La reciente presentación del iPhone 16, celebrada el 9 de septiembre, ha provocado una serie de reacciones en el mercado, especialmente en la valoración de las acciones de Apple. A pesar de la gran expectación que suele rodear a estos lanzamientos, este año la reacción del mercado ha sido moderada, dejando a muchos analistas y gestores de fondos reflexionando sobre el futuro de la empresa. Entre ellos se encuentra Dan Niles, un reconocido gestor de inversiones y fundador de Niles Investment Management, quien compartió sus pensamientos sobre el desempeño de las acciones de Apple en relación con las nuevas características de inteligencia artificial que se han integrado en sus productos. Niles abrió fuego con una autocrítica sobre su perspectiva a corto plazo respecto a las acciones de Apple. A pesar de su convicción de que el impacto de la inteligencia artificial en el futuro del iPhone podría ser significativo, se mostró cauteloso sobre las ventas iniciales del iPhone 16.
Según sus análisis, se anticipa que las ventas de este nuevo modelo caigan casi un 10% en comparación con el año anterior. Esta cifra es un contrasentido, ya que muchos esperaban un crecimiento del 10% impulsado por las nuevas características que incorporan inteligencia artificial. En sus comentarios, Niles se basó en la famosa ley de Roy Amara, que sostiene que a menudo sobreestimamos el impacto de la tecnología a corto plazo, mientras que subestimamos sus efectos a largo plazo. Esta reflexión invita a los inversores a considerar que, aunque el rendimiento de las acciones de Apple pueda no ser el esperado en el presente, el verdadero potencial de la empresa podría llegar con el tiempo. Uno de los puntos destacados por Niles es el incremento en el múltiplo de ganancias de Apple, que pasó de 24 veces a 31 veces las ganancias estimadas para el año calendario 2024, una expansión que, según él, se debe en gran medida a las expectativas en torno a la inteligencia artificial.
Sin embargo, Niles también enfatizó que es difícil argumentar que la valoración actual de las acciones de Apple se sostiene en base a estos niveles. Su llamado a la humildad en la inversión, al admitir que uno puede estar equivocado, resuena en la comunidad de inversores. Previo al evento, Niles había anticipado que las acciones de Apple podrían decaer en lugar de subir, basándose en reportes de hon Hai Precision Industry, un importante proveedor de Apple que había reportado un crecimiento del 33% en sus ingresos en agosto, el más alto del año. Sin embargo, el resultado del lanzamiento no cumplió con las expectativas, tanto en términos de ventas como de la reacción del mercado. Niles también hizo énfasis en que las nuevas funciones de inteligencia artificial en los dispositivos se implementarán de manera escalonada, lo que significa que los consumidores en mercados clave como China no tendrán acceso a estas características hasta el 2025.
Este retraso podría afectar aún más la percepción de los productos de Apple y su capacidad para capturar el interés de los consumidores a corto plazo. La falta de una promoción significativa y diferenciadora por parte de los carriers de EE.UU. en comparación con el año anterior también se ha destacado como un factor que podría haber contribuido a las bajas expectativas de ventas para el nuevo iPhone. Niles no es el único en mantener una perspectiva a largo plazo; otros analistas, como el capitalista de riesgo Gene Munster, también prevén un crecimiento en los ingresos por iPhone, anticipando que podrían aumentar un 15% en el año fiscal 2025, mucho más del 7% que actualmente modela el mercado.
En sus proyecciones, Munster argumenta que una proporción significativa de la base instalada de iPhones actualizará a los nuevos modelos en el futuro cercano, lo cual a su vez podría alimentar un incremento en los ingresos. Sin embargo, también enfatizó que se espera un enfriamiento en el crecimiento de las ventas en los años fiscales 2027 y 2028, lo que plantea un dilema sobre la sostenibilidad del crecimiento a largo plazo. Mientras tanto, en el mercado, las acciones de Apple experimentaron una caída del 0.44%, situándose en $215.83 en el premercado del miércoles después del lanzamiento.
Año a la fecha, las acciones han visto un aumento del 13%, pero aún están por detrás del impulso del 19% del ETF SPDR S&P 500, que rastrea el índice S&P 500. Este desempeño desalentador ha alimentado el debate entre inversores y analistas sobre si las expectativas en torno a la inteligencia artificial realmente se traducirán en beneficios tangibles para los accionistas. En el fondo, el dilema se reduce a un enfrentamiento de perspectivas: ¿es este un momento de corrección a corto plazo debido a expectativas poco realistas, o estamos observando un rechinar en las proyecciones a largo plazo? La comunidad de inversión sigue dividida, pero la visión de Niles de que es imperativo admitir errores y reevaluar estrategias se mantiene como un principio clave en el ámbito de las finanzas. Así, la reciente presentación del iPhone 16 ha dejado más preguntas que respuestas, y mientras muchos analistas continúan pesando las implicaciones de las nuevas funcionalidades de inteligencia artificial, la verdad es que la historia de Apple está lejos de terminar. Justo cuando Niles menciona que “puede que esté equivocado a corto plazo, pero creo que volveré a tener razón a largo plazo”, se refleja una esperanza compartida por muchos: la capacidad de la tecnología de Apple de sorprender y evolucionar con el tiempo sigue estando en juego.
Esta narrativa destaca la resiliencia de la marca y su potencial para seguir siendo un actor clave en la industria tecnológica, independientemente de las oscilaciones inmediatas del mercado.