La prolongada guerra comercial entre Estados Unidos y China sigue repercutiendo en múltiples industrias a nivel mundial, y el sector de dispositivos médicos se encuentra especialmente vulnerable ante estas tensiones arancelarias. Philips, la reconocida empresa neerlandesa del sector medtech, ha anunciado que estima un impacto financiero negativo de entre 250 y 300 millones de euros, equivalentes a aproximadamente 284 y 340 millones de dólares, en el año 2025. Este pronóstico llega en medio de un entorno económico caracterizado por la incertidumbre y una competencia global cada vez más intensa. La compañía ha basado su estimación en la actual estructura de aranceles que aplica Estados Unidos tanto a productos provenientes de China como de otras regiones del mundo, así como en la anticipada reanudación de medidas arancelarias internacionales que podrían entrar en vigor hacia finales del año. Estos aranceles forman parte de la política comercial agresiva implementada durante la presidencia de Donald Trump, buscando modificar el equilibrio económico entre las potencias, pero que a su vez ha generado disrupciones en las cadenas globales de suministro.
En su reporte de resultados correspondiente al primer trimestre de 2025, Philips destacó una disminución del 2% en sus ingresos en comparación con el mismo periodo del año anterior, totalizando 4.100 millones de euros. Sin embargo, a pesar de esta caída inicial, la empresa mantiene una proyección optimista para el crecimiento de sus ventas, estimando un aumento de entre un 1 y un 3% para el conjunto del año. No obstante, las presiones arancelarias han obligado a Philips a revisar su margen operativo a la baja, reduciéndolo en un punto porcentual y ubicándolo en un rango de entre 10.8% y 11.
3%. La directora financiera de Philips, Charlotte Hanneman, remarcó durante la llamada con inversores que la mayoría de estos desafíos están relacionados directamente con la disputa comercial entre Estados Unidos y China. La imposición de levies a productos fabricados o que incluyen componentes provenientes de Asia ha complicado la cadena de suministro del grupo, generando costos adicionales para la adquisición y fabricación de sus dispositivos médicos. Además, las represalias tarifarias por parte del gobierno chino y una mayor fiscalización en el país asiático han alterado las dinámicas de mercado, dificultando aún más la operación en esta región clave. El liderazgo de Philips ha señalado que esperan que el desempeño comercial del año 2025 se concentre en la segunda mitad del año, anticipando una mejora progresiva en el segundo trimestre y en adelante.
Sin embargo, reconocen que la presión de los aranceles será más notoria conforme avance el año, complicando la ejecución de sus estrategias de expansión y rentabilidad. Roy Jakobs, CEO de Philips, afirmó durante el reporte de ganancias que la compañía está comprometida con un crecimiento rentable, enfocándose en aquellos aspectos dentro de su control en medio de un ambiente macroeconómico cada vez más incierto. Esta postura refleja la resiliencia del gigante medtech frente a las adversidades generadas por el contexto geopolítico y comercial actual. El impacto de los aranceles impuestos durante la administración Trump no es una problemática exclusiva de Philips. Varias de las mayores compañías del sector de dispositivos médicos han reportado afectaciones similares en sus pronósticos y resultados financieros.
Firmas como Zimmer Biomet han reducido sus perspectivas de ganancias para 2025, anticipando pérdidas de hasta 80 millones de dólares derivadas de los mismos motivos. GE HealthCare, que tiene en China un mercado fundamental para sus productos de imagenología diagnóstica, se prepara para enfrentar un impacto aún mayor, cercano a los 500 millones de dólares. Por su parte, Intuitive, desarrolladora de sistemas quirúrgicos robóticos, ha resentido también el efecto de los aranceles, ajustando a la baja su margen de utilidad previsto a pesar de mostrar crecimiento en el primer trimestre producto del lanzamiento exitoso de su nuevo dispositivo Da Vinci. Estos ejemplos confirman que los aranceles no solo elevan los costos operativos y logísticos, sino que también perjudican la competitividad de las empresas en un mercado globalizado, donde la capacidad de mantener precios razonables y asegurar la disponibilidad de productos es clave para el éxito. La cadena de suministro del sector medtech se caracteriza por su complejidad y dependencia de componentes de alta tecnología provenientes de diversas regiones del mundo, siendo Asia y particularmente China un núcleo estratégico para la manufactura y ensamblaje.
Las barreras comerciales generan una fragmentación que puede traducirse en retrasos, aumentos de costos y dificultades para responder a las demandas del mercado con agilidad. Frente a este panorama, Philips y otros actores de la industria están explorando alternativas para mitigar el impacto de los aranceles. Esto incluye la diversificación de sus cadenas de suministro, la relocalización de la producción a países con menores barreras comerciales, y la optimización de procesos internos para mejorar la eficiencia y reducir costos. Además, la compañía apuesta por la innovación como motor de crecimiento, invirtiendo en nuevas tecnologías y desarrollando productos que aporten valor diferencial, lo que puede justificar precios más altos y contribuir a mantener márgenes aún en un entorno adverso. Sin embargo, la volatilidad del contexto geopolítico sigue siendo un desafío considerable.
La posibilidad de nuevas medidas proteccionistas o cambios en las políticas comerciales globales obliga a las empresas a mantenerse vigilantes y adaptativas frente a escenarios dinámicos y a menudo impredecibles. La experiencia de Philips en navegar estos tiempos turbulentos es un reflejo del panorama más amplio que enfrentan las multinacionales que dependen de cadenas globales de suministro. La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha demostrado que decisiones políticas pueden tener efectos amplios y duraderos en la economía mundial, afectando tanto a empresas como a consumidores. Más allá del impacto inmediato en las finanzas, estos aranceles están incentivando una revisión fundamental de modelos de negocio y estrategias de internacionalización. Las compañías de tecnología médica se ven impulsadas a considerar con mayor detalle riesgos geopolíticos y a desarrollar planes de contingencia que les permitan mantener su competitividad y estabilidad a largo plazo.
En conclusión, la situación que enfrenta Philips por los aranceles impuestos durante la administración Trump subraya la complejidad actual del comercio global y la interdependencia de las economías. El impacto de hasta 340 millones de dólares estimado para 2025 representa un desafío significativo, pero también una oportunidad para innovar y fortalecer la resiliencia operativa. Las decisiones que tome la empresa en estos momentos tendrán repercusiones importantes en su desempeño futuro y en su posición dentro de un mercado global en constante evolución.