En el mundo del emprendimiento y la inversión en startups, resulta fundamental entender la naturaleza de los problemas que se abordan. Muchas empresas emergentes tratan de resolver problemas evidentes, aquellos que son fácilmente detectables por el mercado y el público en general. Sin embargo, la verdadera oportunidad para alcanzar el éxito y generar retornos extraordinarios se encuentra en identificar y enfrentar problemas no evidentes, es decir, aquellos desafíos que no son obvios o que el mercado aún no ha reconocido como prioritarios. Ryan Hoover, fundador de Product Hunt e inversor en fondos como Weekend Fund, destaca que la distinción entre problemas evidentes y no evidentes es crucial al momento de crear negocios innovadores. Según su perspectiva, abordar un problema obvio con una solución también obvia rara vez conduce al éxito, ya que suele existir una saturación de propuestas similares que complican la diferenciación y captación de clientes.
Por ejemplo, muchas apps destinadas a facilitar encuentros entre amigos mediante la transmisión de ubicaciones han fracasado justamente por repetir soluciones evidentes ante problemas evidentes. Cuando se trata de ofrecer una solución no obvia a un problema evidente, el panorama puede ser más prometedor. Estas soluciones suelen surgir de avances tecnológicos o cambios en la cultura que permiten nuevas formas de abordar viejos problemas. Un caso emblemático es Calendly, que revolucionó la gestión de calendarios y citas con una interfaz fácil y automatizada que simplificó el proceso de programación. Sin embargo, incluso estas soluciones pueden enfrentar competencia rápida, ya que otros actores pueden replicar y adaptar la idea a sus audiencias existentes.
El verdadero potencial disruptivo se encuentra en enfrentar problemas no evidentes, ya sea con soluciones evidentes o innovadoras. Los problemas no evidentes surgen generalmente debido a transformaciones en el mundo, como cambios sociales, tecnológicos o culturales que generan nuevas necesidades o amplifican molestias que antes pasaban desapercibidas. La ventaja de abordar estos problemas es doble: menos competencia directa y la posibilidad de establecer tendencias y liderar la creación de nuevas categorías de mercado. Un caso ilustrativo es Deel, una empresa que se especializó en la nómina para equipos remotos distribuidos globalmente. En su inicio en 2018, esta problemática no era obvia y fue considerada un nicho demasiado pequeño.
No obstante, fenómenos como la pandemia de COVID-19 y la creciente adopción del trabajo remoto incrementaron exponencialmente la relevancia de la gestión eficiente y legal de nóminas internacionales, posicionando a Deel como líder en su sector. Para emprendedores interesados en descubrir problemas no evidentes, es recomendable partir desde la experiencia personal y profesional, identificando obstáculos inéditos o poco atendidos que enfrentan en su día a día. También es útil fijarse en las discrepancias o agravios crecientes en ciertos mercados o comunidades, ya que estos indicadores sugieren oportunidades donde el dolor o el sufrimiento se intensifican con el tiempo. Adicionalmente, construir soluciones propias o prototipos para estos problemas puede revelar insights valiosos. La innovación a menudo nace de la experimentación y el bricolaje, especialmente cuando se trata de problemas que no tienen respuestas claras en el mercado.
El conocimiento profundo y las predicciones sobre el futuro también pueden ayudar a anticipar problemas emergentes que aún no son visibles para la mayoría. Las redes de contactos y comunidades profesionales son otro recurso vital para detectar quejas recurrentes y necesidades insatisfechas. Participar activamente en estos entornos permite capturar señales tempranas de problemas que podrían transformarse en oportunidades de negocio. En términos de inversión, los fondos de capital de riesgo tienden a buscar startups que apunten a problemas no evidentes con propuestas únicas. La razón es que estas startups tienen mayor probabilidad de generar retornos fuera de lo común, debido a que el mercado aún no ha ajustado sus expectativas y valoraciones sobre esas oportunidades.
Por el contrario, invertir en startups que persiguen problemas y soluciones evidentes generalmente se traduce en peleas por cuota de mercado y márgenes reducidos. Cabe señalar que ningún emprendimiento alcanza el éxito solamente por identificar un problema no evidente; es indispensable también desarrollar una solución efectiva que responda realmente a las necesidades del cliente. El éxito radica en la combinación correcta entre la identificación del problema y el diseño de un producto o servicio que aporte valor tangible. Además, contar con el conocimiento y la pasión para entender a fondo el problema aumenta las posibilidades de construir una propuesta sólida y diferenciada. El entorno actual, caracterizado por cambios acelerados en tecnología, trabajo y hábitos sociales, es fértil para que surjan nuevos problemas no evidentes.
El avance en inteligencia artificial, la transformación digital masiva, el cambio hacia entornos laborales híbridos y remotos, así como la mayor conciencia sobre sostenibilidad y bienestar, son ejemplos de ámbitos donde se están gestando desafíos poco explorados. Por ello, los futuros fundadores que pretenden innovar deben invertir tiempo en observar el mercado con atención, cuestionar suposiciones y buscar esas oportunidades ocultas donde la competencia es escasa y los clientes están ávidos de soluciones. La actitud curiosa y la mentalidad exploradora son esenciales para descubrir problemas no evidentes que puedan convertirse en las bases de negocios exitosos y duraderos. En definitiva, la clave para sobresalir en el competitivo ecosistema emprendedor es encontrar la intersección entre problemas no evidentes y soluciones creativas. Esta sinergia permite no solo diferenciarse en un mercado saturado, sino también abrir horizontes para la creación de nuevos sectores y formas de valor.
A través de la observación profunda, el aprendizaje continuo y la actitud proactiva, los emprendedores pueden identificar oportunidades únicas y provocar cambios significativos en sus industrias. En resumen, enfrentar problemas no evidentes ofrece una ruta prometedora para generar innovación real, capturar mercados desatendidos y alcanzar resultados superiores. Es un llamado a pensar más allá de lo que parece claro y a explorar los rincones desconocidos donde los verdaderos impactos aún están por descubrirse.