Ethereum, la segunda criptomoneda más importante después de Bitcoin, está viviendo momentos de gran incertidumbre en los mercados. Los traders parecen estar al límite, expectantes ante un posible movimiento significativo que podría marcar una nueva etapa en el precio de ETH. En este contexto, es fundamental analizar ciertos indicadores clave y niveles técnicos que podrían desencadenar una actualización del precio, con especial atención al nivel de resistencia alrededor de los $1,630. Durante las últimas semanas, Ethereum ha estado operando dentro de un rango definido entre aproximadamente $1,540 y $1,630. Este rango ha servido como una zona de batalla entre compradores y vendedores, donde más de 7.
9 millones de ETH han sido adquiridos por diversos titulares desde hace un tiempo, reflejando una consolidación bastante intensa. Por lo tanto, este rango no solo representa un área de precios, sino también un espacio donde la psicología del mercado tiene un papel muy activo. El movimiento del precio dentro de este rango ha mostrado muy poca volatilidad en las últimas 24 horas, con una caída leve cercana al 0.37%, señal de que tanto los alcistas como los bajistas están dudando en tomar posiciones decisivas. Esta compresión en la cotización generalmente suele anteceder a una ruptura importante, la cual puede pivotar bruscamente el rumbo de ETH hacia arriba o hacia abajo.
Los datos ofrecidos por herramientas on-chain como IOMAP dibujan un panorama más claro acerca de las áreas de soporte y resistencia. Entre los niveles de $1,513 y $1,585 existe un sólido soporte, con aproximadamente 6.6 millones de ETH held “in the money,” lo que significa que muchos inversores se encuentran en ganancias a esos precios. En oposición, la resistencia parece estar construyéndose entre $1,585 y $1,630, donde más de 7.9 millones de ETH están actualmente en pérdidas ante los poseedores, lo que indica un agregado de posiciones que podría actuar como freno a futuros incrementos de precio.
Este tipo de anomalías en el mercado no son simples coincidencias, más bien revelan las zonas donde los grandes jugadores y los pequeños inversores coinciden en su operativa, creando muros psicológicos en el gráfico que la criptomoneda debe superar para avanzar de forma contundente. Es en este sentido donde el nivel de $1,630 aparece como un punto crucial que, de ser rebasado con fuerza, podría abrir la puerta a una continuación alcista. No obstante, la estructura técnica en general sigue evidenciando una tendencia bajista de fondo. Ethereum se encuentra dentro de un canal descendente que se extiende desde enero de 2025. En dicho rango, cada vez que la cotización alcanza la banda superior del canal, la presión vendedora ha logrado frenar el ímpetu alcista, reforzando un ciclo descendente genuino.
En los últimos días, la acción del precio ha oscilado sobre la línea media del canal, mostrando indecisión entre compradores y vendedores, una situación que suele anteponer movimientos bruscos una vez que alguna de las partes se decida a tomar el control. La zona cercana a los $1,630 no es solo un tope de resistencia, sino un pivote que puede cambiar completamente el panorama de corto y mediano plazo. Un rompimiento exitoso de esta marca posiblemente inicie una nueva etapa alcista que podría llevar a Ethereum hacia objetivos superiores como los $1,860 y niveles más altos, siempre dependiendo de la reacción del mercado y factores externos. En contraste, la incapacidad para mantenerse por encima de los $1,540 aumentaría la probabilidad de una corrección más profunda, con un soporte próximo cerca de los $1,475, que podría emplearse como la última frontera antes de un retroceso más significativo. El comportamiento de las grandes ballenas, los grandes poseedores de Ethereum, añade otra capa de complejidad a la ecuación.
En los últimos siete días se ha registrado un aumento modesto del 10.76% en el flujo neto de activos de estos actores, señal de una ligera acumulación. Pero cuando se amplía la mirada a los 30 días anteriores, el panorama cambia radicalmente al notarse una disminución de casi un 46.7%, evidenciando que previamente ocurrió una fuerte distribución de posiciones. En la escala de 90 días, sin embargo, la acumulación sigue siendo levemente positiva, con un 1.
77% extra de ETH en manos de ballenas. Este comportamiento mezclado muestra que la confianza de los grandes inversores fluctuó en los últimos meses y no está completamente consolidada en una dirección clara. En combinación con el incremento de la tasa de apalancamiento, que llegó a 0.7009, con un crecimiento del 1.01% en las últimas 24 horas, se percibe una creciente especulación entre los operadores más activos y apalancados del mercado.
Tal situación suele preceder a un aumento de volatilidad, donde podrían generarse importantes liquidaciones si el mercado se mueve de manera violenta fuera del rango actual. Otra señal preocupante para los alcistas radica en la disminución del llamado “burn rate” o tasa de quema de Ethereum, un indicador que refleja la cantidad de ETH que se destruye para limitar la inflación y promover la escasez. En los últimos días, el porcentaje promedio semanal de ETH quemados cayó drásticamente a un 27.08%, muy por debajo del promedio de 42.38% observado durante los últimos tres meses.
Esta reducción sugiere que la demanda y la actividad en la red han disminuido, debilitando el soporte deflacionario que históricamente ha ayudado a sustentar el precio de ETH. Esta baja actividad puede poner en jaque la capacidad de cualquier impulso alcista que intente sostenerse en el precio, pues sin una mayor participación en la red, resulta difícil generar tracción para mantener el interés de inversionistas y traders. En definitiva, aunque la atención se centra en el precio, los fundamentos on-chain son tan importantes como análisis técnicos para entender la salud del activo. Ethereum se encuentra, por lo tanto, en un punto de inflexión decisivo. La combinación de elementos como la consolidación de precios, la estructura técnica bajista, las dinámicas de las ballenas, la creciente especulación apalancada y el debilitamiento de la quema de tokens indican que un movimiento importante es inminente, para bien o para mal.
Si el precio consigue romper y mantenerse por encima del nivel de resistencia crucial en los $1,630, se podrían desencadenar nuevas compras con objetivos ambiciosos hasta los $1,860 y posiblemente más allá. En cambio, si los vendedores logran ejercer presión y Ethereum no logra sostener los $1,540, un retroceso hacia los $1,475 u otros niveles inferiores podría darse con rapidez, aprovechando la inercia bajista del canal descendente. Para los traders, esta situación supone un llamado a la prudencia y la vigilancia constante, ya que cualquier señal técnica o fundamental podría propiciar un incremento notable en la volatilidad. Aquellos que estén en posiciones largas deberán poner límites claros para protegerse ante correcciones inesperadas, mientras que los que vigilan el mercado desde fuera deberán prestar especial atención a la ruptura del canal y a los principales niveles mencionados para decidir cuándo entrar o salir. Por último, el contexto externo también puede afectar la trayectoria de Ethereum.