El colapso de Celsius Network, una plataforma de préstamos criptográficos que en su momento prometía altos rendimientos a sus usuarios, ha dejado una estela de pérdidas significativas que han afectado la vida financiera de cientos de miles de inversores. Recientemente, la fiscalía estadounidense ha presentado más de 200 declaraciones de víctimas en el caso contra Alex Mashinsky, fundador y ex CEO de la firma, mostrando un retrato crudo del impacto devastador que la quiebra de Celsius ha generado en la comunidad cripto. Alex Mashinsky, reconocido en la industria por haber fundado Celsius Network, admitió haber cometido fraude y enfrenta un proceso judicial cuyo desenlace está previsto para el 8 de mayo de 2025. La presentación de estas declaraciones representa un paso fundamental en el caso, ya que recopila testimonios detallados de cómo el colapso de la plataforma afectó económica y personalmente a sus usuarios. Estas declaraciones están contenidas en más de 400 páginas y reflejan tanto relatos con nombres completos como otros con iniciales para proteger la identidad de quienes prefirieron mantenerse en el anonimato.
Antes de su caída, Celsius ofrecía a sus clientes la posibilidad de depositar criptomonedas con la promesa de obtener intereses atractivos, además de disponer préstamos garantizados por activos digitales como colateral. Sin embargo, en medio de una caída generalizada del mercado cripto en 2022, la plataforma bloqueó las retiradas en junio, desencadenando una alarma en toda su base de usuarios y dando inicio a una serie de eventos que terminarían con la declaración de bancarrota en julio de ese mismo año. Las declaraciones de las víctimas revelan historias personales conmovedoras. Muchos usuarios confiaron sus ahorros de toda la vida a Celsius, alentados por las garantías ofrecidas por Mashinsky y su equipo sobre la seguridad del sistema y la sostenibilidad de los rendimientos. Varias personas expresaron una profunda decepción y frustración al ver que las sumas devueltas durante el proceso de bancarrota eran considerablemente inferiores a la cantidad originalmente invertida, lo que llevó a algunos a enfrentar dificultades económicas severas.
Uno de los casos destacados en los documentos judiciales es el de Jesse Gaarenstroom, quien narró la magnitud de sus pérdidas y manifestó abiertamente su insatisfacción con el monto devuelto a los acreedores de Celsius. A través de este y otros testimonios, se evidencia la falta de preparación y la mala gestión que, según las víctimas, precipitaron la caída de una empresa que había sido vista como un referente en la industria cripto. El Departamento de Justicia de los Estados Unidos formalizó las imputaciones contra Mashinsky en julio de 2023, acusándolo de siete cargos relacionados con fraude en los mercados de commodities y valores. Sin embargo, tras negociar un acuerdo con la fiscalía, Mashinsky se declaró culpable de un cargo por fraude en commodities y otro por fraude en valores en diciembre, delitos que pueden acarretar penas de hasta 30 años de prisión si las sentencias se cumplen de manera consecutiva. La presentación de tantos testimonios víctimas ilustra no solo la escala del daño, sino también la determinación de la justicia por contar con un expediente profundo que refleje la voz de quienes sufrieron las consecuencias directas de las acciones de la empresa y su exdirector.
Esto permitirá al juez encargado del caso comprender el real alcance del perjuicio financiero y emocional sufrido. No obstante, no todas las declaraciones fueron exigentes con la máxima severidad contra Mashinsky. Entre las diferentes voces destacó una que solicitó clemencia, argumentando que una condena dura sería "excesivamente injusta" y señalando, sin aportar evidencias, que el ex CEO fue víctima de una campaña coordinada por Sam Bankman-Fried, otro empresario fallido del sector cripto conocido por su caso de fraude con FTX. Otro testimonio expresó que, dada la demostración de arrepentimiento de Mashinsky y las condiciones macroeconómicas adversas en el momento del colapso, se debería considerar una sentencia más indulgente. Por su parte, el propio Mashinsky ha solicitado que la sentencia no supere un año y un día de prisión, enfatizando sus intenciones "genuinamente buenas" y su historial previo libre de conflictos legales.
Según su defensa, factores externos, principalmente la volatilidad y caída global del mercado cripto, jugaron un papel determinante en la caída del negocio. Este caso genera una profunda reflexión en el ámbito de las finanzas digitales. Revela cómo la falta de regulación efectiva y la confianza ciega en figuras con grandes discursos pueden poner en riesgo los ahorros de muchos. Además, pone el foco en la necesidad de educar a los usuarios sobre los riesgos intrínsecos de las inversiones en criptomonedas y plataformas emergentes. El juicio a Mashinsky también sirve como alerta para otros emprendedores del ecosistema financiero digital y contribuye a la evolución del marco legal, que busca proteger a los consumidores sin paralizar la innovación.
La trazabilidad y transparencia exigidas a estas plataformas serán clave para evitar que tragedias similares se repitan. Mientras la fecha de sentencia se acerca, la atención mediática y la opinión pública continúan pendientes del desarrollo del juicio. La respuesta legal a este caso puede sentar precedentes importantes para futuros procesos contra ejecutivos de startups y empresas cripto que no cumplan con las normativas o engañen a sus usuarios. En resumen, la presentación de más de 200 declaraciones de víctimas en el caso contra Alex Mashinsky destaca el impacto humano detrás del colapso de Celsius. A través de estos documentos, la fiscalía no solo busca obtener justicia, sino también dar voz a aquellas personas afectadas que confiaron en una promesa que terminó en pérdida.
Este proceso tiene implicancias más allá del castigo individual y representa un llamado a la responsabilidad y la regulación en el emergente mundo de las finanzas descentralizadas y la criptomoneda.