En un rincón del estado de Illinois, justo al norte de East St. Louis, se encuentra Brooklyn, una pequeña localidad que no solo es conocida por su proximidad al río Mississippi, sino también por su rica historia. Este año, un equipo de arqueólogos del Illinois State Archaeological Survey ha comenzado una ambiciosa excavación con el objetivo de descubrir más sobre las raíces de este pueblo, fundado en la década de 1800 por afroamericanos liberados. La excavación busca traer a la luz los vestigios de los primeros habitantes de Brooklyn, con la esperanza de que su historia pueda ser reconocida y documentada oficialmente. Brooklyn, que con sus aproximadamente 650 residentes es uno de los pocos municipios incorporados de mayoría negra que aún perduran en el país, fue establecido en 1873.
Sin embargo, la llegada de familias afroamericanas a esta área comenzó medio siglo antes, cuando buscaban un lugar donde pudieran vivir con más libertad. La historia de Brooklyn es una de resiliencia y comunidad, un testimonio de la lucha por la igualdad y la búsqueda de un hogar seguro. La alcaldesa de la ciudad, Vera Banks, quien ha vivido en Brooklyn toda su vida, expresa su deseo de ver a su ciudad, que en otro tiempo floreció con tiendas y teatros, recuperar su esplendor. El proyecto arqueológico que se está llevando a cabo en el corazón de Brooklyn no es solo una búsqueda de artefactos, sino una misión para documentar y conservar la memoria de sus fundadores. Banks subraya la importancia de este trabajo: "Ya tenemos una rica historia, y esto sería como encender otra vela en la oscuridad", dice, refiriéndose a cómo la excavación no solo honrará el pasado, sino que también puede inspirar orgullo cívico y promover el turismo en la región.
Los arqueólogos, liderados por Alleen Betzenhauser, comenzaron la excavación con la esperanza de encontrar evidencias concretas de las primeras familias que habitaron la zona. Hasta ahora, han realizado un esfuerzo inicial en un terreno vacío que pertenece a Roberta Rogers, presidenta de la sociedad histórica local. Este esfuerzo no es nuevo; en 2008, un equipo ya había realizado un estudio preliminar en Brooklyn, pero se vieron limitados por la falta de financiación y la competencia con otros proyectos. Sin embargo, el renovado interés en la justicia social y la historia afroamericana ha revitalizado los esfuerzos para continuar la excavación. La primera parte de la excavación ha sido prometedora.
El equipo comenzó con una zanja de aproximadamente 10 pies por 25 pies en un vecindario residencial y ha expandido su búsqueda a otros lugares donde se sospecha que hubiera estructuras de la época. "A veces la arqueología ocurre en los patios traseros", comenta Betzenhauser, señalando la singularidad de encontrar historias escondidas en las comunidades contemporáneas. Uno de los sitios clave que el equipo está investigando es el que se cree que era el antiguo cementerio de Brooklyn. Este lugar tiene un valor sentimental enorme dado que se considera el descanso final de muchos de los primeros pobladores de la localidad. La recuperación y el estudio de este espacio no solo servirán para honrar a aquellos que construyeron la comunidad, sino también para conectar a los actuales residentes con sus antepasados.
La historia de Brooklyn está entrelazada con figuras heroicas que intentaron garantizar la libertad y el bienestar de los afroamericanos en el siglo XIX. Una de las matriarcas del pueblo, conocida como "Madre" Priscilla Baltimore, es recordada por su papel en el ferrocarril subterráneo, donde su iglesia, la Quinn Chapel AME Church, se convirtió en un refugio para aquellos en busca de libertad de la esclavitud. La alcaldesa Banks resalta que la misión de Brooklyn siempre ha sido ser un "pueblo de libertad" para quienes buscaban escapar de la opresión. Sin embargo, el impacto después de años de lucha ha dejado cicatrices visibles en la ciudad. Hoy, muchas calles de Brooklyn están marcadas por lotes vacíos y negocios cerrados, lo que refleja un declive en su población y economía.
Aunque las iglesias locales siguen siendo un centro de actividad, la mirada de los forasteros frecuentemente se dirige hacia los negocios de entretenimiento para adultos que rodean la localidad, lo que podría dar una impression equivocada del rico legado cultural que posee. El descubrimiento de artefactos, incluyendo fragmentos de cerámica de colores brillantes que datan de la época de fundación de la comunidad, añade una capa de autenticidad a esta búsqueda. El equipo está comprometido no solo a encontrar objetos, sino a entender la vida cotidiana de sus antiguos habitantes. Cada pequeño hallazgo ayuda a contar la historia de una comunidad que ha enfrentado adversidades y ha persistido a lo largo del tiempo. Las excavaciones también están enmarcadas en un contexto más amplio de revitalización y planeamiento urbano.
La alcaldesa Banks ha expresado su interés en crear un plan integral para mejorar Brooklyn en los próximos años. Con la centenaria celebración de la Ruta 66, que pasa cerca del pueblo, se vislumbra la oportunidad de vincular la historia rica de Brooklyn con nuevos desarrollos turísticos. "No hay lugar como Brooklyn", afirma enérgicamente, sugiriendo que este proyecto podría ser un primer paso hacia un futuro más prometedor. Para muchos, la historia de Brooklyn, una comunidad que se niega a ser olvidada, puede resonar más allá de sus límites. La excavación que se lleva a cabo promete no solo proporcionar respuestas sobre el pasado, sino que también puede convertirse en un faro de esperanza para los residentes actuales y futuros, quienes buscarán forjar un nuevo capítulo en la historia de este pueblo.
La búsqueda de la historia de Brooklyn no es solo una cuestión de arqueología; es una reafirmación de identidad y comunidad que tiene el potencial de inspirar a generaciones venideras. Mientras los arqueólogos continúan su labor, su tarea se siente más relevante que nunca en un clima social que anhela la justicia y la inclusión. La historia de Brooklyn, esas voces de libertad que una vez clamaron por reconocimiento y dignidad, finalmente pueden obtener el mapa que merecen, un recordatorio perdurable de su legado y un llamado a la acción para los que todavía están luchando por la equidad en todas partes.