En medio de un mercado cripto en constante evolución, Bitcoin ha logrado mantenerse firmemente alrededor de la cifra psicológica de $95,000. Este nivel no es un punto cualquiera, ya que representa una resistencia importante que ha detenido momentáneamente el avance de la criptomoneda tras un sorprendente repunte de aproximadamente un 30% desde mínimos recientes. La mirada de analistas y operadores está puesta en el informe de inflación Core PCE que se publicará el próximo miércoles, ya que podría ser la chispa que lleve a Bitcoin a superar esta barrera y alcanzar nuevos máximos históricos. El contexto técnico actual muestra que Bitcoin se encuentra justo en una zona identificada como la “golden pocket”. Este término, muy utilizado en análisis técnico, se refiere a una confluencia de niveles que incluyen importantes nodos de volumen y el punto de control, elementos que marcan zonas con alta actividad de compra y venta.
En este momento específico, ese sector oscila entre los $94,410 y $95,581, donde la criptomoneda ha encontrado una especie de techo temporal. Esta pausa es natural después de la subida acelerada que vimos en semanas anteriores y es un comportamiento esperado antes de un movimiento significativo, ya sea una continuación alcista o un retroceso técnico. El análisis incorpora además las medias móviles semanales, particularmente la media simple de 20 semanas y la media exponencial de 21 semanas, que conforman la banda de soporte en el mercado alcista. El cierre por encima de esta banda no solo reafirmaría el soporte sino que además podría aportar un fuerte impulso para continuar con la tendencia positiva. Sin embargo, los expertos advierten que no se debe descartar la posibilidad de una consolidación o incluso una caída temporal antes de buscar nuevos máximos.
Si se produce una corrección, el rango entre $88,000 y $90,000 emerge como una zona crítica de soporte. Este rango coincide con niveles clave como la retrocesión del 50% de Fibonacci, así como con un “gap” dejado en el mercado de futuros CME cercano a los $91,600. Los “gaps” en este contexto suelen rellenarse en más del 90% de las ocasiones, lo que da una alta probabilidad de que Bitcoin vuelva a esa zona antes de retomar el impulso alcista. Esta área también integra importantes medias móviles, consolidando su relevancia como soporte sólido para los traders. Un factor que pesa considerablemente sobre las expectativas de los operadores es el dato de inflación Core PCE, que es el indicador preferido por la Reserva Federal de Estados Unidos para evaluar la inflación subyacente.
Las expectativas indican una disminución desde el 0.4% actual a alrededor del 0.1%, lo que podría indicar un enfriamiento en la presión inflacionaria. Un dato más bajo de lo previsto podría impulsar expectativas sobre posibles recortes de tasas de interés por parte de la Fed, medida que históricamente ha favorecido a Bitcoin y a los activos criptográficos en general. Si bien el mercado está atento a estos datos, es importante destacar que la reacción no será automática ni lineal.
La interpretación de los números será clave para entender la dirección que tomará Bitcoin. Un informe que muestre una inflación mucho más baja podría desencadenar un movimiento alcista sostenido, mientras que números que no cumplan con las expectativas podrían generar incertidumbre o incluso una desaceleración en el crecimiento del precio. Desde la perspectiva de la gestión de riesgos, algunos analistas sugieren que los traders que han apostado por el alza en Bitcoin desde los mínimos recientes consideren estrategias de cobertura parcial. Esto significa que, en lugar de liquidar sus posiciones completamente, podrían tomar una posición corta reducida para protegerse ante posibles retrocesos. Este enfoque permite mantener exposición al alza mientras se mitiga el riesgo en escenarios adversos.
Otro elemento a tener en cuenta es la dominancia de USDT (Tether) en el mercado de criptomonedas. Actualmente, se observa un descenso en su dominancia, tocando niveles de soporte importantes, incluyendo la banda de soporte del mercado alcista y la media móvil exponencial de 200 días. Una disminución en la dominancia de USDT, que es una stablecoin ampliamente utilizada, traduce una menor preferencia por reservas en dólares vinculados a criptomonedas, lo que generalmente es interpretado como una señal alcista para activos como Bitcoin. Además, el flujo negativo de dinero en la dominancia de USDT sugiere que cualquier repunte en este indicador podría ser efímero, lo que respalda la continuidad del momentum alcista en Bitcoin. En términos más generales, Bitcoin continúa fortaleciendo su posición no solo como una reserva de valor dentro del ecosistema digital, sino también como un activo que responde de manera sensible a las decisiones de política monetaria y a indicadores macroeconómicos globales.
La proximidad a los $95,000 simboliza no solo un desafío técnico, sino una prueba de confianza del mercado en la capacidad de Bitcoin para mantener y superar barreras históricas. Para aquellos interesados en el trading activo o en inversión a medio y largo plazo, la recomendación prudente es seguir de cerca las actualizaciones del informe Core PCE y contemplar mecanismos que permitan ajustar posiciones rápidamente frente a la volatilidad esperada. La combinación del análisis técnico con la observación de datos macroeconómicos es fundamental para navegar en un mercado que, aunque maduro, continúa mostrando alta sensibilidad ante noticias y eventos globales. Finalmente, la volatilidad inherente a Bitcoin no debe ser vista exclusivamente como una amenaza, sino como una oportunidad para establecer posiciones estratégicas que puedan beneficiarse tanto del avance alcista como de eventuales correcciones. En un escenario donde los elementos técnicos, fundamentales y macroeconómicos convergen, la capacidad de adaptación y la gestión de riesgos serán los factores clave para capitalizar el potencial que ofrece el próximo movimiento esperado tras la publicación de los datos de inflación.
En conclusión, Bitcoin está en un punto de inflexión decisivo que podría definir su trayectoria para los próximos meses. La atención está puesta en el informe de inflación Core PCE que se dará a conocer este miércoles y que tiene la capacidad de catalizar una ruptura significativa más allá de los $95,000. La zona de soportes entre $88,000 y $90,000 ofrece un colchón sólido ante posibles retrocesos, mientras que la disminución en la dominancia de USDT refuerza un panorama positivo para la criptomoneda. En este contexto, la vigilancia constante, el análisis riguroso y la adopción de estrategias flexibles serán esenciales para aprovechar las oportunidades que este momento único presenta.