Eco Atlantic Oil & Gas está dando pasos firmes para convertirse en el operador principal del Bloque 1, ubicado en la Cuenca Orange, una de las áreas offshore más prometedoras y estratégicas en Sudáfrica. Este avance se materializa gracias a un acuerdo de farm-in con Tosaco Energy, mediante el cual la compañía a través de su filial Azinam South Africa está en proceso de obtener la aprobación regulatoria de la Sección 11 para completar la transferencia de una participación del 75% en el bloque. Este movimiento posiciona a Eco Atlantic como un jugador relevante en una región que ha despertado gran interés global, dados sus importantes descubrimientos recientes y su potencial hidrocarburífero aún por explorar. La Cuenca Orange es un área marítima que ofrece grandes promesas para la exploración de petróleo y gas, con condiciones geológicas y geográficas que la hacen atractiva para diversas oportunidades de desarrollo energético. El Bloque 1, que abarca una extensión de casi 19,929 kilómetros cuadrados, incluye zonas que van desde la plataforma costera hasta aguas profundas, con profundidades que fluctúan entre los 200 y 1,000 metros.
Esta diversidad de ambientes marinos permite la exploración de distintos tipos de formaciones y plays geológicos, incrementando las posibilidades de encontrar yacimientos comercialmente viables. Uno de los factores que hacen aún más interesante el Bloque 1 es la valiosa información sísmica y los registros de pozos históricos que Eco Atlantic ha logrado adquirir a través de la Agencia de Petróleo de Sudáfrica. Los datos incluyen dos estudios sísmicos tridimensionales que abarcan un total de 3,500 kilómetros cuadrados, junto con más de 20,000 kilómetros lineales de sísmica bidimensional, además de los registros de tres pozos clave realizados en los años 80: AF-1, AO-1 y AE-1. Estos registros han ofrecido una visión fundamental para la evaluación de los recursos existentes, particularmente en cuanto al potencial de gas y petróleo que la zona puede contener. El pozo AF-1 confirmó el descubrimiento de gas con tasas de flujo probadas que alcanzaron los 32.
4 millones de pies cúbicos estándar por día. Esto no solo refleja un indicio claro de la existencia de reservas de gas natural, sino que también posiciona al área como un objetivo atractivo para el desarrollo de recursos energéticos que pueden contribuir a la matriz energética regional. Por otro lado, el pozo AE-1 identificó signos de gas y presencia de petróleo, mientras que AO-1 aportó datos estratigráficos y marcadores esenciales para entender mejor la estructura y composición del subsuelo. La geología del Bloque 1 comparte características con campos de gas ya conocidos en la región, como el campo Kudu, situado relativamente cerca. La proximidad a descubrimientos recientes de grandes volúmenes de hidrocarburos realizados en Namibia por compañías internacionales de renombre, entre ellas Galp Energia, Shell, TotalEnergies y Rhino Resources, refuerza la expectativa sobre la importancia estratégica del bloque.
Se espera que estas similitudes geológicas y la vecindad con campos exitosos ayuden a atraer nuevas inversiones y a acelerar los planes de exploración y desarrollo. Colin Kinley, cofundador y director operativo de Eco Atlantic, ha destacado la Cuenca Orange como una de las fracciones hidrocarburíferas más interesantes a nivel global, especialmente debido a las extensas reservas de gas que se están descubriendo en las zonas costeras y marinas adyacentes. Según Kinley, el Bloque 1 le brinda a Eco Atlantic una posición privilegiada para explotar un conjunto diversificado de oportunidades, desde las secciones ricas en gas en zonas cercanas a la costa, hasta las áreas con potencial de petróleo en aguas profundas y ultra profundas. Además del valor económico directo ligando a la producción de hidrocarburos, la operatividad del Bloque 1 facilitará a Eco Atlantic avanzar en el plan de exploración y el presupuesto previamente aprobado sin la necesidad inmediata de iniciar operaciones en campo. Este aspecto es relevante porque permite que el equipo técnico y geológico de la empresa continúe con el análisis y la interpretación detallada de los datos existentes, protegiendo el medio ambiente y cumpliendo con los requisitos regulatorios sin presionar por la aceleración de las actividades físicas.
La adquisición de datos sísmicos de alta calidad, tanto 2D como 3D, junto con los registros históricos de los pozos, representa una economía significativa para Eco Atlantic. Según el COO Kinley, esto puede equivaler a un ahorro estimado conservadoramente entre 50 y 60 millones de dólares en costos que habrían sido destinados a nuevas adquisiciones de datos para exploración. Este hecho, además de consolidar la base técnica de la empresa, mejora la rentabilidad y reduce el riesgo de futuras inversiones en etapas tempranas. El acercamiento de Eco Atlantic hacia la operatividad del Bloque 1 es también un reflejo del creciente interés por parte de compañías energéticas en África Austral, un continente que está ganando protagonismo en el mapa global de la exploración y producción de petróleo y gas. La región tiene el potencial de aumentar significativamente su producción en los próximos años, con el desarrollo de nuevos campos y la optimización de recursos ya conocidos.
En este sentido, los movimientos estratégicos como el de Eco Atlantic aportan dinamismo y competencia saludable, elementos que suelen favorecer la innovación tecnológica y la sostenibilidad en la industria. En resumen, la Cuenca Orange de Sudáfrica, a través del Bloque 1, está en la antesala de una transformación que podría consolidarla como un polo relevante para la producción offshore de hidrocarburos. La entrada de Eco Atlantic en operatividad, basada en un detallado análisis sísmico y una cuidadosa estrategia de inversión, abre la puerta a oportunidades significativas no solo para la empresa, sino también para el sector energético regional y, en última instancia, para los mercados globales. La combinación de factores técnicos, económicos y regulatorios parece situar a esta área en un punto clave para la exploración y explotación en los próximos años, anticipando desarrollos que pueden transformar el panorama energético de Sudáfrica y sus alrededores.