo y actividad de los usuarios, Sketch ha tomado una postura consciente de no incluir funcionalidades invasivas, subrayando un enfoque ético sobre cómo deben gestionarse los datos y la interacción dentro del entorno de diseño. En definitiva, el movimiento de Figma a Sketch no es solo un cambio tecnológico, sino una decisión estratégica que impacta la manera en que diseñadores individuales y equipos creativos abordan sus proyectos.