En vísperas de las elecciones generales de 2024, un reciente sondeo exclusivo de USA TODAY y la Universidad Suffolk revela que el ex presidente Donald Trump mantiene una ventaja sobre la vicepresidenta Kamala Harris en el disputado estado de Arizona. Con tan solo seis semanas para la votación, el apoyo a Trump es sólido, con un 48% de los encuestados a favor, frente al 42% que se inclina por Harris. Este margen de seis puntos, aunque claro, se encuentra dentro del límite de error de 4.4%, lo que implica que la contienda sigue siendo reñida y podría cambiar en cualquier dirección. Este sondeo, realizado entre el 21 y el 24 de septiembre de 2024, incluye la opinión de 500 votantes probables en todo el estado.
En Maricopa, el condado más grande de Arizona y un indicador clave de las tendencias electorales del estado, la ventaja de Trump es menor, con un 47% frente al 43% de Harris, según una encuesta adicional realizada por el mismo equipo en el mismo período. Esta cifra, sin embargo, también está dentro del margen de error de 5.7% de esa encuesta, la cual consideró a 300 votantes probables solamente en Maricopa. El resultado del sondeo indica que el camino hacia la Casa Blanca para cualquier candidato en 2024 pasará por Arizona, que cuenta con 11 votos electorales y es considerado un campo de batalla crítico. La importancia del estado se evidencia aún más dado el reciente historial electoral de Arizona; en 2020, el presidente Biden ganó el estado por menos de 11,000 votos, mientras que Trump lo había llevado en 2016.
La demografía latina en Arizona juega un papel crucial en este escenario. Aproximadamente el 47% de los votantes latinos apoyan a Harris, en contraste con el 35% que se identifica con Trump. Con alrededor de 1.3 millones de votantes latinos elegibles, que constituyen aproximadamente una cuarta parte de los votantes registrados en el estado, la influencia de esta comunidad podría ser determinante en el resultado electoral. Ambas campañas están intensificando sus esfuerzos en Arizona.
La vicepresidenta Harris viajó recientemente a Douglas, Arizona, mientras que Trump celebró un rally en Tucson. Además, los portavoces de alto perfil de ambas campañas han estado visitando el estado para consolidar su base electoral. El panorama se complica para Harris, quien había tomado el relevo de Biden en la boleta electoral y había experimentado un ligero aumento en las encuestas. Sin embargo, la situación actual sugiere que podría enfrentar desafíos aún más significativos. Entre los votantes, un 5% aún no ha tomado una decisión, lo que representa una oportunidad crucial para ambos candidatos en las próximas semanas.
Los votantes también están muy enfocados en temas como la economía y la inflación, con un 27% de los encuestados señalando que estos son sus principales problemas. A pesar de la difícil situación económica que enfrenta el país, el 52% de los encuestados en Arizona afirma que están en una situación peor que hace cuatro años. Esta percepción de descontento se traduce en un cambio significativo en la forma en que los votantes se ven a sí mismos en relación con el gobierno actual. Ana Keck, una votante que apoyó a Biden en 2020, comentó que esta vez votará por Trump porque siente que los demócratas han manejado mal la economía y las relaciones exteriores, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania. Por otro lado, Jordan Waddell, una joven de 30 años, defiende su elección por Harris debido a su firme postura respecto a los derechos de las mujeres y la comunidad LGBTQ+, así como su rechazo al discurso de odio que asocia con Trump.
Estas diferencias en las percepciones políticas reflejan la polarización que caracteriza la política estadounidense actual. La controversia sobre el acceso al aborto también se destaca en el contexto electoral de Arizona. Más de la mitad de los votantes, un 58%, manifestó que apoyará la Propuesta 139, una enmienda constitucional que garantiza el derecho al aborto en el estado. Este tema se ha convertido en un eje central de la campaña de Harris, mientras que Trump ha declarado en repetidas ocasiones su apoyo a los estados para decidir sus propias leyes sobre el aborto. Además, el tema de la inmigración resuena fuertemente entre los votantes de Arizona.
Un 21% de los encuestados considera que la inmigración es su principal preocupación. Trump ha hecho de la dureza en la política migratoria un pilar de su campaña, prometiendo reinstaurar medidas estrictas y nuevas políticas de deportación masiva. A su vez, los votantes han criticado duramente a la administración Biden por su gestión de la seguridad fronteriza, aunque los números de inmigración han disminuido en los últimos meses. La visita de Harris a la frontera de Arizona resalta su enfoque en la seguridad y la propuesta de una ley bipartidista sobre este tema, que los republicanos han rechazado. Los comentarios de votantes como Tonya Neely, quien cree que Biden y Harris han dejado al país vulnerable en cuestiones migratorias, ilustran la presión que enfrenta la administración actual.
A pesar de las diferencias entre los candidatos y sus respectivas plataformas, queda claro que la decisión de los votantes de Arizona dependerá no solo de las políticas específicas, sino también de la percepción de quién puede preservar los valores democráticos fundamentales del país. Carlos Pacheco, un votante independiente de Yuma, expresa su preferencia por Harris, a pesar de sus preocupaciones sobre algunas de sus políticas. Él siente que es vital apoyar a alguien que, en su opinión, representa la continuidad del orden democrático. Con el avance de la campaña electoral, la carrera en Arizona continúa siendo un microcosmos de la turbulenta política estadounidense. Las encuestas actuales han abierto un campo de disputas que probablemente se intensificará a medida que se acerque el día de las elecciones.
Tanto Trump como Harris deberán enfrentarse a preguntas difíciles, a debates sobre las políticas que impactan la vida diaria de los ciudadanos y a la creciente necesidad de conectar emocionalmente con un electorado que busca respuestas y dirección en tiempos complejos. Las semanas venideras serán cruciales, no solo para los candidatos, sino también para los votantes, que están llamados a decidir el rumbo futuro del país en un contexto de división y desafíos significativos. A medida que se despliegan las campañas y se alzan las voces del electorado, Arizona se mantiene como un campo de batalla fundamental, donde cada voto contará y cada decisión podría marcar la pauta para el futuro de la nación.