Título: La Fluctuante Vitalidad del Fondo Tombstone: Una Mirada al Sector de los Servicios Funerarios En abril de 1999, el mundo de las inversiones se sorprendió con el repentino resurgimiento del Pauze Tombstone Fund, un fondo de inversión inusual dedicado al sector de los servicios funerarios. Aunque muchos podrían pensar que el negocio de la muerte es un camino seguro para el crecimiento económico, la realidad ha sido mucho más compleja y volátil. El fondo, que al final de marzo había registrado una asombrosa disminución del 50.7%, logró un retorno positivo del 19.1% en abril, colocándose entre el 1% de los fondos mejor gestionados del mes, según datos de Lipper.
Con un objetivo sombrío pero intrigante, el Fondo Tombstone busca generar ganancias a través de empresas que operan en la industria del cuidado de la muerte, que incluye funerarias, fabricantes de ataúdes y, por supuesto, lápidas. La lógica detrás de su existencia parece bastante simple: con la generación del baby boom acercándose a sus años finales, se prevía que el mercado de la muerte floreciera en las próximas décadas. Sin embargo, un análisis más profundo revela que el camino hacia la rentabilidad no ha sido tan directo. Jordan Horoschak, analista de Standard & Poor’s, señala un dato revelador: ha habido una disminución en la tasa de mortalidad en comparación con los niveles históricos, especialmente entre la población en general. Esto se debe en gran parte a los avances en los cuidados de salud que han permitido que las personas vivan vidas más largas y saludables.
De esta manera, el sector de servicios funerarios se ha visto afectado, ya que la expectativa de vida en lugar de aumentar la demanda ha enfriado las proyecciones de crecimiento. A pesar de esta realidad, el fondo parecía encontrar un atisbo de esperanza en sus resultados de abril. Fran Blechman Bernstein, analista de Merrill Lynch, observó que durante el primer trimestre de 1999, se reportó un aumento en las ventas comparables en todos los establecimientos del sector. Este fenómeno indicó que más personas habían partido de este mundo en comparación con el final de 1998, lo que impulsó a las acciones de las empresas involucradas en la industria funeraria. Uno de los grandes beneficiarios de este resurgimiento fue Service Corporation International (SCI), la inversión más importante del fondo, que representa aproximadamente el 50% de sus activos.
La empresa superó las expectativas de ganancias en su primer trimestre de 1999, tras haber perdido en el cuarto trimestre del año anterior. Esto llevó a algunos a preguntarse si el sector realmente tenía un futuro prometedor o si simplemente era un respiro temporal. Sin embargo, a pesar de estas cifras, la concentración del fondo en un único stock como SCI plantea preocupaciones sobre su viabilidad a largo plazo. Con solo ocho acciones en su cartera, todas rastreadas por el Pauze Tombstone Common Stock Index creado por su gestor, Philip Pauze, el fondo carece de una diversificación real. Esto lo convierte en un sitio potencial de riesgo para los inversores, ya que cualquier contratiempo en su principal activo podría tener un efecto desastroso sobre el rendimiento general.
La estructura del fondo también levantaba cejas; a pesar de que se presenta como un fondo índice, en realidad, desplaza un gran porcentaje de sus activos hacia bonos del Tesoro varias veces al año para cumplir con el estatus fiscal requerido para fondos de inversión. Este movimiento, aunque legal, añade una capa adicional de complejidad y riesgo que dificultaba la previsibilidad de los dividendos o las ganancias de capital para los inversores. Con un gasto anual elevado del 3.36% en sus acciones A y 4.1% en acciones B, el Fondo Tombstone está muy por encima de la media de los fondos de acciones, que suele rondar el 1.
5%. Esto ha llevado a muchos inversores a buscar alternativas más rentables, resultando en una caída de sus activos de 4 millones de dólares en abril de 1998 a solo 1 millón en la actualidad. A medida que los inversores trasladan sus fondos a opciones más seguras, la insatisfacción con el rendimiento acompañada de altos costos se ha vuelto evidente. A pesar del pesimismo actual, Pauze sigue manteniendo una visión optimista sobre el futuro del sector. A pesar de la desaceleración en la tasa de mortalidad, destaca el aumento en la población general, lo que implica que, aunque las tasas de mortalidad están a la baja, el número absoluto de muertes seguirá aumentando en las próximas décadas, especialmente con la continuación de la "burbuja de los baby boomers".
Bajo su perspectiva, los inversionistas podrían ver un aumento en la demanda de servicios funerarios en un futuro cercano, lo que podría revitalizar al Fundo Tombstone. Sin embargo, para muchos, el atractivo del negocio de la muerte puede no ser suficiente para compensar el riesgo elevado y la falta de diversificación. En conclusión, la historia del Pauze Tombstone Fund es un recordatorio de las complejidades y los desafíos que enfrenta incluso un sector que se podría considerar "a prueba de balas" debido a la inevitabilidad de la muerte. Los inversores deben sopesar los riesgos implícitos al invertir en este tipo de fondos, considerando la imprecisión de las proyecciones y la volatilidad que puede caracterizar a un sector esencial, pero incierto. Mientras el tiempo avance y el número de muertes aumente, aquellos que siguen firmes en su compromiso con el Fondo Tombstone deben preguntarse si su inversión les proporcionará el retorno que realmente buscan o si es solo una ilusión disfrazada de un campo de oportunidades.
La vida y la muerte, en última instancia, siguen siendo complejas y en constante cambio.