En un desarrollo inquietante para las autoridades de todo el mundo, un reciente informe de Chainalysis revela que los mercados de la darknet vendieron más de 790 millones de dólares en criptomonedas durante el último año. Este es un hito significativo, ya que representa el primer año en que las ventas superaron los 600 millones de dólares, lo que sugiere un aumento alarmante en la actividad de estos mercados clandestinos. La investigación de Chainalysis, una de las firmas de análisis de blockchain más reconocidas, ha proporcionado un vistazo profundo al auge de la delincuencia en línea y al uso de criptomonedas para actividades ilegales. A pesar de que la proporción de transacciones provenientes de mercados de la darknet sigue siendo baja en comparación con el total de transacciones de criptomonedas, el hecho de que su participación haya pasado del 0,04 % en 2018 al 0,08 % en 2019 indica un crecimiento que no debe ser ignorado. El informe destaca que la mayoría de estas transacciones fluyen a través de plataformas de intercambio de criptomonedas, que se han convertido en el medio más común para que los compradores envíen fondos a los vendedores y para que los vendedores conviertan las criptomonedas obtenidas en ventas a dinero fiduciario.
Esta dinámica plantea serias preocupaciones sobre el control que las autoridades pueden ejercer sobre estas plataformas. Uno de los aspectos que más llama la atención del informe es la resiliencia de los mercados de la darknet. A pesar de enfrentar un intenso escrutinio y operaciones de fuerzas del orden que condujeron al cierre de ocho mercados el año pasado, igualmente se abrieron otros ocho nuevos. Esta capacidad de adaptación sugiere que la demanda de los consumidores sigue siendo fuerte y que las operaciones ilegales están lejos de desaparecer. De hecho, el informe de Chainalysis sugiere que los mercados de la darknet no sólo han mantenido su negocio, sino que han mejorado sus ingresos.
En promedio, cada mercado activo en 2019 generó más ingresos que aquellos que estaban en funcionamiento en cualquier otro año, a excepción de los años pico del Silk Road en 2012 y 2013, un importante hito en la historia de las criptomonedas y la venta de productos ilegales. Los informes de actividad en la darknet no están únicamente limitados a la venta de drogas, aunque esta sigue siendo la opción más popular. También se han popularizado mercados que ofrecen información de tarjetas de crédito robadas y otros servicios ilegales. Uno de los mercados destacados en el informe se estima que ha recaudado al menos 22,7 millones de dólares en criptomonedas como Bitcoin (BTC), Bitcoin Cash (BCH) y Tether (USDT). Un fenómeno notable en el contexto de este aumento en las transacciones de criptomonedas en la darknet es la falta de correlación entre las transacciones en estos mercados y las fluctuaciones del precio de las criptomonedas.
En julio de 2019, por ejemplo, cuando las transacciones en intercambios y sitios de apuestas aumentaron drásticamente, las transacciones a los mercados de la darknet solo experimentaron un leve aumento. Durante el resto del año, la actividad en estos mercados se mantuvo dentro de un rango mucho más estable, lo que sugiere que los compradores están motivados por la necesidad y no por especulaciones sobre el valor de las criptomonedas. Las perspectivas futuras sobre los mercados de la darknet son igualmente preocupantes. Chainalysis advierte que es probable que estos mercados comiencen a adoptar criptomonedas centradas en la privacidad para dificultar la identificación de compradores y vendedores por parte de las autoridades. Actualmente, solo un mercado importante parece estar aceptando Monero (XMR), una criptomoneda conocida por sus características de privacidad.
Este crecimiento continuado en el uso de criptomonedas para actividades ilegales tiene implicaciones serias para las políticas de regulación y control por parte de los gobiernos. La dificultad para rastrear transacciones y la facilidad con que se pueden realizar operaciones anónimas en la darknet presentan un desafío significativo para el cumplimiento de la ley y la protección del sistema financiero global. Muchos reguladores están estudiando cómo abordar esta situación sin sofocar la innovación y el desarrollo que las criptomonedas pueden aportar al sistema financiero. El debate sobre la regulación de criptomonedas y mercados de la darknet también ha captado la atención de economistas y expertos en tecnología. Algunos argumentan que el crecimiento de esta economía paralela es un reflejo de la falta de acceso a servicios financieros en algunas comunidades y de la búsqueda de autonomía en un sistema frecuentemente percibido como injusto.
Otros sostienen que la creciente sofisticación de estos mercados y la impunidad aparente de aquellos que operan en ellos son preocupaciones que necesitan atención inmediata. En conclusión, el informe de Chainalysis sirve como un recordatorio de que, para algunos, el auge y adopción de las criptomonedas han derivado en un camino hacia actividades cada vez más ilegales y ocultas. La cifra de 790 millones de dólares en transacciones representa no solo una amenaza para la integridad del sistema financiero global, sino también un reto para las autoridades que luchan por construir un entorno donde las criptomonedas puedan ser utilizadas de manera responsable y segura. La lucha entre la innovación en el ámbito financiero y la regulación de las actividades ilegales en la red sigue siendo un tema candente y de vital importancia en el creciente mundo de las criptomonedas y la tecnología blockchain.