En el mundo vertiginoso de las criptomonedas, pocos eventos logran capturar la atención con tanta intensidad como una subida abrupta y significativa en el precio de un activo digital líder. En abril de 2025, Ethereum (ETH), la segunda criptomoneda más grande por capitalización de mercado después de Bitcoin, experimentó un incremento destacado de aproximadamente un 15%, un fenómeno que sorprendió tanto a inversionistas como a analistas del mercado. Lo más llamativo de esta tendencia alcista fue que estuvo directamente influenciada por un movimiento inesperado del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuyas acciones y declaraciones vuelven a generar ecos en diversos sectores económicos, incluido el ámbito cripto. Este fenómeno muestra cómo variables aparentemente externas a los fundamentos técnicos de una criptomoneda, como declaraciones de políticos influyentes o decisiones empresariales vinculadas a figuras públicas, pueden afectar el ánimo y las decisiones de compra de los inversores. Para entender mejor esta reciente alza de Ethereum, resulta indispensable analizar no sólo los datos técnicos del mercado sino también los elementos externos que han configurado este escenario.
Desde un punto de vista técnico, Ethereum empezó a mostrar señales de recuperación sólida al superar niveles clave de soporte y resistencia que habían limitado su crecimiento en las semanas anteriores. El precio logró sostenerse por encima del umbral psicológico y técnico de los 1,550 dólares, manteniéndose firme sobre el promedio móvil simple de las últimas 100 horas, un indicador relevante para los operadores en el corto plazo. Este comportamiento apuntaba a un cambio en la tendencia bajista que se había instalado desde hace meses, permitiendo así que los compradores tomaran la iniciativa y alentaran la demanda de ETH. El quiebre de la línea de tendencia bajista, con resistencia ubicada cerca de los 1,470 dólares, fue un punto de inflexión crítico en el análisis del gráfico horario. Superar este nivel no sólo significó un giro técnico sino que también elevó la confianza entre los traders, que comenzaron a impulsar agresivamente la compra, lo que facilitó la prueba del siguiente nivel resistivo en torno a los 1,680 dólares.
Ese rango actúa tradicionalmente como un techo psicológico y técnico debido a su cercanía con máximos recientes. La consolidación posterior a la formación de un máximo cercano a los 1,687 dólares indicó que el mercado estaba tomándose un respiro para evaluar las nuevas condiciones. En este proceso, el respeto hacia el nivel de retroceso de Fibonacci del 23.6% sobre el movimiento ascendente desde 1,384 dólares hasta 1,687 dólares confirmó un equilibrio técnico en el que los inversores establecían un piso para evitar caídas abruptas. Al analizar el comportamiento próximo, es vital considerar que si Ethereum consigue superar resistencias mayores, como la que se encuentra cerca de los 1,720 dólares, podría desencadenar un rally hacia nuevas metas optimistas, apuntando hacia niveles como los 1,750 dólares y eventualmente alcanzando zonas de resistencia aún más elevadas, alrededor de 1,850 o incluso 1,880 dólares.
Estos movimientos serían indicativos de un ciclo alcista sostenido, capaz de llamar la atención de grandes capitales institucionales y traders de alto volumen. Sin embargo, la apertura a subidas no implica la ausencia de riesgos. Las correcciones técnicas son naturales en mercados tan volátiles, por lo que una incapacidad para romper los niveles de resistencia alrededor de 1,650 dólares podría generar retrocesos hacia soportes importantes localizados a 1,615 o 1,580 dólares. Descender por debajo de estos puntos puede desencadenar ventas adicionales y provocar el testeo de soportes inferiores, como los 1,535 o incluso niveles cercanos a 1,480 dólares. Toda esta movimentación técnica se ha visto acompañada por indicadores que sugieren un creciente impulso alcista.
El Indicador MACD (Moving Average Convergence Divergence) en el gráfico horario ha mostrado un aumento en el momentum positivo, señal clara de que la fuerza de los compradores predomina sobre la presión vendedora. Asimismo, el RSI (Relative Strength Index) se encuentra por encima del nivel de 50, confirmando que la demanda ha ganado terreno y que las condiciones predominantes favorecen al lado comprador. Pero el análisis técnico no es el único factor para explicar esta subida. Lo que realmente capturó la atención en esta ocasión fue la intervención inesperada de Donald Trump, cuyo movimiento mediático y político provocó un efecto dominó en el sentimiento general de los mercados, en especial en el sector de las criptomonedas. Aunque históricamente la relación entre figuras políticas y movimientos cripto es compleja, la influencia de Trump ha vuelto a manifestarse en un momento sensible, lo que produjo una fuerte reacción en el precio de Ethereum.
El contexto no podría ser más favorable para Ethereum. Tras meses de consolidación, la criptomoneda necesitaba un catalizador externo que alentara la confianza y la compra masiva de activos digitales. La sorpresa ligada a Trump sirvió para activar el optimismo de los inversores, quienes interpretaron esta acción como una señal de que las políticas relacionadas con la tecnología blockchain y las criptomonedas podrían favorecer un entorno más amigable para los activos digitales. Además, este impulso ocurrió en paralelo con una mayor adopción institucional de Ethereum y el desarrollo continuo de su ecosistema tecnológico. Las mejoras en la red de Ethereum, como la migración a Ethereum 2.
0 con su sistema de prueba de participación (Proof of Stake), han generado expectativas positivas sobre su escalabilidad, costos de transacción y sostenibilidad. Este contexto técnico y fundamental refuerza la narrativa de que Ethereum está en un punto de inflexión que podría catapultar su valor a nuevos máximos históricos. No obstante, los inversionistas también deben considerar los riesgos inherentes a la alta volatilidad y a factores externos inesperados. Eventos geopolíticos, regulaciones en torno a las criptomonedas y cambios en el apetito por el riesgo global pueden incidir repentinamente en la dinámica del mercado. Por ello, sigue siendo fundamental monitorear de cerca tanto el análisis técnico como las noticias que afectan la percepción y comportamiento de los participantes.