En medio de la crisis económica que ha sumido a Líbano en un estado de bancarrota, la población ha encontrado formas innovadoras de sobrevivir en un entorno donde el valor del dólar se ha desplomado. A medida que la moneda nacional se devalúa, las criptomonedas se han convertido en una alternativa viable para muchos ciudadanos que buscan estabilidad financiera en tiempos de incertidumbre. Desde 2019, Líbano ha enfrentado una crisis económica sin precedentes que ha llevado a la economía a un colapso casi total. La libra libanesa ha perdido más del 90% de su valor, lo que significa que un dólar estadounidense, que una vez tuvo un valor casi par con la moneda local, ahora se cotiza a solo 15 centavos de dólar. Esta situación ha provocado una escasez de bienes esenciales y un aumento desmesurado en el costo de vida, lo que ha dejado a muchos libaneses luchando por poner comida en la mesa.
En este escenario desolador, los residentes están recurriendo a formas creativas para asegurar su sustento. Uno de los métodos más destacados es la minería de Bitcoin. A pesar de los costos elevados de electricidad y el escaso acceso a tecnologías sofisticadas, algunos libaneses han comenzado a extraer esta criptomoneda como una manera de generar ingresos. Con una inversión inicial en hardware y un conocimiento básico del proceso, están aprovechando la volatilidad del mercado de criptomonedas, que les permite obtener ganancias en un entorno donde el dinero tradicional ha perdido su valor. La minería de Bitcoin, que implica la utilización de computadoras para resolver problemas matemáticos complejos y validar transacciones en la red, se ha convertido en un rayo de esperanza para aquellos que pueden permitirse una inversión inicial.
Aunque hay retos significativos, el atractivo de convertir la electricidad, que es generada principalmente por plantas de energía irregulares o a través de generadores privados, en una forma de dinero más estable ha motivado a muchos a explorar esta actividad. Pero no solo la minería de Bitcoin está salvando a los libaneses; el uso de otra criptomoneda, Tether (USDT), se ha vuelto cada vez más común. Tether es una moneda estable que está vinculada al valor del dólar estadounidense, lo que la convierte en una opción atractiva en un país donde la confianza en la moneda local ha desaparecido. Al utilizar Tether, los libaneses pueden realizar transacciones con un valor más predecible, facilitando la compra de bienes esenciales como alimentos y medicinas. Muchos supermercados y tiendas han comenzado a aceptar Tether, permitiendo que los ciudadanos eviten el riesgo de fluctuaciones extremas en el valor de la libra libanesa.
A medida que la crisis se intensifica, la comunidad de criptomonedas en Líbano ha crecido rápidamente. Grupos de Facebook y comunidades en línea se han formado para compartir conocimientos sobre la minería, el comercio de criptomonedas y el uso de Tether. Estos grupos no solo ofrecen un espacio para el intercambio de información, sino que también crean una red de apoyo entre los libaneses que buscan salir adelante en circunstancias difíciles. Uno de los casos más emblemáticos de esta transformación es el de Ahmad, un joven ingeniero que ha dejado su trabajo formal debido a la falta de oportunidades laborales. Con una computadora y una conexión a internet, Ahmad comenzó a minar Bitcoin, y en pocos meses logró reunir suficientes fondos para cubrir los gastos básicos de su familia.
“Es una locura, pero es la única forma en la que puedo asegurarme de que no tendremos hambre”, comenta. Sin embargo, la situación no es sencilla. La minería de criptomonedas presenta sus propios riesgos. Los precios del Bitcoin son altamente volátiles, y no hay garantía de ganancias constantes. Además, la escasez de electricidad y el costo de vida siguen siendo obstáculos importantes.
A menudo, los mineros deben afrontar largos cortes de energía que interrumpen su capacidad para mantener el equipo funcionando. Por otro lado, el uso de Tether también presenta sus desafíos. Aunque permite a los libaneses hacer transacciones más seguras, la fluctuación en el mercado de criptomonedas puede afectar el acceso a bienes y servicios. A pesar de esto, muchos prefieren el riesgo de operar con criptoactivos en lugar de confiar en una moneda que ha demostrado ser completamente ineficaz. A pesar de los contratiempos, la creatividad y la resiliencia del pueblo libanés son admirables.
La situación ha llevado a un auge en el aprendizaje sobre tecnología y finanzas digitales. Cursos y talleres sobre criptomonedas están surgiendo, y cada vez más persona se animan a explorar estas nuevas herramientas como formas de supervivencia y desarrollo personal. Mientras el futuro de Líbano sigue siendo incierto, la experiencia del uso de criptomonedas en medio de la crisis es un testimonio de cómo las comunidades pueden adaptarse y encontrar nuevas vías de sustento. Esta tendencia podría cambiar la forma en que los libaneses gestionan sus finanzas y se relacionan con el sistema económico global. A medida que el mundo avanza hacia la digitalización y la descentralización, Líbano podría estar a la vanguardia de esta transformación.