Las acciones de Gilead Sciences, una de las empresas biofarmacéuticas más importantes del mundo, experimentaron una caída significativa tras la publicación de su informe financiero del primer trimestre de 2025. Aunque la empresa no reportó resultados malos, la reacción del mercado reflejó cierta decepción entre los inversionistas, lo que generó una baja superior al 2% en el valor de sus acciones en la jornada siguiente a la presentación de resultados. Esta caída contrasta con el desempeño positivo del índice S&P 500, que subió un 0.6% en la misma sesión, poniendo de manifiesto un desencanto con las perspectivas de la compañía. El reporte trimestral mostró ingresos por 6.
67 mil millones de dólares, un resultado prácticamente plano respecto al mismo periodo del año anterior. Este estancamiento en las ventas se debe principalmente a la disminución en la comercialización de ciertos medicamentos clave, como Veklury, indicado para el tratamiento de COVID-19, y diversos productos de oncología. Sin embargo, Gilead informó mejoras en las ventas de medicamentos para enfermedades hepáticas y tratamientos contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que ayudaron a compensar parcialmente la caída en otras áreas. A nivel de rentabilidad, la compañía revirtió pérdidas previas y reportó una ganancia neta ajustada de aproximadamente 2.3 mil millones de dólares, o 1.
81 dólares por acción. Este cambio positivo se destaca frente a la pérdida neta de 1.6 mil millones en el mismo trimestre del año anterior. No obstante, la comparación debe contextualizarse con factores excepcionales del pasado, tales como la adquisición de CymaBay Therapeutics, especializada en medicamentos para enfermedades hepáticas, y un deterioro de 2.4 mil millones relacionado con un acuerdo de 2020 con Immunomedics, que afectaron negativamente las cuentas el año previo.
El análisis de los resultados vislumbra una situación mixta para Gilead. Mientras los ingresos reportados quedaron por debajo del consenso de analistas, que preveían 6.78 mil millones, la ganancia por acción ajustada superó las expectativas, estimadas en 1.77 dólares. Esta disparidad plantea dudas sobre la sostenibilidad del crecimiento y si los resultados reflejan una tendencia pasajera o estructural.
Lo que más inquietó a los inversores fue la revisión a la baja en las perspectivas de utilidad por acción para el año completo. La compañía estimó ahora un rango de 5.65 a 6.05 dólares por acción en ganancias headline, menor que el pronóstico anterior de 5.95 a 6.
35 dólares. No obstante, la guía para la ganancia ajustada se mantuvo inalterada, entre 7.70 y 8.10 dólares por acción, y las expectativas de ingresos se conservaron en el rango de 28.2 a 28.
6 mil millones de dólares. Esta reducción en la guía parece reflejar un enfoque más conservador a raíz de la dinámica de mercado y el entorno competitivo en sus principales segmentos terapéuticos. La empresa enfrenta un mercado farmacéutico global en evolución, con retos como la presión en precios, competencia creciente y desafíos regulatorios. Adicionalmente, la transición en la demanda de medicamentos para COVID-19 y la necesidad de innovar en oncología crean incertidumbre para los ingresos futuros. Para quienes consideran invertir en Gilead Sciences, este contexto invita a una evaluación cuidadosa.
Aunque la empresa cuenta con un portafolio sólido y experiencia que la posiciona favorablemente en áreas clave como tratamientos para el VIH y enfermedades hepáticas, la respuesta del mercado refleja que no todos los inversionistas ven un potencial de crecimiento robusto a corto plazo. El análisis comparativo con otras recomendaciones de mercado indica que Gilead no aparece entre las acciones más prometedoras actualmente para quienes buscan retornos significativos. Firmas especializadas en asesoría de inversión destacan otras compañías con perfiles más agresivos en crecimiento y potencial de ganancias a largo plazo, basándose en histórico de rendimiento y tendencias sectoriales. Esto no implica que Gilead carezca de valor, sino que su atractivo en relación con riesgo y retorno esperado podría ser menor en este momento. En definitiva, la caída en el precio de las acciones refleja una combinación de resultados financieros que no cumplió con todas las expectativas y una guía ajustada que genera cautela en el mercado.