El ecosistema Apple sigue evolucionando y con la proximidad del lanzamiento de iOS 19, se intensifican los rumores y expectativas en torno a las posibles novedades que traerá esta actualización. Una de las cuestiones que más llama la atención es la posibilidad de que iOS 19 se acerque en funcionalidad y concepto a macOS, el sistema operativo tradicional de las computadoras Mac. Este cambio podría suponer una revolución en la experiencia de usuario, especialmente para quienes utilizan dispositivos móviles como el iPad y el iPhone para tareas que requieren un enfoque más profesional y productivo. Recientemente, Mark Gurman, reconocido periodista especializado en Apple para Bloomberg, ha señalado que iPadOS 19 — la rama de iOS dedicada al iPad — será “más como macOS” en aspectos clave como la productividad, la multitarea y la gestión de las ventanas de las aplicaciones. Este planteamiento ha generado un contraste interesante con discusiones anteriores que preocupaban por la posible mezcla de iOS con visionOS o un macOS que se estuviera volviendo más parecido a iOS.
Ahora, el enfoque parece ser al revés: iPadOS y iOS acercándose a las capacidades y fluidez que ofrece macOS. La productividad, una asignatura pendiente para muchos usuarios de dispositivos móviles Apple, se presentaría como uno de los grandes beneficiados con estos cambios. La incorporación de un menú estilo macOS en pantallas de iPads conectados a un Magic Keyboard, según información de un leaker conocido como Majin Bu, ofrece indicios bastante claros de que Apple desea brindar una experiencia más completa y menos limitada. Tradicionalmente, aplicaciones como Apple Notes, Mail o incluso la suite iWork han tenido versiones para iPad y iPhone que, aunque funcionales, se consideran inferiores o menos potentes comparadas con sus homólogas en macOS. Esto se debe en gran parte a la ausencia de un menú de comandos completo y bien organizado en iOS e iPadOS, un aspecto que en macOS enriquece la interacción y el control.
El cambio en la gestión de ventanas y multitarea es otro punto sobre el que Apple ha mostrado interés. Desde la introducción de Stage Manager, un sistema para manejar varias aplicaciones en modo ventana en iPads, hasta recientes rumores que sugieren la incorporación de una versión limitada de esta funcionalidad en iPhones con puerto USB-C, la intención es clara: dar a los dispositivos móviles capacidades que tradicionalmente han sido propias de los ordenadores. Sin embargo, la experiencia real de implementación y usabilidad ha sido recibida con cierto escepticismo. Algunos críticos han señalado que aunque Stage Manager es un paso hacia adelante, no soluciona problemas mayores como la dificultad para mover ventanas libremente o tener un control absoluto sobre cómo se distribuyen las aplicaciones en pantalla. Uno de los aspectos más comentados en foros y secciones de comentarios es precisamente la limitación que existe en los dispositivos móviles Apple para manejar los espacios de trabajo.
Aunque el iPad es un dispositivo potente, capaz de muchas cosas, se percibe que su sistema operativo no está completamente preparado para convertirlo en una estación de trabajo tan fluida o flexible como lo es macOS. Este déficit implica que, para tareas complejas de edición, programación, diseño o gestión documental, muchos usuarios prefieren seguir utilizando una Mac o MacBook. La reacción de la comunidad y analistas es diversa. Jason Snell, un respetado periodista tecnológico, considera que la idea de mejorar la multitarea y la gestión de ventanas en iPadOS es algo esperado desde hace muchos años, por lo que no sorprende que Apple quiera tocar esos temas. Sin embargo, también apunta que la descripción es demasiado vaga y no se pueden sacar conclusiones definitivas sin ver cómo se materializan las mejoras en la práctica.
Stephen Hackett por su parte, señala que aunque los cambios propuestos suenan atractivos, no llegarán a satisfacer plenamente a los usuarios que desean un macOS completo en sus iPads. La gestión de ventanas es importante, pero no aborda lo que denomina "el problema central" que el iPad ha tenido desde su inicio: la falta de un sistema operativo verdaderamente orientado a la productividad profesional. Otro punto de interés es la posible reubicación del buscador de aplicaciones en iOS 19 hacia la parte inferior de las aplicaciones, una medida que afecta principalmente a usuarios de iPhones con pantallas grandes. Jon Prosser, un conocido divulgador de rumores sobre Apple, ha señalado que este cambio mejora la accesibilidad y la ergonomía, facilitando la interacción con el pulgar en dispositivos de gran tamaño. Más allá de mejoras puntuales, algunos usuarios y expertos sugieren que la solución radical sería que iPadOS simplemente se transforme en macOS.
