El mercado de las criptomonedas enfrenta una jornada turbulenta en abril de 2025, donde Bitcoin, la criptomoneda más emblemática y valorada a nivel global, ha descendido por debajo de la barrera de los $77,000 por primera vez en lo que va del año. Este fenómeno no solo llama la atención por la magnitud de la caída, sino también por el contexto económico internacional que la rodea, marcado por la implementación de nuevas tarifas comerciales por parte del expresidente estadounidense Donald Trump. El anuncio de estas tarifas ha generado un impacto directo en los mercados financieros tradicionales y digitales, provocando nerviosismo en los inversionistas y una reacción en cadena que afecta a la capitalización global del mercado de criptomonedas, la cual se ha reducido a aproximadamente 2.44 billones de dólares. Esta contracción representa una caída cercana al 8.
66 % en un lapso de 24 horas, según datos confiables de seguimiento de mercado. Bitcoin, con un valor que el mismo día se ubicaba alrededor de $76,893, experimentó una declinación cercana al 7.83 % en un solo día, mientras en el mercado indio su precio equivalía a aproximadamente 65.87 lakh rupias. Esta caída aún repercute en el ánimo de los participantes del ecosistema cripto, coincidiendo con un indicador de miedo del mercado que se sitúa en 17 sobre 100, reflejando un clima de extrema incertidumbre y aversión al riesgo.
No solo Bitcoin se ha visto afectado. Altcoins populares como Ethereum, Ripple, Solana, Dogecoin y Litecoin han sufrido bajas considerables también. Ethereum, por ejemplo, reportó una caída del 14.65 %, ubicándose alrededor de $1,543 por unidad, mientras Dogecoin tuvo un retroceso del 15.79 %, cotizándose cerca de $0.
14. Litecoin experimentó la pérdida más severa, con un descenso del 17.36 %, situándose bajo los $68. Entre las criptomonedas que lograron cierto repunte se encuentra el token KAVA, que aunque con una ganancia menos de uno por ciento, contrastó con las grandes declinaciones del resto, destacándose positivamente en un día de pérdidas generalizadas. Por otro lado, Berachain (BERA) destacó como el mayor perdedor, con una caída de casi el 22 %.
Las repercusiones de estas tarifas no solo afectan el valor de las criptomonedas, sino que también influyen en la estabilidad y la confianza de los inversionistas del sector. Las decisiones del gobierno estadounidense han despertado alarma global, dado que las tarifas afectan el comercio y la economía real, lo que se traslada a los mercados financieros y posteriormente al mercado cripto, que aunque descentralizado, no está exento de estos impactos. Expertos y líderes de opinión en el sector han manifestado que el momento actual refleja un vínculo cada vez más visible entre las inversiones tradicionales y las digitales. La reciente caída del S&P 500 en casi un 6 % y la disminución semejante en el Nasdaq, contribuyen directamente al pesimismo en el sector cripto. Esta correlación que antes parecía tenue ahora es palpable, haciendo que cambios bruscos en los mercados bursátiles afecten de forma casi inmediata a Bitcoin y altcoins.
Edul Patel, CEO de Mudrex, ha explicado que el índice de miedo y codicia ha llegado a niveles de extremo miedo, indicando que los inversionistas están especialmente cautelosos y poco confiados en el corto plazo. Sin embargo, observa una posible recuperación si se confirman ciertos anuncios venideros de agencias federales en Estados Unidos relacionadas con las reservas públicas en criptomonedas, las cuales podrían provocar un rebote en los precios. CoinSwitch Market, otro actor principal en el mundo cripto, señala que la caída por debajo de los $79,000 fue consecuencia de la cautela ante los efectos económicos de las tarifas anunciadas. Recordó que Ethereum, Solana y Ripple experimentaron pérdidas superiores al 12 %, analizando que el mercado atraviesa una fase de alta incertidumbre y baja confianza. Pi42 tiene una interpretación similar, apuntando que la suma de incertidumbre macroeconómica, volatilidad y nerviosismo del mercado han llevado a pérdidas superiores a $160 mil millones en valor total de criptomonedas durante este período.
Advierten que si esta tendencia continúa, podría confirmarse un mercado bajista prolongado para el sector. La preocupación también se extiende a indicadores técnicos que alertan sobre posibles continuaciones en la caída, como lo señaló el CEO de Unocoin, quien comentó sobre la proximidad de un «cruzamiento de la muerte» en los promedios móviles de Bitcoin, una señal técnica que podría anticipar movimientos bajistas adicionales en el corto a mediano plazo. Pese a esta situación adversa, hay optimismo respecto al rol que Bitcoin podría desempeñar como refugio de valor ante la depreciación del dólar y los efectos negativos de las políticas comerciales restrictivas. Algunos CEOs de plataformas de intercambio y análisis creen que a mediano y largo plazo, la criptomoneda se beneficiará de la percepción como activo protegido contra la inflación y la incertidumbre económica global. En India, mercado que cada vez cobra mayor protagonismo dentro del ecosistema cripto global, los precios reflejan estas tendencias internacionales, con Bitcoin cotizándose en el entorno de los 65 lakh rupias, Ethereum sobre los 1.
3 lakh y otras altcoins siguiendo la senda del declive. La gran lección que deja este episodio del mercado cripto es la interconexión creciente con los mercados tradicionales y la sensibilidad ante las decisiones políticas y económicas de las mayores economías del mundo. La volatilidad continuará siendo protagonista mientras persistan las tensiones comerciales y la incertidumbre macroeconómica. Para los inversionistas, el momento exige prudencia y análisis detallado, considerando indicadores técnicos, fundamentales y sociales antes de tomar decisiones. El mercado cripto, si bien atractivo por sus altos rendimientos y potencial innovador, sigue siendo altamente riesgoso y vulnerable a shocks externos.
Finalmente, es importante recordar que las criptomonedas no son consideradas como moneda de curso legal en la mayoría de países y que la regulación en torno a ellas sigue siendo incierta. Por ello, cualquier inversión debe hacerse con conocimiento claro de los riesgos involucrados y la asesoría adecuada. La adaptación y vigilancia constante serán claves para navegar en este territorio incierto pero con enormes oportunidades en el horizonte.