Shiba Inu, conocido popularmente como SHIB, es una criptomoneda de meme que alcanzó un auge sin precedentes en 2021, ganando la atención de inversores minoristas y entusiastas del mundo cripto por igual. Sin embargo, en 2025, SHIB se enfrenta a un contexto desafiante, con su cotización estancada cerca de 0.000012 dólares, muy lejos de sus máximos históricos. Esta difícil situación refleja tanto la evolución del ecosistema cripto como factores externos que afectan a todo el mercado. Comprender por qué Shiba Inu está cayendo requiere analizar en profundidad una serie de elementos, desde el estado actual de la economía global hasta las dinámicas específicas que impactan directamente al token y a su comunidad.
La economía global continúa siendo un detonante fundamental que influye en la demanda de activos arriesgados como las criptomonedas. En 2025, la incertidumbre derivada de tensiones comerciales internacionales y políticas monetarias restrictivas ha provocado un desplazamiento de inversores hacia activos considerados más seguros. Bitcoin, la criptomoneda de referencia, ha tocado mínimos anuales recientemente, y el efecto dominó ha afectado inevitablemente a las altcoins y monedas meme como Shiba Inu. Los inversionistas se muestran precavidos ante la volatilidad y el riesgo, lo que disminuye la circulación y las compras. Otro factor clave es el desgaste del entusiasmo inicial que rodeaba a SHIB en la era post-2021.
Durante ese período, la criptomoneda capturó la atención pública gracias a la viralidad en redes sociales y el fervor de los traders minoristas. Este rescate impulsó su precio al alza y consolidó una base comunitaria apasionada. Pero con el tiempo, la fiebre mediática y la atracción hacia SHIB han disminuido, una situación común en el universo de monedas basadas principalmente en el sentimiento y la especulación. Nuevas monedas meme como Pepecoin han emergido para atraer a los inversores en búsqueda de mejores retornos, reduciendo el interés por Shiba Inu. En las plataformas como X (anteriormente Twitter), los mensajes sobre SHIB muestran sentimientos mixtos.
Mientras algunos seguidores esperan un repunte, muchos destacan la falta de novedades significativas o eventos catalizadores que puedan reavivar la confianza y la motivación para comprar y mantener el token. Técnicamente, la gráfica de precio de SHIB cuenta una historia complicada. Su cotización permanece por debajo de medias móviles cruciales, indicando un sesgo bajista. El fenómeno conocido como «death cross», que ocurre cuando una media móvil de corto plazo cae por debajo de una de más largo plazo, ha reforzado la percepción negativa y delimitado resistencias difíciles de superar. Intentos recientes de superar niveles alrededor de 0.
0000127 dólares han fracasado, y la falta de volumen en las transacciones confirma un soporte débil proveniente de los compradores. Algunos analistas anticipan que, si se rompe el soporte técnico de cerca de 0.0000115, SHIB podría descender incluso a 0.0000105 dólares, evidenciando un escenario complicado para los inversores. El desarrollo del ecosistema Shiba Inu ha intentado fomentar la utilidad de la moneda más allá de su papel original como meme.
Proyectos como Shibarium, una cadena de bloques de capa 2 desarrollada para ofrecer funcionalidades adicionales y mejorar la escalabilidad, representan un esfuerzo para darle mayor valor con casos de uso reales. Sin embargo, pese a haber alcanzado una cifra importante en volumen de transacciones, la influencia directa de Shibarium en el precio de SHIB se mantiene limitada. Además, la tasa de quema de tokens, destinada a reducir la oferta y propiciar incrementos en el valor, ha decaído significativamente, con una disminución del 60% recientemente. Otras iniciativas como proyectos en el metaverso y mejoras en exchanges descentralizados han generado cierto interés, pero la demora en su implementación y la baja adopción afectan la percepción del mercado, que los compara con competidores que ya cuentan con casos de uso más tangibles o innovadores. La competencia dentro del mundo cripto es feroz y no deja lugar para la complacencia.
El nacimiento constante de nuevos tokens, especialmente aquellos con enfoque en aplicaciones del mundo real y tecnologías emergentes como inteligencia artificial, atraen inversiones y atención que Shiba Inu lucha por mantener. La enorme cantidad de tokens SHIB en circulación, superior a 589 billones, complica la posibilidad de repuntes rápidos de precio frente a monedas con suministros limitados que pueden escalar con mayor facilidad. En el segmento de monedas meme, Dogecoin conserva una influencia dominante, mientras que nuevos competidores como Pepecoin capturan la preferencia de quienes buscan ganancias exponenciales a corto plazo. Esta saturación del mercado y la dificultad para diferenciarse contribuyen a la presión bajista sobre el precio de SHIB. Los factores regulatorios y las condiciones económicas también desempeñan un papel fundamental.
A nivel global, algunos países endurecen sus normativas sobre criptomonedas, introduciendo restricciones que generan incertidumbre y desalientan la inversión. Aunque India ha adoptado una postura algo más amigable, en otros territorios las legislaciones más restrictivas limitan mercados potenciales donde Shiba Inu antes mostraba fortaleza. La intención de los bancos centrales de mantener tasas de interés elevadas para controlar la inflación fomenta un entorno de aversión al riesgo, impactando negativamente los activos especulativos. El temor a fraudes y hackeos en exchanges también ha afectado la confianza, traduciéndose en menor actividad comercial con SHIB. A pesar de este panorama adverso, la comunidad conocida como Shiba Army no ha desaparecido.
En 2025 se ha observado un aumento significativo en la entrada de fondos por parte de grandes inversores o «ballenas», con incrementos superiores al 2000%. Este movimiento sugiere acumulación, generando una esperanza latente de posible recuperación cuando se presenten mejores condiciones en el mercado. El avance continuo en el desarrollo de Shibarium y la expectativa de actualizaciones en Ethereum, blockchain en la que SHIB opera, pueden actuar como catalizadores que impulsen un cambio de tendencia. Las proyecciones de analistas oscilan entre una modesta recuperación a valores cercanos a 0.000012 dólares y escenarios optimistas que contemplan hasta 0.
00006 dólares hacia finales del año, siempre dependiendo de la evolución del mercado general y de la capacidad del ecosistema para generar resultados visibles. En definitiva, el futuro de Shiba Inu en 2025 dependerá de su adaptación a un contexto económico y tecnológico exigente. Recobrar el impulso requerirá superar las barreras técnicas, revitalizar el interés del público y demostrar una utilidad sólida dentro del espacio cripto. Aunque los desafíos son notables, la base comunitaria y la innovación en curso pueden mantener viva la posibilidad de que SHIB recupere protagonismo en el panorama de las criptomonedas.