El presidente Joe Biden visitó Wisconsin recientemente, donde anunció un ambicioso plan de inversión de 7.3 mil millones de dólares destinado a la electrificación y la infraestructura de energía limpia en las zonas rurales del país. Este anuncio se realizó en un evento al aire libre en Westby, un pequeño pueblo a solo 30 minutos de La Crosse, y marca una significativa apuesta por revitalizar una región que ha mostrado un creciente descontento hacia el partido demócrata en elecciones federales recientes. Desde la llegada de Biden a la Casa Blanca, la administración ha buscado maneras de reconquistar a los electores rurales, y la elección de este lugar específico para hacer este significativo anuncio no fue casual. El presidente eligió Westby estratégicamente, tres años después de su visita a La Crosse, para destacar la importancia del Dairyland Power Cooperative, que se beneficiará directamente de esta inversión.
Durante su discurso, Biden destacó que la inversión de 573 millones de dólares que recibirá Dairyland Power Cooperative es la primera asignación de un nuevo programa llamado New ERA. De esta cantidad, se destinarán 102 millones de dólares en forma de préstamos y 471 millones como subvención. Este dinero será utilizado para adquirir energía de cuatro nuevos proyectos solares y cuatro eólicos que se están construyendo en la región. Curiosamente, la inversión no contempla energía nuclear, lo que refleja un enfoque creciente hacia las fuentes de energía renovables. El presidente se expresó con entusiasmo sobre el impacto de estas inversiones en la comunidad rural.
"Esta es la inversión más significativa y transformadora en electricidad y electrificación para el medio rural de América desde el New Deal de FDR hace casi 90 años", afirmó. Al enfatizar la generosidad del programa, mencionó que el proyecto permitirá a Dairyland Power reducir las tarifas eléctricas en un 42% durante la próxima década, lo que representa un ahorro de más de 130 millones de dólares para sus miembros. Tom Vilsack, secretario de Agricultura de EE. UU., también tomó la palabra para subrayar cómo estas inversiones benefician no solo a las empresas energéticas, sino también a los agricultores locales.
Vilsack destacó que los agricultores están siendo recompensados por sus prácticas sustentables, lo que les permite obtener mejores rendimientos. "Cuando los agricultores prosperan, el medio rural prospera, y cuando el medio rural prospera, toda América prospera", afirmó, reforzando la idea de un círculo virtuoso en el que todos ganan. Uno de los puntos clave del discurso de Biden fue cómo este plan ayuda a reducir las emisiones de carbono en un 70% y proporcionará energía a aproximadamente 240,000 hogares en la región. Esta es una cifra considerable que ilustra cómo las inversiones en energía limpia pueden transformar la vida cotidiana de las personas. Los proyectos de construcción de estas instalaciones solares y eólicas podrían comenzar en los próximos seis meses, lo que indica que la administración Biden busca actuar rápidamente para materializar estos beneficios en las comunidades locales.
Sin embargo, esta visita no estuvo exenta de controversia. Biden dedicó parte de su tiempo a criticar la gestión de su predecesor, Donald Trump, especialmente en relación al fallido desarrollo de la planta de Foxconn en Racine County. "Mi predecesor prometió que redeveloparía la fábrica de Foxconn en Racine. ¿Han estado allí últimamente? No hizo nada", enfatizó Biden, con el objetivo de recordar a los votantes sobre las promesas incumplidas de la administración anterior. Además de la economía y la energía, Biden abordó temas complejos y delicados como el control de armas, especialmente luego de un tiroteo trágico en una escuela de Georgia poco antes de su visita.
El presidente hizo un llamado a la acción sobre la violencia armada y se expresó como un firme defensor del control de armas, asegurando que "no podemos seguir aceptando la carnicería de la violencia armada". Su enfoque en el control armamentista resonó en un momento en que la preocupación por la seguridad escolar está en aumento en todo el país. A pesar de que la visita fue, en su esencia, un evento oficial de la Casa Blanca y no una actividad de campaña, Biden logró motivar a sus seguidores y brindar un mensaje de esperanza y renovación a su base en Wisconsin. Las críticas desde el campo republicano no tardaron en llegar, y Brian Schimming, presidente del Partido Republicano de Wisconsin, argumentó que la visita de Biden era "la gira de regreso que nadie quería", señalando los problemas económicos que afronta la nación y acusando a la administración de haber entregado "nada más que inflación descontrolada". A pesar de las críticas y la polarización política, la visita de Biden a Wisconsin también fue una oportunidad para el gobernador Tony Evers, quien destacó los esfuerzos de la administración en cuestiones medioambientales y energéticas.
Evers reconoció que las políticas implementadas por Biden y Harris están contribuyendo a la transición de Wisconsin hacia una economía de energía limpia. A medida que nos acercamos a las elecciones, es evidente que tanto los demócratas como los republicanos están intensificando sus esfuerzos por influir en los votantes en los estados clave como Wisconsin. Biden, al enfocarse en la economía rural y la energía limpia, intenta reconectar con un electorado que se siente ignorado. A su vez, los republicanos adoptan un enfoque crítico, acusando a la administración demócrata de fracaso. La visita a Wisconsin también subraya el desafío que enfrenta la administración de Biden: cómo hacer que sus logros se reconozcan y se traduzcan en apoyo electoral en zonas donde tradicionalmente han tenido dificultades.