Esta visión, aunque extrema, tiene sentido para quienes ven al iPad como un portátil compacto cuyo sistema operativo debería ser capaz de ejecutar las mismas aplicaciones y procesos que una Mac. Argumentan que mantener dos sistemas paralelos genera confusión y limita las posibilidades del hardware actual, especialmente con los chips de Apple Silicon que potencian ambos dispositivos con una arquitectura similar. Sin embargo, convertir el iPad en un Mac no es una tarea sencilla. iPadOS está diseñado para una interacción táctil, con gestos y una interfaz optimizada para el consumo de contenido y tareas rápidas, mientras que macOS está pensado para uso con teclado, ratón y una productividad intensa y prolongada. Encontrar un punto medio requiere cambios profundos a nivel de hardware, software y experiencia de usuario.
Un elemento que todos destacan es la importancia del menú para la gestión de aplicaciones. John Gruber, experto analista de Apple, ha comentado que una de las ventajas que tienen las aplicaciones de Apple en macOS frente a iOS es la cantidad y organización de comandos disponibles gracias a un menú completo y bien estructurado. La posibilidad de acceder a todas las funciones de una aplicación sin necesidad de memorizar atajos o buscar en iconos es una gran ventaja para la productividad. Sin embargo, en iPadOS, ese menú ha estado relegado a un HUD accesible solo con teclado, lo cual limita su utilidad para usuarios que emplean el iPad sin accesorios. Mejorar esta área podría aumentar significativamente la experiencia de usuario y consolidar al iPad como una plataforma verdaderamente profesional.
En contraste, algunos usuarios critican que Apple no ha avanzado lo suficiente en eliminar obstáculos para la productividad móvil. Señalan que a pesar de las promesas, el sistema operacional todavía presenta problemas como una gestión de archivos rudimentaria, limitaciones en el movimiento y organización de ventanas, y restricciones en cuanto a la instalación de software externo o herramientas de desarrollo como Homebrew. Además, la fragmentación entre iOS, iPadOS y macOS, y cambios en macOS que han simplificado el sistema en detrimento de funciones profesionales, generan preocupación sobre el rumbo que está tomando Apple. Algunos argumentan que se están perdiendo características valiosas y que la seguridad y el diseño parecen priorizar la experiencia de consumo más que la de creación. Por otro lado, la comunidad de desarrolladores espera con interés las oportunidades que pueda brindar una mayor convergencia entre iOS y macOS.
La facilitación de portar aplicaciones de Mac a iPad, o viceversa, a través de tecnologías como Catalyst o incluso una evolución hacia un AppKit para iPadOS, podría impulsar un ecosistema más rico y funcional. La experiencia del usuario medio, sin embargo, también importa y muchos coinciden en que el iPad ofrece ventajas únicas para tareas rendereadas al dibujo con Apple Pencil, consumo multimedia o como pantalla secundaria móvil. La sorpresa y la expectativa radican en que, con iOS 19, quizás estas funciones se combinen con un sistema operativo que abra más puertas hacia la productividad tradicional sin perder la esencia táctil y la portabilidad. En conclusión, iOS 19 parece estar en un punto de inflexión donde Apple intenta combinar lo mejor de ambos mundos: la fluidez, usabilidad y portabilidad de iOS y la potencia, flexibilidad y organización de macOS. Aunque los detalles exactos y la experiencia real de usuario solo serán claras tras su lanzamiento, los indicios apuntan a una evolución importante en la forma en que interactuamos con los dispositivos móviles Apple.
Para quienes buscan un dispositivo potente para trabajar en movilidad, estas mejoras podrían traducirse en una experiencia más completa y satisfactoria, acercando la brecha que aún existe entre la potencia de un Mac y la comodidad de un iPad.
