En un reciente comentario que ha generado revuelo en el mundo de las criptomonedas, Neel Kashkari, presidente de la Reserva Federal de Minneapolis, se refirió a Bitcoin como un activo "sin valor". Esta declaración se da en el contexto del 12.º aniversario de la creación de la criptomoneda más famosa del mundo, y plantea preguntas importantes sobre la viabilidad a largo plazo de Bitcoin como forma de moneda y como inversión. Kashkari argumentó que, a pesar de más de una década de existencia, Bitcoin no ha logrado penetrar de manera significativa en el mercado de divisas. Si bien ha visto un aumento impresionante en su valor a lo largo de los años, su falta de aceptación generalizada como medio de intercambio le ha valido críticas duras.
Según Kashkari, un activo debe tener un uso práctico o demostrar su capacidad para funcionar como una moneda para tener valor real, y hasta ahora, Bitcoin no ha cumplido con estas expectativas. Sin embargo, el discurso de Kashkari contradice la realidad de la popularidad y el rendimiento de Bitcoin en los últimos años. Desde su creación en 2009 por un individuo o grupo bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto, Bitcoin ha experimentado un crecimiento exponencial. Aunque comenzó con un valor de centavos, en la actualidad su precio ha alcanzado cifras cercanas a los 100,000 dólares, lo que ha llevado a muchos inversores institucionales a considerar su potencial como una clase de activo legítima. Es innegable que Bitcoin ha tenido un desempeño notable en los últimos años.
En 2012, subió un 9%, en 2016 el aumento fue del 59% y en 2020 incluso alcanzó un asombroso 171%. El hecho de que Bitcoin esté en auge, a pesar de las advertencias de figuras financieras como Kashkari, indica un cambio en la mentalidad de los inversores y una creciente aceptación de las criptomonedas en general. Un factor que influye en el resurgimiento de Bitcoin es el clima político actual en los Estados Unidos. En vísperas de las elecciones presidenciales, los dos principales candidatos han empezado a mostrar interés por crear un entorno más amigable para las criptomonedas. Donald Trump ha sido particularmente vocal respecto a su apoyo a la industria de criptomonedas, prometiendo convertir a Estados Unidos en un centro global para la criptografía si es reelegido.
Por otro lado, su oponente demócrata, Kamala Harris, también ha expresado su interés por proporcionar pautas claras y favorables para el sector. La incertidumbre en torno a las políticas regulatorias futuras, combinada con el ambiente electoral, ha llevado a un aumento en la demanda de Bitcoin. Recientemente, hubo un récord de entrada de inversiones en fondos cotizados en bolsa (ETFs) de Bitcoin, que alcanzó los 555 millones de dólares en un solo día, mostrando que la inversión institucional sigue siendo fuerte a pesar de las críticas. Este fuerte interés institucional también sugiere que muchos inversores creen en el potencial de Bitcoin, a pesar de la visión escéptica de personajes como Kashkari. En los últimos meses, Bitcoin ha superado a otros activos en rendimiento, aumentando un 48% este año hasta la fecha.
Sin embargo, su trayectoria no ha estado exenta de desafíos. El tercer trimestre de 2024 fue particularmente difícil, mostrando un rendimiento relativamente plano, en comparación con el oro, que tuvo un auge del 13.8% en el mismo período. Esto puede hacer que algunos inversores reconsideren su estrategia, especialmente aquellos que buscan rendimientos inmediatos. Un aspecto interesante a considerar es el impacto que la caída en las reservas de Bitcoin en los intercambios centralizados está teniendo en el mercado.
Actualmente, las reservas de Bitcoin están en un mínimo histórico, lo que indica que muchos inversores están optando por almacenar su Bitcoin en billeteras frías en lugar de intercambios, lo que sugiere una visión optimista a largo plazo del activo. Este movimiento hacia el almacenamiento a largo plazo podría estar alimentando la naturaleza volátil de Bitcoin, creando espacios para que ocurra una fuerte especulación. Por otro lado, también hay otros indicadores del bienestar del mercado; el interés abierto en contratos de futuros de Bitcoin ha alcanzado su punto más alto, mostrando que los operadores están apostando fuertemente al alza del precio de la criptomoneda. Este ambiente de negociación sugiere que, a pesar de las preocupaciones de instancias como la Reserva Federal, hay un fuerte apetito por el activo, lo que podría llevar a un aumento aún mayor en su valor. A medida que se aproxima el ciclo electoral, es probable que el precio de Bitcoin siga viendo fluctuaciones dramáticas.
La intersección entre la política y la economía, junto con los eventos en el espacio criptográfico, hará que los inversores se mantengan alertas. Las declaraciones de figuras como Kashkari pueden influir en la percepción pública, pero dado el historial de Bitcoin, es probable que muchos inversores permanezcan firmes en su convicción de que la criptomoneda ha llegado para quedarse. En conclusión, las afirmaciones de Neel Kashkari sobre Bitcoin como un activo "sin valor" plantean interrogantes sobre la legitimidad de las criptomonedas en el contexto financiero moderno. La duración de Bitcoin y su capacidad de adaptarse a cambios políticos y económicos son testimonios de su resiliencia. A medida que las criptomonedas continúan evolucionando y ganando aceptación, el debate sobre su valor y utilidad como forma de intercambio y activo de inversión probablemente seguirá siendo un tema candente.
La combinación de la política, las actividades del mercado y el interés institucional asegurará que los ojos del mundo financiero estén firmemente puestos en Bitcoin en los próximos meses y años. Sin duda, el futuro de Bitcoin seguirá suscitando tanto entusiasmo como escepticismo.