En el mundo tecnológico actual, la velocidad con la que emergen nuevas tendencias y disciplinas es vertiginosa. Una de las preguntas más frecuentes y retadoras para aquellos que desean emprender o destacar en un sector especializado es cómo hacerlo cuando no se cuenta con la seniority, es decir, la experiencia o antigüedad reconocida en el dominio. Un ejemplo reciente y representativo es el emergente campo de la Inteligencia Artificial aplicada al Site Reliability Engineering (SRE), donde algunos emprendedores y profesionales sin años de trayectoria profunda intentan abrirse camino con ideas frescas y propuestas innovadoras. El SRE es un campo que tradicionalmente exige años de experiencia operativa y manejo de infraestructuras críticas, pues involucra mantener la confiabilidad, disponibilidad y rendimiento óptimo de servicios digitales a gran escala. Es lógico que alguien nuevo en este dominio pueda sentirse intimidado o fuera de lugar al pensar en crear soluciones o lanzar una startup en esta área altamente especializada.
Sin embargo, la aparición de compañías lideradas por personas sin el clásico perfil senior en SRE que están aplicando inteligencia artificial para la respuesta a incidentes, demuestra que existen caminos distintos para ingresar y prosperar en el sector. Entonces, ¿qué estrategias y enfoques pueden adoptar quienes aún no han acumulado amplia experiencia para lanzar productos o servicios competitivos en áreas técnicas complejas? El primer punto a comprender es que la seniority no es la única manera de aportar valor ni de ser legítimo en un campo. En muchos casos, la combinación de aprendizaje autodidacta intensivo, trabajo relacionado tangencialmente y una aproximación disruptiva puede crear un espacio para innovación y propuesta única. Una vía fundamental es ganar experiencia en roles que, sin ser exactamente senior, permitan estar en contacto con operaciones críticas o tareas vinculadas. Por ejemplo, un profesional puede comenzar en posiciones de soporte o roles junior ligados a la infraestructura, desarrollando un entendimiento práctico sobre el entorno en el que se mueve el SRE.
Esto se acompaña idealmente con un aprendizaje autónomo dedicado, utilizando recursos como cursos en línea, tutoriales, libros y participación activa en comunidades técnicas donde se discuten casos, problemáticas y soluciones reales. Algunas certificaciones reconocidas, aunque no siempre indispensables, pueden aumentar la credibilidad y demostrar compromiso con el aprendizaje del sector. Certificaciones como CKAD (Certified Kubernetes Application Developer) brindan una base técnica demostrable, pero no reemplazan la experiencia directa en situaciones reales. Sin embargo, combinadas con proyectos propios o colaboraciones, pueden fortalecer el perfil profesional. Lo que destaca en el caso de la inteligencia artificial aplicada a SRE es el enfoque en resolver problemas concretos mediante automatización avanzada y analítica predictiva.
Aquí la experiencia tradicional en SRE puede ser substituida parcialmente por conocimiento en algoritmos, machine learning y habilidades para diseñar soluciones de IA capaces de intervenir en incidentes en tiempo real. Esto subraya un punto clave: el conocimiento interdisciplinario puede ser una ventaja competitiva para quienes no proceden del dominio core, porque aportan perspectivas frescas y enfoques desde la innovación técnica. Por otra parte, la capacidad de comunicar y presentar una propuesta de valor clara y convincente es determinante. Los emprendedores que carecen de trayectoria laboral son conscientes de que su experiencia se mide no solo en años sino en resultados tangibles. Así, suelen enfocarse en desarrollar prototipos, estudios de caso, pruebas piloto o simulaciones que demuestren la efectividad de su solución.
Esto les permite captar la atención de inversores, clientes potenciales y comunidades técnicas, rompiendo la barrera inicial de la confianza. Además, la colaboración con expertos del dominio o la creación de equipos complementarios puede suplir los vacíos de la experiencia. Un fundador con buen manejo de IA que se asocie con profesionales con background en SRE traduce un balance crítico que aumenta la capacidad de ejecución y aceptación en el mercado. Las redes de apoyo, aceleradoras, programas de mentoring y espacios de networking también juegan un papel clave para quienes están comenzando sin seniority. Estos entornos facilitan el intercambio de conocimiento, validación de ideas y la conexión con mentores que guían en la estrategia técnica y comercial.
La experiencia no es solo una cuestión de tiempo, sino también de calidad y densidad de aprendizaje y relaciones construidas. En definitiva, el camino para lanzar proyectos innovadores en dominios técnicos especializados sin contar con años de experiencia formal no es fácil ni inmediato, pero es posible. Implica una mentalidad persistente orientada al aprendizaje continuo, aprovechamiento de oportunidades relacionadas indirectamente, desarrollo técnico interdisciplinario, colaboración estratégica y un fuerte enfoque en validar y demostrar valor con resultados concretos. Este fenómeno está facilitado además por la naturaleza cambiante del sector tecnológico, donde los avances acelerados y la convergencia de disciplinas como IA, DevOps y SRE abren puertas para que nuevos perfiles y enfoques rompan paradigmas establecidos. Para quienes están dispuestos a invertir tiempo y esfuerzo en construir ese conocimiento desde cero, el reto puede convertirse en una propuesta de diferenciación y liderazgo futuro.
Así, la clave no es esperar a ser senior para emprender o innovar, sino construir desde donde uno está, con creatividad, determinación y la habilidad de aprender rápido y asociarse inteligentemente. En el competitivo panorama actual, la experiencia tradicional cuenta, pero también lo hace la capacidad de adaptarse, imaginar y ejecutar soluciones de vanguardia que respondan a las necesidades emergentes de sectores en transformación constante como el AI en SRE.