En los últimos años, los jóvenes han estado expuestos a diversas tendencias de uso de sustancias, pero una de las más preocupantes que ha resurgido es el fenómeno conocido como "chroming". Este término, que puede resultar desconocido para muchos, se refiere a la práctica peligrosa de inhalar vapores de productos domésticos, con el fin de experimentar efectos psicoactivos. Especialistas en salud y psicología alertan sobre los riesgos asociados y la creciente popularidad de este comportamiento entre los adolescentes, especialmente alimentado por plataformas de redes sociales. El chroming implica la inhalación de hidrocarburos presentes en productos cotidianos como marcadores permanentes, desodorantes en aerosol, esmaltes de uñas, pinturas metálicas y limpiadores de computadoras, entre otros. Según el Dr.
Anthony Pizon, profesor de medicina de emergencia y jefe de toxicología médica en la Universidad de Pittsburgh, estos productos están disponibles de forma legal y se suelen utilizar para fines legítimos, lo que genera una falsa sensación de seguridad entre los jóvenes que los consumen. El término “chroming” proviene de los efectos secundarios que provoca la inhalación de pinturas metálicas, que a menudo dejan un residuo plateado en la cara de quienes las utilizan. A través de videos virales en plataformas como TikTok, muchos adolescentes han sido expuestos a esta práctica, a menudo denominada como una forma de diversión o un medio para sentirse "eufóricos". Esto es alarmante, dado que en años recientes, el uso de inhalantes había disminuido, pero parece haber experimentado un resurgimiento entre los adolescentes, que buscan nuevas formas de evasión y gratificación instantánea. El Dr.
Betty Choi, pediatra y autora de varios estudios sobre desarrollo infantil, señala que los jóvenes tienden a minimizar los riesgos de inhalar estas sustancias, pensando que, al ser productos comúnmente encontrados en el hogar, no representan un peligro significativo. Sin embargo, los efectos de esta práctica son serios y pueden incluir intoxicación aguda, daño a órganos vitales y en casos extremos, la muerte. “Los adolescentes a menudo desconocen que lo que creen que es un simple ‘subidón’ puede conducir a consecuencias fatales”, advierte Choi. El uso de inhalantes, incluido el chroming, se relaciona a menudo con problemas de salud mental no tratados entre los jóvenes. Estudios recientes han destacado un aumento alarmante en los índices de ansiedad y depresión en este grupo demográfico.
Muchos adolescentes recurren a estas prácticas para autoconcientizarse o relajarse, lo que puede resultar en un ciclo de abuso y dependencia. El sociólogo especializado en juventud, el Dr. Juan López, afirma que “los jóvenes que inhalan estos productos suelen estar en busca de una forma de escapar de sus problemas, y el acceso a estos productos en casa solo acelera este comportamiento”. Además, el Dr. Pizon destaca que, aunque ha habido una disminución en la cantidad de adolescentes que utilizan inhalantes desde 2015, los números están comenzando a incrementar nuevamente.
De acuerdo con la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias de EE. UU. (SAMHSA), en 2023 se reportó un aumento en el uso de inhalantes, con alrededor de 564,000 adolescentes involucrados. Esta tendencia alarmante refleja la facilidad de acceso a los productos y la desinformación sobre sus peligros. Los riesgos para la salud del chroming son graves y diversos.
En el corto plazo, los efectos pueden parecer inofensivos, similares a la intoxicación por alcohol, con síntomas como euforia, mareos y descoordinación. Sin embargo, el abuso repetido puede llevar a complicaciones más severas: daño cerebral, problemas cardíacos, disfunción renal y hígado, así como trastornos mentales. En algunos casos, los jóvenes presentan signos de dependencia, desarrollando un comportamiento compulsivo hacia el uso de estos inhalantes. La administración de estas sustancias no solo afecta el cuerpo físico, sino que también tiene repercusiones en la salud mental. A medida que el uso de inhalantes se convierte en una norma entre ciertos círculos de amigos, los jóvenes pueden experimentar cambios de humor, apatia o irritabilidad.
La habilidad para concentrarse y el rendimiento académico pueden deteriorarse drásticamente, potenciando así un ciclo negativo de abuso de sustancias y fracasar escolarmente. Un aspecto especialmente preocupante del chroming es su potencial letal. Existen numerosos casos documentados en los medios de comunicación donde jóvenes han perdido la vida tras inhalar productos químicos, a veces incluso tras una única exposición. En el Reino Unido, una madre reportó la muerte de su hijo de 11 años, quien sufrió un fallo cardíaco tras inhalar sustancias en casa de un amigo. Tragedias similares han sido reportadas en otros países, resaltando la amenaza seria que representa esta tendencia.
Para proteger a los adolescentes de este tipo de abuso, es importante que padres y educadores se mantengan atentos y se involucren en discusiones abiertas sobre el tema. Los expertos sugieren que la comunicación continua es crucial. Hablar con los jóvenes sobre los riesgos asociados con el chroming, utilizando un enfoque empático, puede ayudar a prevenir el abuso. Alentarlos a hacer preguntas y expresar sus pensamientos puede abrir un canal de comunicación vital. Los padres pueden comenzar a introducir el tema con comentarios cotidianos, tales como advertencias sobre los efectos nocivos de los vapores de los limpiadores.
Luego, se pueden tener conversaciones más profundas en las que se exponga la realidad detrás de la diversión que ven en las redes sociales. Es fundamental que los jóvenes comprendan que aunque estos productos parezcan inofensivos, su uso puede tener consecuencias devastadoras y permanentes. También es recomendable que los padres revisen los productos almacenados en casa y se deshagan de aquellos que no son necesarios. La prevención debe ser una prioridad, además de la educación sobre los peligros de las sustancias susceptibles de ser abusadas. Las redes sociales desempeñan un papel en la difusión de contenido relacionado con el chroming, y controlar lo que los jóvenes ven en línea puede ser igual de importante para su seguridad.
Finalmente, es necesario trabajar para desestigmatizar la búsqueda de ayuda profesional si el abuso de inhalantes se convierte en un problema recurrente. Si bien muchos jóvenes pueden ver el chroming como un acto de rebeldía o diversión, la realidad es que es una trampa mortal que puede arruinar vidas. La vigilancia, la educación, la comunicación abierta y, sobre todo, el apoyo son herramientas esenciales para guiar a los jóvenes en la dirección correcta y proteger su bienestar físico y mental.