Las distribuciones mínimas requeridas, conocidas como RMD por sus siglas en inglés, son un tema crucial para aquellos que cuentan con cuentas de jubilación con ventajas fiscales en Estados Unidos. Estas distribuciones representan la cantidad mínima que los propietarios de planes de retiro deben retirar cada año a partir de una cierta edad, para evitar sanciones y cumplir con la normativa del IRS, el Servicio de Impuestos Internos. Sin embargo, una de las preguntas que surgen con frecuencia es si es posible evitar las RMDs si la persona sigue trabajando más allá de la edad tradicional de jubilación, algo que gana relevancia dada la tendencia creciente de individuos que prolongan su vida laboral. Profundicemos en las reglas actuales y qué significa estar exento o no de las RMDs cuando se continúa activo en un empleo. Las reglas sobre las RMDs han cambiado recientemente debido a reformas legislativas que ajustaron las edades a las que estas distribuciones deben comenzar.
Originalmente, la obligación de iniciar las retiradas comenzaba a los 70 años y medio. La promulgación de la Ley SECURE en 2019 modificó esta indicación y elevó la edad obligatoria a 72 años. Posteriormente, la Ley SECURE Act 2.0 ajustó nuevamente esta cifra, posponiéndola a los 73 años desde 2023 y planeando otro aumento a los 75 años para 2033. Estos cambios buscan dar más tiempo a los contribuyentes para acumular y gestionar sus ahorros para el retiro, reflejando además una esperanza de vida promedio más larga y una realidad económica cambiante.
Si una persona tiene 77 años y aún está trabajando, es comprensible que tenga dudas sobre si debe necesariamente retirar sus distribuciones mínimas de su cuenta 401(k) u otros planes patrocinados por el empleador actual. La respuesta afirmativa a esta cuestión puede ser sorprendente para muchos: sí, es posible evitar las RMDs del plan de jubilación patrocinado por el empleador actual mientras la persona siga empleada, siempre y cuando el empleador no exija lo contrario. Este es un mandato que establece el IRS y no simplemente una política interna de la empresa o del administrador de fondos. Esto abre un espacio significativo para que quienes continúan trabajando puedan seguir acumulando sus ahorros dentro de este plan sin que tengan que retirar forzosamente fondos en ese momento, lo cual puede ser beneficioso para la planificación financiera a largo plazo. No obstante, es importante destacar que este beneficio únicamente aplica a los planes que correspondan al empleo actual.
Las reglas cambian cuando consideramos otros tipos de cuentas o planes de jubilación. Por ejemplo, las cuentas IRA tradicionales, incluidas las variantes SIMPLE o SEP IRAs, no ofrecen esta exención por continuar trabajando. De igual forma, los planes vinculados a empleadores anteriores, ya sea antiguos planes 401(k) o similares, sí están sujetos a las RMDs, independientemente del estado laboral actual del titular. Por lo tanto, si alguien tiene cuentas antiguas de este tipo, deberá cumplir con los requisitos regulatorios y retirar las cantidades mínimas establecidas cada año para esas cuentas. Para quienes deseen evitar estas distribuciones de cuentas antiguas, una estrategia común es la de consolidar esos fondos mediante una transferencia o rollover a su plan actual, siempre y cuando el administrador de dicho plan lo permita.
Esta acción puede simplificar la gestión y, en ciertos casos, ayudar a evitar distribuciones obligatorias que resultarían en impuestos sobre esas cantidades retiradas. Además, las reglas recientes han traído cambios importantes respecto a las cuentas Roth. Tradicionalmente, las cuentas Roth IRA estaban exentas de las distribuciones mínimas por edad, pero las designaciones Roth dentro de planes patrocinados por empleadores tenían que cumplir con las RMDs. La legislación más reciente ha corregido este punto, eximiendo a partir de 2024 a todas las cuentas Roth de planes patrocinados de las RMDs basadas en la edad. Sin embargo, hay que aclarar que esta exención no se aplica a las cuentas Roth heredadas, que deben seguir los requisitos del llamado “período de diez años”.
El panorama general sobre las RMDs muestra una combinación de normas que varían según la naturaleza de la cuenta, el estatus laboral y la edad del titular. Las personas que siguen activas laboralmente y tienen un plan 401(k) actual gozan de una ventaja importante, ya que pueden posponer las distribuciones que de otra forma habrían sido obligatorias. Esto puede resultar en beneficios fiscales significativos y en mayor flexibilidad financiera, especialmente para quienes prefieren mantener sus inversiones en crecimiento. No obstante, es esencial que cada individuo revise cuidadosamente todas sus cuentas de jubilación y cargos vinculados para asegurar que cumple con la normativa vigente. La eficiencia en la planificación de las RMDs también tiene un impacto importante en la gestión del impuesto sobre la renta, dado que las cantidades retiradas según las distribuciones mínimas generalmente se consideran ingreso gravable.
Para quienes se encuentran en esta situación es recomendable consultar con un asesor financiero o un contador especializado en planificación de jubilación. Un experto podrá analizar la situación particular, considerando edad, volumen de ahorros, tipos de cuentas, estatus laboral y expectativas de ingresos futuros. De esta forma, se podrán diseñar estrategias óptimas que minimicen impuestos y optimicen el patrimonio acumulado. En resumen, la posibilidad de evitar las distribuciones mínimas requeridas a los 77 años mientras se continúa trabajando en el empleo actual es una excepción contemplada específicamente por las regulaciones del IRS. Esta excepción puede ofrecer a muchos trabajadores mayores una herramienta valiosa para la gestión de sus ahorros, pero requiere estar atentos a las particularidades de cada tipo de plan y otras cuentas de jubilación que se posean.
Además, se debe estar informado sobre los cambios legislativos que constantemente ajustan los parámetros para estas distribuciones. Mantenerse al día con estas normas es fundamental para maximizar los beneficios de las cuentas de retiro y evitar sanciones o impuestos innecesarios. Por lo tanto, informarse, planear con anticipación y buscar asesoría son pasos indispensables para quienes desean lograr una jubilación segura y financieramente saludable, aún si han decidido extender su vida laboral más allá de la edad tradicional.