La tokenización de activos del mundo real (RWA, por sus siglas en inglés) está comenzando a capturar la atención del mercado financiero, y es posible que estemos al borde de una transformación significativa en la manera en que interactuamos con los activos. La promesa de un mercado de hasta 30 billones de dólares en la próxima década ha despertado un entusiasmo renovado, pero en medio de esta efervescencia, surge un desafío fundamental que debe ser resuelto: la verificación estandarizada de estos activos. Después de años de especulación y promesas incumplidas, la tokenización de RWA finalmente parece estar en una trayectoria ascendente. Con estimaciones conservadoras que sugieren un mercado de 2 a 4 billones de dólares para 2030, la irrupción de este nuevo fenómeno financiero es inminente. Sin embargo, para que esta tendencia se consolide, es imperativo establecer un marco de verificación que garantice la integridad y la legalidad de los activos tokenizados.
La tokenización, concepto que facilita convertir activos físicos en representaciones digitales en blockchain, permite fraccionar propiedades, obras de arte y otros activos, haciéndolos más accesibles. Sin embargo, a medida que los activos tradicionales se convierten en representaciones digitales, surge la pregunta: ¿cómo podemos estar seguros de que estos activos existen y son lo que dicen ser? La respuesta radica en la verificación. Para que los inversores confíen en los activos tokenizados, necesitan claridad sobre varios aspectos críticos: ¿qué es exactamente el activo?, ¿quién lo posee?, y ¿quién tiene la custodia de este? Además, es crucial que se consideren las preguntas regulatorias, tales como qué tipo de inversores pueden adquirir estos activos y qué impuestos se deben aplicar a estas transacciones. Las respuestas a estas preguntas necesitan una revisión exhaustiva y un enfoque sistemático. En el modelo tradicional, la veracidad de un activo se comprobaba a través de métodos convencionales, que suelen ser ineficaces y lentos.
Por ello, el proceso de verificación actual no puede escalar con la velocidad que demanda un mercado en expansión. Aquí es donde entra en juego la computación verificada. Este proceso asegura que los activos tokenizados sean auténticos y se ajusten a las regulaciones pertinentes, proporcionando una red de computación descentralizada donde pueden ejecutarse procesos críticos de verificación fuera de la cadena de bloques de manera segura. Sin embargo, la tecnología blockchain por sí sola no es suficiente para garantizar la precisión de los datos fuera de la cadena. Las plataformas de computación verificada deben complementar las capacidades de la blockchain, ofreciendo un espacio neutral y transparente donde se puedan realizar funciones cruciales como la validación de documentos, auditorías de KYC (conozca a su cliente) y pruebas de reservas.
El ingreso de grandes instituciones financieras en el ámbito de la tokenización de RWA, como BlackRock, es un indicativo del potencial de este mercado. Sin embargo, la inclusión de más activos en este espacio dependerá de la creación de estándares rigurosos que aseguren la precisión y la confianza en los datos empleados. Los actores del mercado necesitan la certeza de que la información crítica relacionada con la autenticidad de los activos, las identidades digitales y los arreglos de custodia es exacta y se representa de manera confiable en la cadena de bloques en tiempo real. La complejidad del espacio de la tokenización de activos se puede ilustrar con un ejemplo relativamente sencillo: los relojes de lujo, como los Rolex. Para establecer un mercado líquido de estas piezas, es necesario verificar la autenticidad de cada reloj y tokenizarlo adecuadamente.
Esto incluye tareas como comprobar el número de serie, el modelo, la condición y la ubicación del reloj, entre otros. Los métodos tradicionales exigen inspecciones físicas, pero para aumentar la eficiencia, estos procesos deben integrarse en un libro mayor inmutable y en tiempo real. Además, las partes involucradas necesitan una verificación sólida de su identidad para garantizar que las transacciones sean legítimas y cumplan con regulaciones como las de KYC y AML (anti-lavado de dinero). El valor del reloj también debe ser validado de manera continua, garantizando un proceso de compra y venta transparente y eficiente. Por otro lado, el patrimonio histórico del reloj, o su procedencia, debe ser rastreado con precisión.
La blockchain proporciona una forma confiable de registrar la actividad transaccional; sin embargo, sin una verificación adecuada de los datos fuera de la cadena que se alimenta al libro mayor, ¿cómo pueden los inversores tener confianza? La necesidad de soluciones de verificación robustas y escalables se hace evidente a medida que los activos tokenizados se diversifican y se multiplican. Los métodos de verificación deben volverse automatizados y eficientes, implementando tecnologías emergentes que permitan una verificación sin comprometer la privacidad o la seguridad de los datos. Sin duda, la combinación de computación verificada y contratos inteligentes podría ofrecer un puente confiable entre los datos fuera de la cadena y las funciones dentro de la blockchain. Al agregar datos de múltiples fuentes y aprovechar mecanismos de consenso descentralizados para asegurar la precisión, las redes de computación verificada ofrecen un flujo de información confiable y de alta calidad que sustenta el proceso de tokenización. El futuro de la tokenización de activos del mundo real depende de nuestra capacidad para desarrollar e implementar estándares de verificación que sean universales.