En un reporte alarmante publicado por el FBI, el 2023 se ha marcado como un año récord para el fraude relacionado con criptomonedas, con pérdidas que superan los 5.600 millones de dólares. Este fenómeno no solo ha impactado a miles de individuos, sino que también ha generado una creciente preocupación entre las autoridades sobre la seguridad y la transparencia en el mundo cripto. Según los datos recibidos a través del Centro de Quejas de Delitos por Internet (IC3), casi 70,000 informes han llegado a las manos de las autoridades, lo que revela un aumento del 45% en comparación con el año anterior. Este incremento se atribuye principalmente a fraudes de inversión, que representaron el 71% de las pérdidas totales.
Otros tipos de fraude que contribuyeron significativamente a estas estadísticas incluyen estafas de soporte técnico, fraudes en centros de llamadas e impersonaciones gubernamentales. La mayoría de las pérdidas reportadas, aproximadamente 4.800 millones de dólares, fueron soportadas por ciudadanos estadounidenses. Los siguientes en la lista fueron ciudadanos de Islas Caimán, con unas pérdidas de 196 millones de dólares, seguidos por México (127 millones), Canadá (72 millones), Reino Unido (59 millones), India (44 millones) y Australia (25 millones). Estos números resaltan un fenómeno que trasciende las fronteras, lo que exige una colaboración internacional más intensa para manejar esta crisis.
En Estados Unidos, el estado más afectado fue California, donde las pérdidas alcanzaron la imponente suma de 1.155 millones de dólares, seguido por Texas (412 millones), Florida (390 millones) y Nueva York (317 millones). El impacto en estas economías locales se siente en diversas formas, desde pérdidas financieras directas para los individuos hasta un efecto desestabilizador en la confianza pública en las criptomonedas. El reporte del FBI también destacó las tendencias de fraude que dominaron el 2023. En el ámbito del fraude de inversión, muchos de los esquemas fraudulentos se desarrollaron a partir de aplicaciones de citas y plataformas de redes sociales que condujeron a los estafadores a crear sitios conocidos como "pig butchering".
En estos casos, los delincuentes logran atraer a las víctimas mediante la creación de relaciones personales, antes de presentarlas a plataformas de inversión ficticias. Además, las estafas de minería de liquidez se hicieron populares entre los responsables de estos delitos. En estos esquemas, las víctimas son prometidas rendimientos altísimos a cambio de participar en un "pool" de liquidez donde deben aportar sus activos. A menudo, los estafadores aprovechan el desconocimiento de los usuarios sobre cómo funcionan realmente estos procesos, llevándolos a perder sus inversiones. Otra táctica que se ha vuelto común son las aplicaciones de juego falsas que supuestamente usan tecnologías blockchain.
La premisa es engañar a los jugadores prometiendo obtener recompensas en criptomonedas a cambio de conectar sus billeteras, solo para robar sus fondos en el proceso. Esta metodología de engaño subraya la vulnerabilidad de los incautos inversores en el espacio digital. Además de esto, el FBI reportó que los estafadores han comenzado a utilizar servicios de recuperación de criptomonedas, dirigido a víctimas de fraudes anteriores. Estos estafadores prometen recuperar fondos robados a cambio de un pago inicial, lo que a menudo se convierte en una segunda estafa, dejando a las víctimas aún más desoladas. La naturaleza descentralizada de las criptomonedas es uno de los factores que los delincuentes se aprovechan.
Esta característica, junto con la dificultad de rastrear el dinero, hace que el universo cripto sea un caldo de cultivo ideal para actividades delictivas. El FBI alertó que las transacciones fraudulentas suelen ser irreversibles, lo que aumenta el riesgo para los usuarios que no actúan con precaución. Para protegerse de fraudes relacionados con criptomonedas, el IC3 emitió varias recomendaciones para los poseedores de criptomonedas. Quienes invierten deben ser escépticos ante promesas de inversión que parecen demasiadas buenas para ser ciertas. Es esencial verificar siempre la legitimidad de las plataformas antes de comprometer cualquier fondo.
Asimismo, se aconseja solicitar siempre una reunión en persona con asesores de inversión y considerar la negativa como una señal de alerta. Otra medida de prevención recomendada es el uso de billeteras separadas para juegos y para inversiones, así como revisar periódicamente los permisos de acceso a las billeteras a través de herramientas de verificación de otorgamiento de tokens de terceros fiables. Desde el IC3 también se sugiere desestimar cualquier pool de minería de liquidez que no siga las fluctuaciones del mercado de criptomonedas. En el contexto de la lucha contra el fraude, verificación adicional es clave. Las personas deben verificar las identidades de los llamantes y regresar las llamadas utilizando información pública disponible.
Esto puede ayudar a combatir el creciente número de fraudes de impersonación que han proliferado en 2023. A medida que el mundo de las criptomonedas continúa evolucionando, la importancia de la educación y del cuidado por parte de los usuarios nunca ha sido tan alta. Con la autonomía que ofrecen las criptomonedas viene una gran responsabilidad de la que pocos son conscientes. El FBI, al igual que muchas otras agencias, está intensificando sus esfuerzos para combatir esta ola de fraude, pero el papel de cada individuo es crucial. No cabe duda que la era digital ha traído consigo un sinfín de oportunidades, pero también ha abierto la puerta a un mundo de peligros.
Con cada nuevo avance en la tecnología criptográfica, los estafadores están un paso por delante, empleando tácticas cada vez más sofisticadas para engañar y defraudar. Es un llamado de atención para todos los que operan en el espacio cripto. Con la información adecuada y una mentalidad vigilante, cada persona puede convertirse en una primera línea de defensa contra los embaucadores que acechan en las sombras del mundo digital de las criptomonedas.