Skechers, una de las compañías líderes en la industria del calzado a nivel mundial, ha anunciado una decisión trascendental que marcará un antes y un después en su historia: la adquisición por parte del fondo global de inversión 3G Capital, que llevará a la empresa a convertirse en una compañía privada. Este movimiento, valorado en aproximadamente 9.500 millones de dólares, se produce en un momento crítico, marcado por la incertidumbre y las tensiones generadas por las políticas arancelarias internacionales que afectan de manera significativa al sector del calzado y a su cadena de producción global. Fundada en 1992 por el dúo familiar compuesto por Robert y Michael Greenberg, Skechers ha evolucionado considerablemente desde sus raíces en Estados Unidos hasta transformarse en la tercera empresa de calzado más grande del mundo en términos de volumen y alcance. Lo destacable de la estructura de la compañía es que continúa siendo dirigida por sus fundadores, quienes mantendrán sus cargos de CEO y presidente, respectivamente, tras concretarse la adquisición.
Este compromiso por mantener el liderazgo fundador busca garantizar una transición armoniosa y preservar la cultura corporativa que ha impulsado el crecimiento sostenido de la marca durante las últimas tres décadas. 3G Capital, la firma de inversión que asumirá el control total de Skechers, ya tiene una trayectoria consolidada en la adquisición y reestructuración de grandes marcas globales. Su portafolio incluye, por ejemplo, la compra de Burger King y Tim Hortons, además de ser un actor clave en la fusión de Kraft y Heinz. Esta experiencia genera expectativas de que la nueva alianza será un catalizador efectivo para optimizar operaciones y expandir el alcance internacional de Skechers, especialmente en un entorno económico desafiante. La operación contempla la compra total de aproximadamente 18 millones de acciones públicas de Skechers.
La oferta presenta dos opciones para los accionistas: recibir un pago en efectivo de 63 dólares por acción, o bien optar por un pago menor, de 57 dólares por acción, combinado con la entrega de una acción en la nueva sociedad de responsabilidad limitada que se convertirá en la empresa matriz de Skechers. Este esquema busca equilibrar las preferencias de los diferentes accionistas y facilitar el cierre del acuerdo. El contexto en el que se da esta transacción es particularmente relevante. En el último año, Skechers reportó un récord histórico en ventas, alcanzando los 9.000 millones de dólares, de los cuales un 62 % corresponde a mercados internacionales.
La empresa tiene presencia en aproximadamente 180 países, lo que la convierte en un actor global con exposición diversificada, pero al mismo tiempo vulnerable a las políticas comerciales restrictivas y los aranceles que están ganando fuerza en diversos territorios. En particular, las manufacturas de Skechers se concentran principalmente en países como China e India, donde las cuotas arancelarias han escalado considerablemente. Actualmente, los aranceles sobre productos fabricados en China alcanzan un nivel estratosférico del 145 %, mientras que en India se sitúan en un 26 %. Estas cargas impositivas elevadas pueden aumentar los costos de producción y afectar la competitividad de los productos en el mercado internacional. Ante esta realidad, la privatización de Skechers y la entrada de un socio estratégico con experiencia en gestión e internacionalización se interpretan como un movimiento necesario para navegar en un entorno comercial cada vez más complejo.
Robert Greenberg, CEO y cofundador de Skechers, comentó que la alianza con 3G Capital representa una oportunidad para consolidar el éxito acumulado durante décadas y afrontar con mayores recursos y soporte estratégico las demandas del mercado global. Destacó la capacidad de 3G para facilitar el crecimiento sostenido de empresas icónicas, algo que confía se replicará en su propia compañía para beneficiar tanto a consumidores como clientes. El acuerdo tiene como fecha prevista de clausura el tercer trimestre del 2025, lo que indica que se encuentran en etapas finales para completar el proceso legal y regulatorio asociado a la compra. Hasta entonces, Skechers continuará operando como empresa pública y bajo la conducción de sus actuales líderes. Desde una perspectiva más amplia, la decisión de Skechers pone de manifiesto un fenómeno creciente en el mundo corporativo, donde compañías con alta exposición internacional buscan convertirse en privadas para ganar flexibilidad, disminuir presiones de mercado y adoptar estrategias de largo plazo con mayor autonomía.
La volatilidad generada por conflictos comerciales, tarifas y la incertidumbre regulatoria hace que el public ownership se torne menos atractivo para ciertas empresas, especialmente aquellas con complejos sistemas globales de manufactura y distribución. 3G Capital llega a la mesa con la reputación de ser un jugador que habilita transformaciones profundas en las compañías en las que invierte, recopilando eficiencias operativas y expandiendo capacidades de mercado. Bajo esta premisa, se espera que Skechers aproveche la transición para fortalecer su cartera de productos, innovar en diseño y tecnología aplicada al calzado y explorar nuevos canales de venta que incluyan mayor protagonismo del comercio electrónico y estrategias omnicanal. La industria del calzado enfrenta también otros desafíos globales, más allá de los aranceles, tales como la sostenibilidad y las demandas de consumidores cada vez más conscientes del impacto ambiental. La privatización bajo una firma como 3G puede brindar los recursos y la flexibilidad necesarios para impulsar iniciativas sostenibles que mejoren la imagen y competitividad de Skechers a largo plazo.