El fenómeno de las criptomonedas ha creado un espacio donde, cada día, nuevas monedas digitales emergen con la promesa de ser la próxima gran revolución en el mundo financiero. Entre las más discutidas en la comunidad cripto se encuentra el Shiba Inu (SHIB), a menudo considerado un "token de perro" al igual que su predecesor, Dogecoin (DOGE). Sin embargo, según recientes análisis, Shiba Inu no cumple con las expectativas de convertirse en un competidor serio contra Dogecoin, y muchos expertos advierten que carece de un "propósito real". La fiebre por las monedas de meme comenzó con Dogecoin en 2013, una criptomoneda creada como una broma, inspirada en un popular meme de Internet que presentaba a un perro Shiba Inu. A pesar de su origen ligero, Dogecoin ha visto un aumento ordenado de su valor y una comunidad activa que apoya su crecimiento.
De hecho, ha logrado establecerse como una moneda válida para transacciones, contribuciones a obras de caridad, y su inclusión en plataformas de pago, posicionándose como una de las principales criptomonedas del mercado. En contraste, Shiba Inu se lanzó en 2020 y rápidamente ganó popularidad, especialmente entre los inversionistas minoristas que buscan aprovechar el affection generado por Dogecoin. Detrás de su crecimiento se encuentran promesas de proyectos, un ecosistema en desarrollo y la atracción generada por su comunidad. Sin embargo, muchos analistas han comenzado a cuestionar la verdadera utilidad de Shiba Inu. En un reciente artículo publicado por Express, un analista conocido subrayó que, a pesar de su popularidad creciente, el token no presenta un propósito tangible que lo diferencie de Dogecoin.
Uno de los puntos críticos que se han planteado es que Shiba Inu, a pesar de ser promocionado como un "asesino de Dogecoin", no ha demostrado tener características sólidas que lo hagan suficientemente atractivo para desafiar a su competidor más establecido. Si bien Shiba Inu ha introducido su propio ecosistema y tiene planes de desarrollo, como la creación de un intercambio descentralizado (Shibaswap) y la introducción de nuevas funcionalidades, muchos se preguntan si estas iniciativas son suficientes para sostener su valor a largo plazo. Los analistas han señalado que la falta de un enfoque claro en soluciones prácticas o innovaciones reales dentro del espacio de las criptomonedas puede limitar el crecimiento de Shiba Inu. A diferencia de otras monedas que están construyendo plataformas tecnológicas o aplicaciones que pueden ser utilizadas en el día a día, Shiba Inu parece estar atrapado en el ciclo del "efecto de red", donde su valor depende más de la especulación y la tendencia que de fundamentos sólidos. A pesar de estas advertencias, la comunidad de Shiba Inu sigue creciendo.
Los fanáticos del token han creado diversas plataformas, grupos de redes sociales y foros donde discuten sobre su futuro, y algunos defensores argumentan que la comunidad es su mayor fortaleza. Atrae a nuevos inversores que buscan unirse a una comunidad entusiasta y que a menudo ven el potencial en un crecimiento rápido a pesar de la volatilidad inherente a las criptomonedas. Sin embargo, este fenómeno en sí mismo plantea interrogantes sobre la sostenibilidad a largo plazo de la moneda. Además, el amplio suministro de Shiba Inu es otro factor que complica su valoración. Con billones de tokens en circulación, es difícil pensar que algún día alcanzará un valor significativo en comparación a monedas más vagas y limitadas en sus suministros, como Bitcoin.
Este desajuste puede llevar a una percepción de que SHIB no es más que una burbuja especulativa, que puede reventar en cualquier momento, dejando a los inversores con pérdidas significativas. Por otro lado, Dogecoin ha logrado adaptarse y evolucionar con el tiempo, incorporando mejores prácticas y generando soluciones creativas para garantizar su longevidad. La comunidad detrás de Dogecoin ha demostrado ser resiliente, invirtiendo en caridad, donaciones y en fortalecer el uso práctico de la moneda en diferentes plataformas. Esto ha hecho que más empresas comiencen a aceptar DOGE como forma de pago, lo que otorga un valor interno que Shiba Inu aún no ha podido lograr. Si bien Shiba Inu ha capturado la intención de muchos inversores a través de sus numerosas estrategias de marketing y su imagen de "cripto de la comunidad", los analistas concluyen que su carencia de un propósito directo puede resultar en un colapso a medida que el interés especulativo se apague.
Con la creciente competencia en el espacio cripto y el aumento del escepticismo hacia los tokens que no presentan un uso claro, queda por ver si Shiba Inu puede superar la barrera crítica que lo posicione como un activo genuinamente valioso. En conclusión, aunque Shiba Inu ha conseguido crear un espacio para sí mismo dentro del mercado de las criptomonedas, los análisis advierten que carece del propósito necesario para desafiar a Dogecoin. En un contexto donde la innovación y la aplicación real son cada vez más valoradas por los inversionistas, es fundamental contar no solo con una comunidad activa, sino también con un producto sólido y con un enfoque claro hacia el futuro. Mientras la comunidad cripto evalúa sus opciones, los interesados en Shiba Inu deberían proceder con cautela, recordando siempre que en el mundo de las criptomonedas, la popularidad por sí sola no garantiza el éxito a largo plazo.