En un momento crucial para la regulación de las stablecoins en Estados Unidos, Ivan Soto-Wright, CEO de la firma de pagos criptográficos MoonPay, ha hecho un llamado directo a los legisladores para que mantengan la participación activa de los reguladores estatales en la supervisión de estas monedas digitales vinculadas al dólar estadounidense. Ante la inminente creación de un marco regulatorio federal que busca unificar las normas, este pedido representa un llamado importante para garantizar un equilibrio regulatorio que estimule la innovación sin dejar de proteger a los consumidores. Las stablecoins, criptomonedas diseñadas para mantener un valor estable al estar respaldadas por activos reales o colaterales, han ganado un protagonismo creciente en la economía digital. Hoy día, son fundamentales para facilitar pagos rápidos, remesas internacionales y para interactuar con otras aplicaciones de finanzas descentralizadas. Sin embargo, el rápido crecimiento de este ecosistema también ha levantado alarmas entre reguladores y legisladores, quienes buscan evitar riesgos sistémicos, fraudes y vulnerabilidades que podrían afectar a millones de usuarios.
En el Congreso de Estados Unidos, dos proyectos legislativos principales avanzan para regular las stablecoins: el GENIUS Act (Guiding and Establishing National Innovation for US Stablecoins Act) en el Senado y el STABLE Act (Stablecoin Transparency and Accountability for a Better Ledger Economy Act) en la Cámara de Representantes. Ambos intentan establecer un conjunto de reglas claras para las empresas emisoras, buscando crear confianza y seguridad en el mercado, pero difieren en su enfoque respecto a la autoridad regulatoria. Ivan Soto-Wright ha expresado preocupación por cómo el GENIUS Act, en particular, podría consolidar un poder regulatorio excesivamente centralizado en la Reserva Federal y limitar la participación de los reguladores a nivel estatal. Según Soto-Wright, los organismos estatales han brindado hasta ahora una claridad regulatoria vital y una supervisión efectiva que no solo protege a los consumidores, sino que también ha permitido el crecimiento saludable del sector. En un mensaje publicado en la plataforma X el 18 de abril, el CEO de MoonPay enfatizó la necesidad de que las leyes mantengan “vías viables para los emisores regulados a nivel estatal”, colocándolos en igualdad con los reguladores federales que cumplan con los estándares definidos.
Esta perspectiva no es exclusiva de MoonPay. La Conference of State Bank Supervisors (CSBS), asociación que representa a los reguladores bancarios estatales, ha enviado comunicaciones formales a los comités legislativos instando a preservar un rol relevante para el control estatal. La CSBS sostiene que la diversidad regulatoria fomenta la competencia, la innovación y provee soluciones adaptadas a las realidades regionales, aspectos que podrían perderse con una supervisión exclusivamente federal. La discusión se enmarca en un entorno político complejo, donde incluso hay conflictos de interés potenciales que encienden el debate. Por ejemplo, la familia del expresidente Donald Trump ha respaldado el lanzamiento de una stablecoin propia a través de la empresa World Liberty Financial.
Este hecho ha generado sospechas sobre posibles influencias que podrían afectar la aprobación o diseño de las medidas regulatorias, dadas las inversiones millonarias procedentes de diversos actores del ecosistema cripto y financiero. Más allá de estos aspectos políticos, la regulación de las stablecoins en Estados Unidos es un asunto global que repercute en el liderazgo del país en innovación financiera y tecnología blockchain. El hecho de garantizar una competencia saludable entre reguladores federales y estatales podría convertirse en una ventaja competitiva. Un sistema flexible con supervisión robusta puede atraer inversiones, proteger a los usuarios y evitar las incertidumbres legales que han caracterizado al sector en años anteriores. Actualmente, la gran mayoría de los pagos con stablecoins se realizan bajo supervisión estatal, ya que estos organismos han desarrollado normas claras que las empresas pueden implementar.
La red de supervisores estatales también tiene experiencia directa con una amplia gama de entidades financieras, desde bancos hasta proveedores de servicios de pago, lo que facilita la integración regulatoria de las stablecoins en el sistema financiero tradicional. El argumento a favor de mantener la autoridad estatal reconoce, además, que el término “estable” en stablecoins puede abarcar diversos modelos y mecanismos de respaldo, desde monedas fiduciarias hasta activos digitales o algoritmos. Esta diversidad requiere un enfoque regulatorio que pueda adaptarse rápidamente y evaluar riesgos específicos, algo que las autoridades estatales, debido a su cercanía con los actores locales y su experiencia variada, pueden manejar con mayor eficacia. Por otro lado, los defensores de una regulación federal integral argumentan que un marco centralizado evita riesgos de fragmentación normativa entre estados y garantiza un piso uniforme de requisitos que eviten arbitrajes regulatorios. No obstante, en esta balanza, la postura de Soto-Wright es que ambas dimensiones, estatal y federal, deben coexistir y complementarse para fortalecer el ecosistema.
En su carta dirigida a los líderes congresionales, el CEO de MoonPay enfatiza que la regulación no debe ser una barrera para la innovación, sino un habilitador. Para lograr esto, es crucial que las normativas respeten la capacidad de los actores estatales y se evite concentrar el poder exclusivamente en la Reserva Federal o alguna otra autoridad federal única, pues ello podría ralentizar el proceso y limitar las opciones para los nuevos jugadores. La supervisión a nivel estatal también ha demostrado ser pilar en la protección al consumidor, mitigando casos de fraude y mal manejo de fondos, al tiempo que promueve transparencia y responsabilidad. Además, esta estructura ha facilitado la entrada de nuevos participantes permitiendo a las startups probar soluciones bajo un régimen más flexible, sin sacrificar la seguridad. Las stablecoins están en el corazón de la revolución financiera digital que transforma la manera en que las personas acceden y utilizan el dinero.
En ese contexto, establecer un marco regulatorio balanceado que conjugue avances tecnológicos, estándares de seguridad y protección legal será clave para el futuro de la industria. En conclusión, la llamada de Ivan Soto-Wright al Congreso para preservar la autoridad estatal en la regulación de stablecoins es un recordatorio vital de la importancia de la colaboración entre niveles de gobierno. Mantener canales regulatorios abiertos tanto a nivel federal como estatal no solo promueve la diversidad y la innovación, sino que también asegura una estructura robusta para proteger a los consumidores y estabilizar el mercado. El avance legislativo continuará en los próximos meses, y la opinión de expertos y líderes de la industria, como la de MoonPay, será fundamental para moldear las políticas que definirán el rumbo de las stablecoins y, en última instancia, el futuro de la economía digital en Estados Unidos y a nivel mundial.