El 2025 ha sido un año desafiante para Ethereum, una de las criptomonedas más importantes y reconocidas en el ecosistema digital. A lo largo de este periodo, el precio de Ethereum ha experimentado una caída constante, desde sus máximos alcanzados en noviembre hasta mínimos no vistos desde marzo del año anterior. Esta caída ha provocado grandes pérdidas para inversores y ha encendido una serie de alarmas en la comunidad cripto. Sin embargo, para comprender mejor por qué Ethereum ha caído tan abruptamente, es fundamental analizar varios aspectos clave reflejados en cuatro gráficos que nos permiten entender esta dinámica desde diferentes ángulos. Uno de los principales indicadores que refleja la debilidad de Ethereum es el comportamiento de los fondos cotizados en bolsa (ETFs) basados en Ethereum en los Estados Unidos.
A diferencia de años anteriores, este año ha registrado importantes salidas netas en los ETFs de Ether durante seis semanas consecutivas. Este dato muestra el desinterés o incluso el temor de los inversores institucionales y particulares a mantener una posición en Ethereum en el contexto actual. En comparación, el Bitcoin ha mantenido un volumen de entradas mucho mayor en sus ETFs, evidenciando una preferencia clara por la principal criptomoneda y dejando a Ethereum en un segundo plano. Este fenómeno no solo afecta el precio de ETH sino que también disminuye la confianza en su recuperación a corto plazo, especialmente en el mercado estadounidense, que es uno de los principales motores financieros globales. Otro aspecto significativo que refleja la caída en la prominencia de Ethereum es el liderazgo en generación de tarifas dentro del ecosistema cripto.
Durante años, Ethereum fue la cadena de bloques predominante en cuanto a volumen de transacciones y generación de ingresos por comisiones, gracias a su dominio en sectores como las finanzas descentralizadas (DeFi), los tokens no fungibles (NFT), juegos y tokenización de activos del mundo real. Sin embargo, en 2025, la situación ha cambiado considerablemente. Ethereum ha generado alrededor de 227 millones de dólares en tarifas este año, cifra que se ve opacada por cadenas rivales y plataformas como Tether, que supera los 1.300 millones, Tron con 880 millones, y Solana con 376 millones. Esta nueva realidad refleja una migración masiva de actividades clave hacia otras redes que ofrecen mejores costos y velocidades, lo que impacta directamente en la demanda de ETH y en la percepción del ecosistema como el lugar predilecto para el desarrollo y la interacción cripto.
Además de la disminución en generación de ingresos, otro factor crucial para la caída del precio de Ethereum es la reducción en la actividad de desarrollo sobre su red principal. Datos derivados del análisis on-chain muestran que la comunidad de desarrolladores ha reducido su contribución al código, innovación y mejoras en Ethereum durante los últimos meses. Este descenso suele interpretarse como una señal negativa para el futuro, ya que la tecnología en blockchain debe mantenerse dinámica y en constante evolución para adaptarse a la competencia y nuevos usos. La migración de programadores hacia otras cadenas como Solana, Sonic y Berachain, así como el enfoque creciente en soluciones de capa dos (layer 2) como Base, Arbitrum y Optimism, que prometen mejor escalabilidad y menores costos, contribuye a esa tendencia. Estas dinámicas restan impulso a Ethereum como plataforma principal, afectando su valor y atractivo para desarrolladores y usuarios por igual.
Finalmente, desde un punto de vista técnico, el análisis del comportamiento del precio de Ethereum revela una señal conocida como el patrón de triple techo. Esta formación se observa en gráficos semanales y consiste en tres picos logrados alrededor de un nivel de 4.062 dólares, con un soporte crítico en la zona de los 2.132 dólares, que ha funcionado como “línea de cuello”. Recientemente, el precio de ETH rompió por debajo de esta línea de soporte, confirmando un claro patrón bajista que suele preceder caídas importantes.
A esta situación se suma que ETH cotiza por debajo de sus medias móviles a 50 y 100 semanas, indicadores técnicos que los inversores y analistas utilizan para evaluar la tendencia general. Todo esto aumenta la probabilidad de que Ethereum pueda seguir cayendo hacia niveles cercanos o incluso inferiores a los 1.000 dólares si no se presentan catalizadores positivos o cambios de tendencia. En resumen, la caída del precio de Ethereum en 2025 se explica por una combinación de factores fundamentales y técnicos. La fuga de capitales desde ETFs basados en Ether, su pérdida de liderazgo en generación de tarifas frente a otras cadenas, la disminución en la actividad de desarrollo y los patrones técnicos negativos, crean un escenario complejo para la criptomoneda.